Mi disco favorito de Dokken.
En una época complicada para todo aquel grupo que hubiera sido grande en el hard rock de los ochenta, Dokken volvieron con un disco que para mi auna perfectamente las raices clásicas de la década dorada y las tendencias que se llevaban en los noventa, ofreciendo un disco variado y con mucho dónde hincar el diente, un disco al que se puede llamar maduro, esa término tan peligroso en muchos casos.
El arranque con una brillante guitarra de Lynch en "Inside looking out" acompañada de una perfecta sección rítmica de Brown y Pilson y todo aliñado con la voz principal de Dokken arropada constantemente por la de Jeff es un inicio tremendo. Y creo que esa es la tónica que sigue todo el disco, Lynch brillando ya sea en riffs o en solos, Brown perfecto a la batería, Don a un gran nivel y el que puede que más destaque, Pilson, con unas lineas de bajo que se disfrutan enormemente y unas voces que siempre están ahí tras las de Don. No me canso de escuchar temas como "The maze" con esa perfecta mezcla de acústicas y eléctricas, la oscura, obsesiva y tremenda "Too high fly" (para algunos un coñazo de cuidado), la preciosidad de "Nothing left to say", la contudente "Shadows of life" o la rápida y cañera "What price" rematada por un final totalmente The Doors (ingrediente que también aparece en la hipnótica "Sweet chains")... y para cerrar una gran versión del "From the beggining" de E.L.P.
Luego como curiosidad, comentar que desde que me hice con la versión japonesa que salió antes y tenía dos temas menos, suelo compaginar las escuchas de ambas versiones, y realmente hay diferencias importantes. En la japonesa el sonido es más desnudo, no tan producido, el orden de temas es diferente y hay algunos con partes bastante diferentes, ya sea en voces o incluso en solos como el de "Nothing left to say". Una curiosa manera de disfrutar el mismo trabajo de dos maneras diferentes.
En una época complicada para todo aquel grupo que hubiera sido grande en el hard rock de los ochenta, Dokken volvieron con un disco que para mi auna perfectamente las raices clásicas de la década dorada y las tendencias que se llevaban en los noventa, ofreciendo un disco variado y con mucho dónde hincar el diente, un disco al que se puede llamar maduro, esa término tan peligroso en muchos casos.
El arranque con una brillante guitarra de Lynch en "Inside looking out" acompañada de una perfecta sección rítmica de Brown y Pilson y todo aliñado con la voz principal de Dokken arropada constantemente por la de Jeff es un inicio tremendo. Y creo que esa es la tónica que sigue todo el disco, Lynch brillando ya sea en riffs o en solos, Brown perfecto a la batería, Don a un gran nivel y el que puede que más destaque, Pilson, con unas lineas de bajo que se disfrutan enormemente y unas voces que siempre están ahí tras las de Don. No me canso de escuchar temas como "The maze" con esa perfecta mezcla de acústicas y eléctricas, la oscura, obsesiva y tremenda "Too high fly" (para algunos un coñazo de cuidado), la preciosidad de "Nothing left to say", la contudente "Shadows of life" o la rápida y cañera "What price" rematada por un final totalmente The Doors (ingrediente que también aparece en la hipnótica "Sweet chains")... y para cerrar una gran versión del "From the beggining" de E.L.P.
Luego como curiosidad, comentar que desde que me hice con la versión japonesa que salió antes y tenía dos temas menos, suelo compaginar las escuchas de ambas versiones, y realmente hay diferencias importantes. En la japonesa el sonido es más desnudo, no tan producido, el orden de temas es diferente y hay algunos con partes bastante diferentes, ya sea en voces o incluso en solos como el de "Nothing left to say". Una curiosa manera de disfrutar el mismo trabajo de dos maneras diferentes.
