Recuerdo del primer mensaje :
Como se venía anunciando, anoche tuvimos el privilegio de presenciar un acontecmiento casi histórico al volver a ver a los cinco integrantes de SANGRE AZUL con Juanjo Melero sobre un escenario.
El concierto presentaba a Jero Ramiro con su nuevo trabajo instrumental y a Juanjo Melero que hacía lo propio con su Filosofía Doméstica. Yo tenía intención de ir a ver a Juanjo ya fue mi profesor de guitarra, pero el hecho de ver a Sangre Azul hacía la cita inevitable.
Jero hizo gala de su virtuosismo y enorme técnica (creo que falló una nota en toda la noche) con una banda de mucho nivel. No había mucha gente para ver a quien es ya casi una leyenda del rock en España, y es que los discos instrumentales no son muy apreciados por estas tierras a no ser que te apellides Satriani o Vai; y por muy bien que toque Jero, él no es ninguno de estos dos. Su disco es bueno, con buena técnica, buena instrumentación y, sin duda, es digno de admiración que alguien se atreva a hacer algo así en nuestro país, pero eso no es suficiente. Tuvo momentos increíbles como el final de "Te echo de menos", muy emocionantes, muy bien tocada, con mucho "feeling".
Poco después hizo su aparición en el escenario Juanjo Melero, con muchísimas ganas y presentando unos temas que huyen de las etiquetas. Muestran su carácter espiritual, su humildad. Es un rock estándar que cojea en unas estrofas demasiado recitativas, pero que se escuchan con agrado. Juanjo tiene muchos amigos, lo cual sepuedo comprobar en el montón de gente que llegó para su actuación (o para ver a Sangre Azul), y en el escenario: por allí apareció M.A. Collado a tocar un tema, poco después salió Carlos Raya hacer uno de los mejores temas del disco, "Como si fuera ayer", en el que se marcaron unos solos a dúo preciosos, y seguidamente Sherpa y Hermes, junto a Carlos y Melero tocaron "Barón Rojo" y "El pobre".
Justo después llegó el momento esperado por todos: Tony, Julio y Luis se unieron a Juanjo y Carlos y la ovación fue tremenda, emotiva (como dijo Juanjo: "se me ponen los pelos de punta al presentar a estos tíos"), sincera. Después de saludar dijo al públicoTony: "A ver si os acordáis de ésta", y Carlos le respondió: "A ver si nos acordamos nosotros", y comenzó a sonar "Cuerpo a cuerpo". Perfecta, potente, actual... Aquello sonaba de maravilla con Tony cantanto a la perfección, los coros geniales, y la gente cantando "eees nueeeeeestra laaa noooooooche". Emocionante es poco para describir el momento. Después llegó "Tal como soy" y... se acabó. Os aseguro que ellos disfrutaron tanto como nosotros. Me recordó al regreso de Europe, unos músicos que disolvieron la formación muy jóvenes y vuelven con ganas y juventud y con la experiencia de los años; lo malo es que éstos no vuelven. Todo el mundo preguntaba a Juanjo si se iban a reunir, y él contestaba con seguridad que no, que ya era una suerte haberlos reunido para aquella noche. Una pena porque están en estupenda forma.
Fue una suerte y un momento muy emotivo. La magia de la música que te lleva al pasado y que siempre sorprende. Quedan olvidados los pelos cardados, los pañuelos de colores, las mallas, las posturas... y quedan las canciones, al menos las dos que sonaron anoche, más grandes que las fotos y al menos tanto como los recuerdos. Quizás, algún día, se pueda repetir, porque con toda seguridad, la pregunta más escuchada anoche fue: ¿Pero os vais a reunir o no?
Como se venía anunciando, anoche tuvimos el privilegio de presenciar un acontecmiento casi histórico al volver a ver a los cinco integrantes de SANGRE AZUL con Juanjo Melero sobre un escenario.
El concierto presentaba a Jero Ramiro con su nuevo trabajo instrumental y a Juanjo Melero que hacía lo propio con su Filosofía Doméstica. Yo tenía intención de ir a ver a Juanjo ya fue mi profesor de guitarra, pero el hecho de ver a Sangre Azul hacía la cita inevitable.
Jero hizo gala de su virtuosismo y enorme técnica (creo que falló una nota en toda la noche) con una banda de mucho nivel. No había mucha gente para ver a quien es ya casi una leyenda del rock en España, y es que los discos instrumentales no son muy apreciados por estas tierras a no ser que te apellides Satriani o Vai; y por muy bien que toque Jero, él no es ninguno de estos dos. Su disco es bueno, con buena técnica, buena instrumentación y, sin duda, es digno de admiración que alguien se atreva a hacer algo así en nuestro país, pero eso no es suficiente. Tuvo momentos increíbles como el final de "Te echo de menos", muy emocionantes, muy bien tocada, con mucho "feeling".
Poco después hizo su aparición en el escenario Juanjo Melero, con muchísimas ganas y presentando unos temas que huyen de las etiquetas. Muestran su carácter espiritual, su humildad. Es un rock estándar que cojea en unas estrofas demasiado recitativas, pero que se escuchan con agrado. Juanjo tiene muchos amigos, lo cual sepuedo comprobar en el montón de gente que llegó para su actuación (o para ver a Sangre Azul), y en el escenario: por allí apareció M.A. Collado a tocar un tema, poco después salió Carlos Raya hacer uno de los mejores temas del disco, "Como si fuera ayer", en el que se marcaron unos solos a dúo preciosos, y seguidamente Sherpa y Hermes, junto a Carlos y Melero tocaron "Barón Rojo" y "El pobre".
Justo después llegó el momento esperado por todos: Tony, Julio y Luis se unieron a Juanjo y Carlos y la ovación fue tremenda, emotiva (como dijo Juanjo: "se me ponen los pelos de punta al presentar a estos tíos"), sincera. Después de saludar dijo al públicoTony: "A ver si os acordáis de ésta", y Carlos le respondió: "A ver si nos acordamos nosotros", y comenzó a sonar "Cuerpo a cuerpo". Perfecta, potente, actual... Aquello sonaba de maravilla con Tony cantanto a la perfección, los coros geniales, y la gente cantando "eees nueeeeeestra laaa noooooooche". Emocionante es poco para describir el momento. Después llegó "Tal como soy" y... se acabó. Os aseguro que ellos disfrutaron tanto como nosotros. Me recordó al regreso de Europe, unos músicos que disolvieron la formación muy jóvenes y vuelven con ganas y juventud y con la experiencia de los años; lo malo es que éstos no vuelven. Todo el mundo preguntaba a Juanjo si se iban a reunir, y él contestaba con seguridad que no, que ya era una suerte haberlos reunido para aquella noche. Una pena porque están en estupenda forma.
Fue una suerte y un momento muy emotivo. La magia de la música que te lleva al pasado y que siempre sorprende. Quedan olvidados los pelos cardados, los pañuelos de colores, las mallas, las posturas... y quedan las canciones, al menos las dos que sonaron anoche, más grandes que las fotos y al menos tanto como los recuerdos. Quizás, algún día, se pueda repetir, porque con toda seguridad, la pregunta más escuchada anoche fue: ¿Pero os vais a reunir o no?
