Espero Wacky que no te importe que añada una mía que tengo escrita aqui mientras preparas la tuya!!
Increible experiencia este Sweden Rock 2010 para un servidor. Con un cartel casi hecho a medida, no dudé en ir por primera vez a un festival extranjero del que, además, tenía immejorables referencias. Al final han sido 33 conciertos (algunos no completos, eso sí) en poco menos de cuatro días. Un salvajada en la que ibas encadenando un bolo tras otro la mayoría de veces. Casi todos han sido buenos conciertos. Algunos pocos, un poco sosos, otros pocos, una auténtica maravilla. He aquí pues, intentando resumir al máximo para que no sea muy pesado, mi visión (eso que quede muy claro) de lo acontecido.
Miércoles, 9 de Junio
El primer día de conciertos fue para nosotros la toma de contacto con el festival. Para el que esté habituado solo a cosas tipo Azkena (como es mi caso), aquello es simplemente abrumador. Gente por todas partes, un ambiente hard rockero como pocos se pueden ver hoy en día: camisetas de Gazzari's, Mötley Crüe, Poison, GN'R, Whitesnake o Aerosmith, mallas de zebra, sombreros y botas de cowboy, pañuelos... vamos, un Sunset Strip versión 2010 en medio de los campos de Solvesborg. Un mercadillo acojonantemente grande con tiendas para todos los gustos, especialmente de atuendos y moda rockeril y, por supuesto, de discos con un material absolutamente increible para el aficionado al rollito. Solo con deciros que logré pillarme cosas de Wildside, Girl, Steve Jones o Kik Tracee os hareis una idea de por dónde van los tiros.
Pasando a lo estrictamente musical, el primer bolo que vimos en serio fue, por derecho propio, de los mejores del festi. Se trataba de Michael Monroe y sus secuaces que, como era de esperar, nos ofrecieron una auténtica lección de punk rock. Empezando con "Nothing's Alright" de Demolition 23, la cosa solo fue a más en un setlist que incluyó temas como "Hammersmith Palais", "Motorvatin", "Boulevard of Broken Dreams" o, por supuesto, las referencias al punk setentero como "I Wanna Be Loved" de Johnny Thunders, "Ain't Nothing to Do" de los Dead Boys o "Love Song" de The Damned. Acabó el hombre colgado boca abajo de la estructura del escenario mientras Ginger y Sam Yaffa ejercían de secundarios de lujo. Un auténtico privilegio poder ver a esta formación sobre un escenario.
Michael Monroe te saluda desde las alturas
Seguidamente hicieron acto de presencia The Quireboys, que ofrecieron un concierto muy correcto. Después de verlos varias veces estos últimos años el setlist no sorprendía demasiado, pues fue el que estamos acostumbrados a disfrutar: muchos temas de "A Bit of What You Fancy", y un poco de aquí y allá del resto de su discografía. Sin ser un mal show ni mucho menos, Spike y los suyos dejan mejor sabor de boca en una sala teniéndolos a escasos metros, pero por supuesto, la diversión hizo acto de presencia y siempre es un placer corear temas como "Hey You", "Sweet Mary Ann" o emocionarnos con "I Don't Love You Anymore".
Cerramos el primer día con la actuación de U.D.O. que cerraba en el escenario Sweden con un set totalmente metálico y potente. No soy nada fan y no me sorprendió demasiado. La gente parecía estar disfrutando bastante de un set avasallador, pero un servidor necesitaba guardar fuerzas.
Jueves, 10 de JunioEl primer día fuerte. Empezamos viendo un poco de Stone Sour pero pronto nos dimos cuenta de que aquello no iba con nosotros, así que nos acercamos a un escenario más pequeño para disfrutar de Dundertaget, o lo que es lo mismo, Thunder Express, la banda de Robert Dahlqvist a tiempo completo después de la disolución de The Hellacopters. El sonido, nada sorprendente, reminiscencias Jelakas por doquier, estética setentera y amplis vintage como para una boda. Aquello sonó muy bien aunque posiblemente tengan que trabajar un poco más en los temas. Prometen.
Robert Dahlqvist y Thunder Experss
Al acabar, corriendo al escenario principal para asistir con emoción al concierto de Nazareth. Menuda decepción. Dan McCafferty está acabadísimo y la banda no sonó nada bien. Empezaron con clásicos como "Miss Misery" o "Bad, Bad Boy" pero el sonido no acompañaba y la actitud de la banda tampoco. La decepción iba en aumento y culminó en el momento que vi por las pantallas como Jimmy Murrison, el guitarrista, hacía playback con su guitarra en ciertos pasajes. Opté por abandonar el concierto rápidamente para no perder la fe en esta gran banda y de paso disfrutar de más minutos de Treat, que tocaban a la misma hora en el escenario Dio y que nos ofrecieron un gran recital de hard melódico, muy parecido al de su reciente visita por nuestras tierras. Desgranando su fantástico último disco "Coup de Grace" e intercalando clásicos de toda su carrera, la banda jugaba en casa y a pesar de la lluvia, se llevó buenas ovaciones, totalmente merecidas por otra parte.
Treat, veteranos que no fallan
Seguía la orgía hard rockera con el que, para mí, fue el concierto del festival: Dave Meniketti y sus Y&T. La lluvia que empezaba a caer con más insistencia no amedrentó a los fans que se agolpaban frente al escenario para presenciar un inicial "Black Tiger" que sirvió para ajustar el sonido y poner a caldo al personal. A partir de ahí, todo fue rodado con clásicos como "Mean Streak", "Lonely Side of Town" u "Open Fire" y temás de su buen último disco "Facemelter". Además hicieron una versión fantástica de "Rainbow in the Dark" de Dio para homenajear al gran Ronnie tras su reciente muerte. Meniketti se lució a las seis cuerdas arropado por una banda sólida que sonó sin fisuras. Un auténtico conciertazo.
Dave Meniketti y Y&T arrasando
Pero aquí no hay tregua. La cancelación de Ratt a última hora supuso para mí la posibilidad de poder ver el show entero de Blackberry Smoke, una banda a la que le tenía muchas ganas. Visto lo visto, casi me alegro de que Ratt no tocaran porque lo de la banda de Atlanta no fue ni medio normal. Una auténtica apisonadora de rock sureño con tintes country y de rock clásico que nos dejó con la boca abierta a los pocos (cosa rara, por cierto en este festival) que asisitimos al show. Desgranando su último disco con temas como "Bottom of This" o "Freedom Song" y canciones de su anterior material, Blackberry Smoke estuvieron soberbios, acompañados de un sonido de auténtico lujazo. Otro de los bolos del festival para un servidor.
Blackberry Smoke, puros hasta decir basta
El primer momento de tregua llegó con Slayer. Una banda que nunca me ha interesado demasiado y que fue el primer gran concierto del festival en términos de asistencia. Llevaron mucha gente al escenario principal y la machacaron sin piedad con su habitual repertorio demoledor. Vimos un puñado de temas y aprovechamos la coyuntura para ir a comer algo y reponer fuerzas, pues se acercaba otra de mis actuaciones más esperadas: Danzig. Para pasar el rato, The Quireboys iban a ofrecer un set acústico en la carpa y me acerqué para ver almenos el inicio del show. Había un ambientazo de bar muy bueno y el tema inicial, "There She Goes Again" sonó a gloria. Luego me confirmaron que la cosa mejoró con creces el set eléctrico de la noche anterior pero, lamentablemente, yo no puedo opinar ya que al acabar el primer tema me fui corriendo al escenario de al lado para ver por primera vez en mi vida a Evil Elvis. Glenn Danzig ya no es lo que era. Ha perdido voz y ha ganado (demasiados) kilos. Su presencia sigue siendo extrañamente magnética, y el tipo desprende un aura un tanto especial en el escenario, pero dista mucho de ser aquella presencia imponente y musculosa que aterrorizaba a sus seguidores. La primera parte del setlist fue espectacular con temas como "Twist of Cain", "Her Black Wings", "Tired of Being Alive" o "How the Gods Kill" pero a partir de ahi la cosa fue para abajo. Con material nuevo que nunca había tocado en directo y temás más recientes en su discografía, la cosa bajó enteros. Ni siquiera la inclusión de "Bringer of Death" arregló la cosa. No fue hasta "Mother" al final, que el público despertó de nuevo, y el viejo Glenn regresaba al escenario para cerrar con un bis de "Dirty Black Summer" y "Long Way Back From Hell" que almenos me dejó con una sonrisa en la cara al finalizar el set. La banda que lleva ahora no es demasiado carismática a pesar de contar con Johnny Kelly de Type O Negative a la batería, Tommy Victor de Prong a la guitarra y Steve Zing al bajo, la banda no da la talla si la comparamos con John Christ, Eerie Von y Chuck Biscuits. Un concierto agridulce.
Glenn Danzig, demasiadas abdominales. Se le han puesto enormes
Finalmente se cerraba el primer día fuerte con unos auténticos pesos pesados: Aerosmith. Era la primera vez que los veía y era un concierto al que le tenía muchas ganas. Los de Boston salieron a matar con "Love in an Elevator", "Back in the Saddle" y "Walking the Dog". Lo que más me sorprendió fue ver a Steven Tyler en plena forma. Ni rumores de separación, ni rumores sobre lo viejo que está. Todo a la mierda. Tyler sigue siendo el de siempre, bailando sin parar, moviéndose como lo que es, uno de los cinco frontmen definitivos de la historia del Rock, y con la voz en buen estado. Sí me sorprendió sin embargo lo mal que estaban tanto Joe Perry como Brad Whitford. Musicalmente, nada que reprochar y en el fondo eso es lo que importa, pero Whitford parecía el hombre invisible ataviado con un gorro, unas gafas de sol y una chaqueta con las solapas levantadas que le tapaban completamente la cara. Cierto es que tenemos una edad y el tiempo era más bien frío, pero me pareció un tanto exagerado, especialmente teniendo en cuenta que así estuvo todo el show. Podría haber sido un impersonator y hubiera colado perfectamente. Perry tenía las manos temblorosas y se notó que la cirugía estética causa estragos. El show tuvo algunos altibajos con momentos algo sosos como "Jaded", "I Don't Wanna Miss a Thing", el Guitar Hero o los temas de blues, pero el resto del repertorio tuvo tendencias claramente 70s con temazos como "Kings and Queens", "Lord of the Thighs", "Walk the Line" o ese "Toys in the Attic" demoledor que cerraba un set que, almenos a mí, convenció. No fue un show histórico pero el retorno de los de Boston a Europa vale la pena.
Viernes, 11 de JunioTras un segundo día muy bueno diría yo, atacábamos un tercero también repleto de cosas interesantes. Sin ir más lejos, se inauguraba la jornada a las 12 del mediodía con Bigelf, que nos ofrecieron un show intenso e interesante basado en temas de "Cheat the Gallows" y "Hex". A pesar de la hora, los desarrollos instrumentales setenteros dejaron buen sabor de boca para encarar a MSG en el escenario principal.
Bigelf y sus paranoias
La banda sonó sólida y empezó fuerte con "Armed and Ready" y "Cry For The Nations". Cerraron el set con dos clasicazos de los días de UFO como "Rock Bottom" y "Doctor Doctor" que sonaron a gloria. Sin embargó me perdí la parte central del show para poder ver a The Screamin' Lords, un grupo de hard rock californiano que prometía bastante. La verdad es que no fue un show flojo pero esperaba bastante más de la actuación a tenor de lo escuchado en su myspace. Me supo mal por haberme perdido gran parte del show de MSG pero es lo que hay, decisiones a veces acertadas y a veces no.
Seguidamente en el segundo escenario actuarían otros de los más esperados por un servidor, los daneses Disneyland After Dark, o lo que es lo mismo, D-A-D. Jugando prácticamente en casa, abarrotaron el lugar de gente que se reunió para corear los clásicos de discos como "Riskin' It All" o "No Fuel Left For The Pilgrims" así como material posterior tanto de "Helpyourselfish" como "Monster Philosophy". El público, entregado, ayudó a una banda totalmente cachonda que se lo pasa mejor que nadie sobre un escenario, especialmente el bajista freak Stig Pedersen, que nos deleitó con su mostrario de bajos ultrafreaks de dos cuerdas. Temas como "Sleeping My Day Away", "Jihad", "Monster Philosophy" o "Laugh And A 1/2" pusieron el Sweden Rock patas arriba. Otros triunfadores claros.
D-A-D liándola en Suecia
Por la tarde nos dedicamos un buen rato a hacer cola para conseguir firmas con Cinderella y lo conseguimos, así que me perdí varios shows. Poco importaba, habíamos tenido la ocasión de saludar a Tom Keifer y compañía. Volvimos a tiempo para presenciar el truinfal debut de Steel Panther, que abarrotaron uno de los escenarios medianos y que reinaron en Solvesborg son su show de comedia compuesto de temas apabullantes de su gran disco de debut "Feel the Steel" y todo ello aderezado con los habituales comentarios cachondos sobre cocaina, vaginas, dudes y hair metal. El público se rió de lo lindo mientras iban sonando temas como "Fat Girl", "The Shocker" o una versión de "I Want it That Way" de los Backstreet Boys. Al empezar el solo de guitarra sin embargo, abandonamos con pesar el show pues pesaba más la opción de coger primera fila para Cinderella. Con el objetivo, por suerte, cumplido, pudimos disfrutar a lo lejos de un show muy potente de Magnum que tocaban a la misma hora que Steel Panther. No puedo opinar bien, por supuesto, pero aquello sonaba muy pero que muy bien.
Y en fin, llegaba la hora que más esperábamos. Nuestro reencuentro con Cinderella tras verlos por primera vez en 2006, y sufrir la cancelación de la gira 2008 con Warrant. Tom Keifer y los suyos volvían a Europa tras mucho años sin estar por aquí. Con cierta amargura por habernos perdido el show en sala que ofrecieron en Madrid, nos dispusimos a disfrutar del entorno natural de una banda de este calibre: los escenarios mastodónticos. Con un "Kickstart My Heart" de Mötley Crüe sonando a toda hostia por la PA para calentar el personal, hacían acto de presencia los de Philadelphia para atacar con "Second Wind" y "Push Push". El sonido no era demasiado bueno, pero a partir del tercer tema la cosa mejoró mucho. Desgranando clásico tras clásico, la banda truinfó por todo lo alto: "Heartbreak Station", "Shelter Me", "Coming Home", "Nobody's Fool", "The Last Mile", "Night Songs"... un repertorio a prueba de bombas.
Tom Keifer y Cinderella, apoteósicos
La voz de Keifer goza de una salud relativamente buena y pudo defender los temas más que dignamente, lo cual era el mayor temor de todos los allí presentes. Así que el concierto transcurrió sin fisuras hasta que "Gypsy Road" dio paso al bis increible con "Don't Know What You Got ('Till It's Gone)" y "Shake Me" que convirtió aquello en una fiesta. Sin duda alguna, otros de los triunfadores de esta edición 2010.
Siguió la velada, pues aún quedaba mucho más, con Billy Idol, por el que tenía enorme curiosidad. Con un guitarrista como Steve Stevens en la banda es dificil fallar, y así empezó con "Ready, Steady Go" y "Dancing With Myself" de su época en Generation X ante el delirio del personal. La lluvia más fuerte de todo el festi hizo acto de presencia y empezó el éxodo hacia los bares, pero Billy no se dejó amedrentar y siguió adelante con un show correcto que sin embargo, quizá tuvo demasiados momentos tranquilos cuando lo que necesitaba el respetable era marcha para olvidarse de la lluvia y el relativo frío. Dejando eso de lado, temas como "Eyes Without a Face o "Kiss Me Deadly" sonaron muy bien. La lástima es que hiciera la versión acústica de "White Wedding" pero quedó todo arreglado con un "Rebel Yell" que puso el escenario secundario patas arriba. Volvió la banda para cerrar con un "LA Woman" rebautizado como "Malmö Woman" para la ocasión. Sin haber arrasado, Billy y los suyos dejaron buen sabor de boca aunque fue una lástima que dejara de lado totalmente un discazo como "Devil's Playground" o que, incomprensiblemente, no sonara su hitazo "Cradle of Love" (almenos yo no lo escuché un momento que fui a protegerme de la lluvia. Más tarde gente que había visto todo el show me dijeron que no sonó). Cerraría el día Gary Moore. Prometiendo un show de hard rock después de 20 años empecinado con el blues, los fans estaban histéricos. Abrió el irlandés a lo grande con "Over The Hills and Far Away" arrasando con todo y la parroquia emocionadísima. Con un sonido espectacular y un Gary Moore excelso a la guitarra (y a la voz, por qué no) el setlist siguió avanzado por derroteros bastante más tranquilos de lo que hubiera imaginado y acabó directamente con tres de sus hits clásicos de blues. No soy un gran seguidor de este hombre, pero en caso de serlo, creo que me hubiera sentido estafado. Las cosas como son, el concierto fue muy bueno, pero no fue lo prometido a los cuatro vientos por la organización del festival. Yo, como neófito a su discografía hard rockera, esperaba cosas como "Murder In the Sky" o "Victims of the Future" pero nada de eso. En fin, un colofón correcto a una agotadora tercera jornada.
Sábado, 12 de JunioLlegaba la última jornada y lució el sol por primera vez, ironías de la vida, con una oscurísima banda como Cathedral. Con su doom de reminiscencias Sabbathianas inauguraron la jornada. Un concierto potente que incluyó temas de "The Carnival Bizarre" que es mi disco favorito de ellos, así que lo pude disfrutar bastante. Cerraron con ese "Hopkins (The Witchfinder General)" que me dejó plenamente satisfecho.
Lee Dorrian, ¿el nuevo Ozzy?
Seguidamente tomaban el escenario principal los progresivos Fates Warning, que venían con la formación de "Parallels" para recrear el disco en su totalidad. El viento que soplaba en Solvesborg no ayudaba con el sonido, pero la banda sonaba muy compacta y ofreció un show muy sólido. Nos fuimos al cabo de unos cuantos temas pero pude escuchar que cerraban con "Monument" mi tema favorito de ellos. Me lo perdí. Cagüen. El mencionado viento provocó un incidente con la torre de sonido y luces del segundo escenario, y retrasó un poco las actuaciones. La siguiente era la de Unisonic, la nueva banda del ex-Helloween Michael Kiske, en su retorno a los escenarios tras 17 años según sus propias palabras. Era el primer concierto de la banda como tal y la verdad es que Kiske ha cambiado mucho. Ataviado con un gorro para cubrir su calvicie y con pintas bastante lamentables, acompañado todo ello de carisma cero, la cosa no pintaba demasiado bien. La banda ofreció un aburrido show al que nos quedamos para poder ver como, al final, cantaba las canciones de Helloween que nos había prometido, "Kids of the Century" y "A Little Time". Sinceramente, Kiske ya no es lo que era y casi hubiera sido mejor no escucharlas pero bueno, ahí queda la anécdota del día que el que un día fuera uno de los dioses vocales del metal mundial volvió a los escenarios.
Tras ver un entretenido show acústico de Praying Mantis en la carpa, volvimos a la carga con Winger. Víctimas del viento también, no gozaron de gran sonido y en una banda de estas características, eso fue bastante lastre. Con un setlist muy equilibrado con temas de todas sus obras y especialmente de sus dos primeros discos, pudimos ver como la banda almenos se mentiene en forma dignamente. Reb Beach sigue siendo una bestia de las seis cuerdas y Kip Winger mantiene un nivel aceptable en sus cuerdas vocales. La parte final del show con "Seventeen" y "Madalaine", sus temas más conocidos, alegraron al personal que se había congregado para presenciar su actuación. Personalmente me parecieron un poco más flojos de lo que esperaba, pero las condiciones en que vimos el concierto no eran las idóneas y estoy seguro que eso pesó en nosotros también.
Seguidamente nos tomamos un respiro mientras Opeth y Saga descargaban en distintos escenarios para unas últimas compras en las tiendas de discos. Así, luego combinamos varios fragmentos de Bachman & Turner y Anvil ya que me apetecía ver a los dos. Los primeros sonaron rudos y potentes y se marcaron un buen concierto mientras que los segundos hacían lo propio, todo aderezado con los comentarios de Lips, ese tipo entrañable que hemos conocido a raiz del gran documental sobre la banda. Él sabe que la mayoría de gente está allí gracias a la película y hace guiños a la peli contándonos cómo gracias a los fans como nosotros ha conseguido devolver el dinero que le prestó su hermana para grabar el último disco. A pesar de todo se mostró como un tipo honesto y cachondo, muy real. Los temas de la banda nunca me gustarán, y la voz de Lips deja bastante que desear pero en el terreno musical sonaron como una apisonadora.
Blackie dando por culo a 20,000 personas
Eso allanó el terreno para presenciar la esperada descarga de W.A.S.P. con material casi exclusivamente de los dos primeros discos. Empezaron y ya no pararon hasta el final. Arrasando con todo, Blackie Lawless hizo las delicias de todos los allí presentes con temazos míticos como "L.O.V.E. Machine", "Wild Child", "I Wanna Be Somebody", "Blind In Texas" y temas que según él la banda no tocaba desde hacía 25 años como "The Last Command". Hizo un par de concesiones a su último disco que no desentonaron para nada, y nos deleitó con "The Idol" de "The Crimson Idol" larguísimo con un espectacular solo de guitarra. Incluso un no fan como yo acabó convencido: W.A.S.P. reinaron.
Y bueno, quedaba el último plato fuerte: Guns N' Fuckin' Roses. Como siempre, todo incógnitas. En un festival que se ha caracterizado por la puntualidad en esta edición (y por lo que me cuentan, todas las anteriores) es interesante ver si Axl aparecerá a la hora señalada. No deja de ser divertido entonces ver como la banda no hacía acto de presencia hasta 45 minutos más tarde de lo estipulado. Como yo lo veo, aún tuvimos suerte, podrían haber sido dos horas. Ni me imagino como debían estar los organizadores tras un festival casi perfecto a nivel de horarios. Y bueno, empezó a sonar la intro y la banda atacó con "Chinese Democracy". Con un sonido bastante horrible y un Axl bastante lamentable, haciendo pasos de baile un tanto ridículos y con la voz bastante tocada. No mejoraría la cosa a pesar de seguir con "Welcome to the Jungle", "It's So Easy" y "Mr. Brownstone", tres de las canciones de mi vida. Era doloroso comprobar que sonaban a mierda.
DJ Ashba, una sorpresa agradable
Fue sin embargo con "Sorry" que la cosa empezaba a mejorar. Más que nada yo tenía curiosidad por comprobar como sonaban los temas del "Chinese" en directo, y la verdad es que valió la pena. La cosa fue de menos a más, por suerte para los que no nos estábamos largando en masa. Temas como "Street of Dreams", "Madagascar" o "Better" fueron espectaculares mientras que clásicos de toda la vida como "You Could Be Mine", "November Rain" o "Nightrain" gozaron ya de un sonido excelso, quizá solo un poco falto de rabia guitarrera a pesar de contar la banda con tres excelentes guitarristas. DJ Ashba se me antojó como el más carismático de los tres: una mezcla entre Slash y Dregen que se lo está pasando en grande por poder tocar con Axl y compañía y que anima el cotarro cosa mala (impagable verle patinar por las pasarelas aprovechando las gotas de lluvia que caían intermitentemente mientras hordas de roadies secaban constantemente el suelo para que Mighty Axl no se la pegara). Fue en momentos como "Sweet Child O' Mine" o la final "Paradise City" en que la banda sonó a la perfección y nos iluminó con su música. Maravillosas las dos. Mención especial para la parte final de "November Rain" con la lluvia de fuego sobre Ashba y la banda sonando como nunca. Sinceramente, echo en falta la immediatez de los Slash, Duff e Izzy. Incluso se echa en falta a Matt Sorum, el nuevo batería no me gustó nada. La banda sonaba con más rabia antes. Ahora suena más profesional, pero todo resulta bastante más frio. Aún así, acabamos en las primeras filas con los fans más rabiosos que lo estaban pasando en grande, así que al final lo pasamos muy bien con Axl N' Roses. Por cierto, que el concierto acabó a las 2:30 de la madrugada, por primera vez una banda se pasaba del toque de queda máximo en el festival que son las 2. Y por megafonía sonaba el "My Way" de Frank Sinatra, por si no había quedado claro.
El puto amo
En definitiva, una experiencia muy positiva que no me importaría repetir en el futuro, siempre y cuando el cartel valga la pena, como este año. Excelente organización, cosas que hacer todo el tiempo incluso si no hay bandas que te gusten a cierta hora y un ambiente muy sano hardrocker, incluso con niños con crestas, chupas de cuero, cadenas... y protectores auditivos. Hasta otra Sweden Rock.
Escenario principal de Sweden Rock 2010
Perdón por la chapa.
Lo pasamos muy bien con vosotros, a ver si nos vemos en el BBK hombre! Un abrazaco!
¡¡¡
justo de los temas que mas me gustan de ellos!
