<<CRÓNICA>> AIRLESS + THE NAME (14/02/2009) Sala Bilbo Rock (Bilbao)

Bilbao fue la cita ineludible para abrir la mini-gira de presentación de ‘Fight’, el tercer trabajo discográfico de Airless. Una noche en la que la antigua iglesia de La Merced, conocida como Bilborock, se llenó de un considerable número de feligreses que disfrutaron de la variedad de sonidos que el rock potente puede ofrecer.

Decimos esto porque la velada la abrieron los también de la Margen Izquierda del Nervión, The Name. Un grupo que ya nos dejó un gran sabor de boca hace unos meses en su actuación en el Barakaldo Rockaldia, concierto que fue superado con creces en esta ocasión. The Name es una formación con influencias diversas. En los tonos más melódicos se atisban las de Queensrÿche o Söber y en los más cañeros las de Metallica, todo ello con un toque personal e intransferible. Comenzaron su actuación con ‘Invisible’, un corte con guitarras machaconas que combina el metal contemporáneo de formaciones como Disturbed y las influencias de Geoff Tate y cia que antes reseñábamos. Intensidad, emotividad y potencia podrían definirla. A ésta siguieron otras canciones como ‘Perfect Day’ o ‘Dying’, una pieza por la que muchas bandas consagradas matarían por su fantástico estribillo y melodías, o ‘Aún Sigo Ahí’, corte redondo con unas melodías de gran factura.

No faltaron tampoco un par de versiones como la del clásico ‘Heaven & Hell’ de Black Sabbath que sonó atronadora y que el vocalista y guitarrista, Guillermo Fernández, interpretó sin complejos, sin olvidar un contundente ‘Master Of Puppets’ de Metallica que puso el broche final a una extraordinaria
actuación que dejó más que satisfechos a los asistentes. Si es que si se tiene grandes canciones y unos estupendos músicos que las interpretan la apuesta está ganada de antemano.

Poco tardaron en subirse al escenario los verdaderos protagonistas de la noche. Unos Airless que creen en este nuevo disco a pies juntillas, ya que lo interpretaron en su totalidad con lo que dieron a la palabra presentación el significado más exacto que pueda tener.

El show comenzó con dos de las canciones más pegadizas de ‘Fight’ como son ‘Don´t Give Up’ y ‘Crying For Your Love’, a las que siguieron la hardrockera ‘Switch Off The Light’- en la que el vocalista Iñaki Lazkano animó a la gente a cantar bajo sus indicaciones- el emotivo medio tiempo ‘Suffering’, y la intensidad de ‘I Don´t Need No Words’ con esa mixtura de guitarras cortantes y melódico estribillo.

‘Twist Of The Wrist’ puso el toque motero y más heavy a la noche con un Iñaki dejándose la garganta, un tema que fue el preludio a un entretenido solo de bajo de Miguel Manjón que dio paso a la extraordinaria balada ‘Time To Say Goodbye’, una canción exquisita y que emana pasión por todas sus notas.

Las tonalidades hardrockeras volvieron con ‘One Last Kiss’ en su vertiente melódica y en la más directa con el corte que da título al disco, ‘Fight’. Tras ellas llegó el momento en el que el maestro Robert Rodrigo, en su línea toda la noche, se apoderara del escenario, primero en solitario y después con la base rítmica, Miguel Manjón (bajo) y Pako Martínez (batería), para dar cancha al tema que dio título a su último disco en solitario, ‘Fury Of The Universe’. Ya con toda la banda sobre el escenario cerraron la primera parte el concierto con el pegadizo primer single de ‘Fight’, ‘Now Or Never’, en el que gran parte del público se animó a cantar el estribillo.

Tras un pequeño descanso Iñaki y Robert, éste acústica en mano, nos ofrecieron una deliciosa versión desenchufada del baladón ‘When I Look Into Your Eyes’, todo ello aderezado con unos arreglos muy Mr.Big y que fue el pie a la interpretación de un puñado de canciones de sus otros álbumes. ‘2nd Round’, ‘The Storm’ o ‘The Darkness’ precedieron al efectivo solo del gran Pako Martínez. Dos pequeños clásicos de la banda como ‘Autumn Leaves’ y ‘The Truth’ cerraron una noche para recordar.

El espectacular sonido que salió de la mesa ayudó también a que la noche fuera redonda. Todos lo pasamos en grande, músicos y asistentes, Nuestras caras nos delataban.