THE SUMMIT - HIGHER GROUND
70/100
DISCOGRÁFICA: RAMBO/GAIN
ESTILO: HARD ROCK
PRODUCTOR: BJÖRN "B" HÖGLUND
MÚSICOS
MICHAEL KLEMMÉ: CANTANTE Y GUITARRA
MATS KARLSSON: GUITARRA Y VOCES
BJÖRN HÖGLUND: BATERÍA
LARS ERICSSON: BAJO
TRACKLIST
TURN IT OFF
W.O.W.
ONE WAY HAIGHWAY
CIRCLE THE SUN
THE CALLING
ONLY HUMAN
WATER TO WINE
NOT MY COUNTRY
THE HIGHER GROUND
ALL DIE YOUNG
Quizás uno de los mejores halagos que se puede hacer a un disco como Higher ground es que es tremendamente entretenido. Se le puede dar vueltas y vueltas sin riesgo a cansarse. Su equilibrada mezcla de comercialidad, sonidos descaradamente 70’s y contagiosas melodías proporcionan un disfrute seguro y muy digno.
The Summit es una banda integrada por miembros de otras, en cuyo resultado pesa sobre todo la influencia de 220 Volt., encarnada en la presencia de su guitarrista y compositor Mats Karlsson.
Es fácil dejarse llevar por la irresistible ingenuidad y gracia de su “One way highway”, pero donde enganchan de verdad es en la acertadísima “Turn it off” que abre el álbum. Tan original como llena de influencias, con unas pausas de exagerada prolongación temporal (sobre todo la segunda tras el solo de guitarra), se convierte en un atractivo juego. A esta le sigue la marchosa “W.O.W.”, llena de melodías con un riff muy recurrente pero rítmicamente irresistible a la que el acompañamiento de teclados le viene como un guante.
“Circle the sun” suena más a pop 60’s que a rock 70’s. Menos atractiva aunque muy pegadiza. En cambio en “The calling” se les aparecen Uriah Heep para mezclarse con los últimos Europe, los cuales se quedan un poco más para inspirarles “Only human”, un agradable medio tiempo en el que la forma de cantar y el timbre de Michael Klemmé incluso recuerdan a Joey Tempest.
Rock & roll de la vieja escuela es “Water to wine”, poseída de ritmos sureños y coros femeninos: breve y entretenida sin sorpresas. Al contrario que “Not my country”, quizás junto a “Turn it off” mi favorita del disco. Una canción más trabajada que crece enormemente en el preestribillo, con un estribillo más sugerente y un postestribillo muy chulo.
Otra inspiración viene desde los primeros discos de Van Halen, reconocible en el arranque y en los teclados de “The higher ground”.
Higher ground pretende homenajear a los ídolos de los '70 de la banda, y lo han hecho muy bien, con gracia, dignidad, y una ejecución apreciable. Lo que da como resultado un disco muy entretenido, como decía al principio, algo que, aunque no lo parezca, no es tan fácil de encontrar con un mínimo de exigencia.
The Summit es una banda integrada por miembros de otras, en cuyo resultado pesa sobre todo la influencia de 220 Volt., encarnada en la presencia de su guitarrista y compositor Mats Karlsson.
Es fácil dejarse llevar por la irresistible ingenuidad y gracia de su “One way highway”, pero donde enganchan de verdad es en la acertadísima “Turn it off” que abre el álbum. Tan original como llena de influencias, con unas pausas de exagerada prolongación temporal (sobre todo la segunda tras el solo de guitarra), se convierte en un atractivo juego. A esta le sigue la marchosa “W.O.W.”, llena de melodías con un riff muy recurrente pero rítmicamente irresistible a la que el acompañamiento de teclados le viene como un guante.
“Circle the sun” suena más a pop 60’s que a rock 70’s. Menos atractiva aunque muy pegadiza. En cambio en “The calling” se les aparecen Uriah Heep para mezclarse con los últimos Europe, los cuales se quedan un poco más para inspirarles “Only human”, un agradable medio tiempo en el que la forma de cantar y el timbre de Michael Klemmé incluso recuerdan a Joey Tempest.
Rock & roll de la vieja escuela es “Water to wine”, poseída de ritmos sureños y coros femeninos: breve y entretenida sin sorpresas. Al contrario que “Not my country”, quizás junto a “Turn it off” mi favorita del disco. Una canción más trabajada que crece enormemente en el preestribillo, con un estribillo más sugerente y un postestribillo muy chulo.
Otra inspiración viene desde los primeros discos de Van Halen, reconocible en el arranque y en los teclados de “The higher ground”.
Higher ground pretende homenajear a los ídolos de los '70 de la banda, y lo han hecho muy bien, con gracia, dignidad, y una ejecución apreciable. Lo que da como resultado un disco muy entretenido, como decía al principio, algo que, aunque no lo parezca, no es tan fácil de encontrar con un mínimo de exigencia.
AUTOR: Joserra
