STALA & SO. - PLAY ANOTHER ROUND
50/100
Discográfica: Escape Music
Estilo: Hard Rock
Productor: Stala & So.
Formación:
Stala: Cantante
Nick Gore: Bajo y Coros
Sami J.: Guitarra Solista y Coros
Pete Vaughn: Guitarra Rítmica y Coros
Hank: Batería
Track List:
01. Rock Until I'm Done
02. Tokyo Delights
03. The Boys And Having fun
04. Never Again
05. Back Together
06. Alrite Tonite
07. Life Goes On
08. All Alone
09. All She wrote
10. For Your Love
11. Rockstar
No me gusta la voz, que me recuerda a Udo Dirksneider, ni la forma de cantar de Stala, lo cual no es un buen comienzo, y mira que lo he intentado, pero nada, ya que me es imposible no prestar atención a la voz. Me pregunto cuanto tiempo llevará este muchacho cantando en inglés y si no ha tenido tiempo de mejorar su pronunciación para no ciscarse en el legado de Shakespeare cada vez que entona una frase.
Seguro que lo hace mejor que cualquiera de nosotros, pero él vive de ello y no se pueden cortar troncos con el mango del hacha... seguro que ha pensado que si Doro Pesch, Klaus Meine o su compatriota Olli Hermann han sobrevivido con su acentazo alemán/finlandés, por qué él no... y además su voz está en primerísimo plano destacando sobre el resto de instrumentos, aunque el acento de Stala no es, como veremos y en mi subjetiva opinión, lo único criticable y censurable de “Play another round”.
En el plano musical, este disco va desde el abundante Rock and Roll fiestero hasta el rock melódico, sonando casi siempre previsibles y repetitivos, aunque con alguna excepción.
La producción es normalita y el sonido peca de artificial quedándome la duda de si lo han buscado a propósito.
“Rock Till I´m done” abre el disco y es agradable de oir porque está bien construida pese a que suena a ya escuchada mil veces.
En “Tokio delights” suenan descaradamente a sus efímeros paisanos Firenote lo cual es de agradecer y es de lo más potable del disco.
“The boys are having fun” es el primer single y es bastante rápida, cuenta con un buen estribillo y un buen solo de guitarra, pero la letra resulta insulsa y predecible.
“Never again” amenaza con ser el temazo del disco hasta que aparece Stala con su rudo acento que casi lo arruina. Haciendo abstracción de este detalle, el tema sería de notable alto.
“Back together” y “All she wrote” son baladas de las de toda la vida, de esas que me vuelven majara, tan intrascendentes y ñoñas que no merecen más comentarios.
A la altura de “Allrite tonite” la escucha ya se hace pesada y me parece que estoy oyendo la misma canción otra vez.
“Life goes on” es la mejor canción del disco por el hecho de sonar diferente al grueso de temas, aunque su mensaje optimista es poco serio y tópico.
“All Alone” ...¿La he escuchado antes? ¿he pulsado el “repeat” sin darme cuenta? Pues no, pero lo parece.
“For your love” incorpora arreglos de guitarra novedosos pero con la misma y repetitiva estructura melódica de otras canciones del disco.
...Y acabamos con “Rockstar” un tema que suena a D.A.D. por su tono fiestero e inofensivo y poco más.
Resumiendo, que este “Play another round” está para darle como mucho una vuelta, pues me parece plano, repetitivo, insulso y poco arriesgado o fácil.
Claro que también puede ser que inconscientemente mi cerebro y oídos se hayan acostumbrado mal, ya que en este hobby de hacer comentarios de discos, llevo ya varios seguidos que han sido de una calidad superlativa y quizás por ello este me parezca del montón.
Nadie está libre de pecado, y yo tampoco... ni siquiera Stala. Esperemos que el siguiente sea mejor, o al menos aporte algo más que fiesta y tópicos rockeros.
Seguro que lo hace mejor que cualquiera de nosotros, pero él vive de ello y no se pueden cortar troncos con el mango del hacha... seguro que ha pensado que si Doro Pesch, Klaus Meine o su compatriota Olli Hermann han sobrevivido con su acentazo alemán/finlandés, por qué él no... y además su voz está en primerísimo plano destacando sobre el resto de instrumentos, aunque el acento de Stala no es, como veremos y en mi subjetiva opinión, lo único criticable y censurable de “Play another round”.
En el plano musical, este disco va desde el abundante Rock and Roll fiestero hasta el rock melódico, sonando casi siempre previsibles y repetitivos, aunque con alguna excepción.
La producción es normalita y el sonido peca de artificial quedándome la duda de si lo han buscado a propósito.
“Rock Till I´m done” abre el disco y es agradable de oir porque está bien construida pese a que suena a ya escuchada mil veces.
En “Tokio delights” suenan descaradamente a sus efímeros paisanos Firenote lo cual es de agradecer y es de lo más potable del disco.
“The boys are having fun” es el primer single y es bastante rápida, cuenta con un buen estribillo y un buen solo de guitarra, pero la letra resulta insulsa y predecible.
“Never again” amenaza con ser el temazo del disco hasta que aparece Stala con su rudo acento que casi lo arruina. Haciendo abstracción de este detalle, el tema sería de notable alto.
“Back together” y “All she wrote” son baladas de las de toda la vida, de esas que me vuelven majara, tan intrascendentes y ñoñas que no merecen más comentarios.
A la altura de “Allrite tonite” la escucha ya se hace pesada y me parece que estoy oyendo la misma canción otra vez.
“Life goes on” es la mejor canción del disco por el hecho de sonar diferente al grueso de temas, aunque su mensaje optimista es poco serio y tópico.
“All Alone” ...¿La he escuchado antes? ¿he pulsado el “repeat” sin darme cuenta? Pues no, pero lo parece.
“For your love” incorpora arreglos de guitarra novedosos pero con la misma y repetitiva estructura melódica de otras canciones del disco.
...Y acabamos con “Rockstar” un tema que suena a D.A.D. por su tono fiestero e inofensivo y poco más.
Resumiendo, que este “Play another round” está para darle como mucho una vuelta, pues me parece plano, repetitivo, insulso y poco arriesgado o fácil.
Claro que también puede ser que inconscientemente mi cerebro y oídos se hayan acostumbrado mal, ya que en este hobby de hacer comentarios de discos, llevo ya varios seguidos que han sido de una calidad superlativa y quizás por ello este me parezca del montón.
Nadie está libre de pecado, y yo tampoco... ni siquiera Stala. Esperemos que el siguiente sea mejor, o al menos aporte algo más que fiesta y tópicos rockeros.
AUTOR: Óscar L. González (Mendo)
