Sin entrar en profundizar en esta indispensable trilogía, sólo dejar constancia aquí de ella y decir que estamos ante cerca de 10 horas de metraje cinematográfico que son una maravillosa y brillantísima aportación al séptimo arte, un regalo a los sentidos y que con el paso del tiempo espero se le tenga en la posición que se merece, entre las grandes obras del cine de toda la historia. Obra de uno mis favoritos realizadores asiáticos, el cual dirigió también la impresionante Harakiri(Seppuku), de 1962, y que siendo un director menos afamado que otros que ya conocemos (asiáticos me refiero), yo lo considero a la par.
LA CONDICIÓN HUMANA: NO HAY AMOR MÁS GRANDE (1959)
El comienzo, el amor, la separación, los ideales y los principios intactos y la fuerza de llevarlos acabo.
LA CONDICIÓN HUMANA II: EL CAMINO A AL ETERNIDAD (1959)
El duro camino a la eternidad, con muchas cosas que intentar cambiar, muchos golpes y sufrimiento para hacerlo, y pocos estímulos como el amor para resistir.
LA CONDICIÓN HUMANA III: LA PLEGARIA DEL SOLDADO (1961)
Viaje al interior del alma después de un camino tan duro que ni el inexorable paso del tiempo puede borrar; deja de tener importancia lo bueno y malo exógeno a uno mismo, y comienza a darse única importancia a lo endógeno, cuando ya nada importa, cuando ya todo está perdido.
Totalmente recomendable.
LA CONDICIÓN HUMANA: NO HAY AMOR MÁS GRANDE (1959)
El comienzo, el amor, la separación, los ideales y los principios intactos y la fuerza de llevarlos acabo.
LA CONDICIÓN HUMANA II: EL CAMINO A AL ETERNIDAD (1959)
El duro camino a la eternidad, con muchas cosas que intentar cambiar, muchos golpes y sufrimiento para hacerlo, y pocos estímulos como el amor para resistir.
LA CONDICIÓN HUMANA III: LA PLEGARIA DEL SOLDADO (1961)
Viaje al interior del alma después de un camino tan duro que ni el inexorable paso del tiempo puede borrar; deja de tener importancia lo bueno y malo exógeno a uno mismo, y comienza a darse única importancia a lo endógeno, cuando ya nada importa, cuando ya todo está perdido.
Totalmente recomendable.
