<<CRÓNICA>> WHITE LION (05/07/2008) Sala Totem (Atarrabia/Nafarroa)

Entre alguna parada que otra para echar gasolina y que la dama fuera al baño, llegamos a la Tótem (situada en la parte alta del pueblo, en un polígono de muy fácil acceso. Se agradece su nueva construcción, está verdaderamente bien el recinto ) a eso de las 20: 55…las rotondas que hay que hacer para llegar a Atarrabia son casi tan cansinas como un disco de Alex Lumbago…La sala, tanto por fuera como por dentro, es una cucada, la verdad…bien cuidada, no demasiado grande, pero lo suficiente.

Cuando entramos todavía sonaban Crimes Of Passion, y lo cierto es que no estaban nada mal…el cantante poseía un registro vocal parecido al de Dickinson de los Maiden, y su música era heavy o hard rock melódico muy a tener en cuenta…Me fastidió tener que salir a sacar dinero a un cajero cercano, pero con las prisas no había suficiente y las camisetas de White Lion del stand eran lo suficientemente sugerentes para que la molestia mereciera la pena. A punto estuve también de hacerme con un cd de Crimes…pero desistí por recomendación de mi propio bolsillo que ya comenzaba a lamentarse...-ya habrá ocasión-.

Desde que acabaron los teloneros hasta que empezaron los americanos no pasó mucho tiempo, quizás media hora a los sumo, bañada en cerveza (sin alcohol para mí) e impaciencia en forma de aullidos y silbidos por parte de los numerosos asistentes. La espera se hizo corta gracias al buen hacer del pincha que nos regaló innumerables clásicos del heavy…(Wasp, Twisted Sister, Ac/Dc, Axel Rudi Pell, Van Halen…etc)

A las 10 pm en punto las luces se apagaron del todo y la gente lo celebró con un gran alarido; entre una música de teclados salieron los verdaderos protagonistas de la noche y en pocos segundos ya estaban interpretando uno de sus mejores temas…”Hungry”. El primer subidón de la noche. El sonido excelente, los músicos muy bien, pero sobre todo, la voz de Tramp, espectacular para lo que esperaba encontrar a pesar del paso de los años. Sonaba muy clara, alta y con ese timbre característico que posee el danés, todo ello sin carencias de ningún tipo. Aunque bien es cierto que era el arranque de la noche, pero es que mantuvo similar nivel vocal todo el concierto, lo cual dice mucho de él. (todavía recuerdo lo que brotaba de la garganta de Axl hace dos años en Kobetas al empezar su show…).

Para cuando esa canción acabó ya nos habíamos acercado desde casi las últimas filas hasta la tercera o segunda, apoyados en la pared derecha, desde donde la vista era privilegiada.

El gentío aclamó tan espectacular inicio y Tramp y cía. lo agradecieron encadenando dos temas más sin interrupción (decir que en todo el concierto no hicieron pausa alguna más que para los bises y una pequeña parrafada del guaperas- las chicas, incluida mi acompañante, babeaban en las primeras filas…-el danés se conserva muy bien todavía). Así que se marcaron un concierto casi de seguidilla…

Para la cuarta canción, los miedos provocados por la revisión de ciertas antiguas crónicas se habían disipado…la voz de Tramp no sólo no estaba cascada ni emitía gallos, (solamente un amago de fallo interpretando “Wait”, pero es una canción muy difícil de llegar vocalmente…), ni estaban desganados sino todo lo contrario (poseían esa noche una energía espectacular.), ni mucho menos se evidenciaba tanta diferencia de sonido con los originales WL. Todo el mundo que asistimos allí lo hicimos a sabiendas de que Vito Bratta no era el guitarra, pero en su defecto, Jaime Law hizo un trabajo loable a mí humilde parecer…

Apuntar también que la novedosa inclusión de los teclados –a diferencia de los discos- de Henning (el tío tocaba con uno inclinado hacia abajo, casi cayéndosele) resultó muy positiva. El en sí estuvo muy dinámico y no paró de moverse y animar a la gente…

El batería (Troy) muy bueno y quizás el que más desapercibido pasó fue el bajista, pelín estático en un extremo delante de Henning…

Las canciones y el buen ambiente crecían, y la gente apenas se movía para ir a la barra, optando por disfrutar del gran espectáculo y buen hacer de los Leones Blancos. Un servidor hacía incursiones de vez en cuando a los pies de los músicos para tirar fotos, aunque muchas de ellas salieran movidas por los empujones de la gente que no paraba de menearse y cierto problema con la cámara…(si lo sé me hago con una desechable)

A Tramp se le notaba especialmente cómodo y contento por el ambiente y nos lo agradecía con su voz perfectamente modulada…un portento. Tocaron unas tres o cuatro canciones de “Return of the Pride” que sonaron muy bien y que la gente coreó como si fueran clasicazos ya.

Cayeron también temas del Mane Atraction y Big Game (gran “Goin´ Home Tonight”)

Casi al final llegó uno de los momentos más álgidos y esperados de la noche: Después de un tema y una pequeña parrafadilla del guaperas, las luces se apagaron casi del todo, y Jaime comenzó a tocar los acordes de “Broken Heart”…el público se volvió literalmente loco, incluido un servidor, sobre todo a partir del riff inicial…Tramp puso el micro al público para que cantara con él en varias ocasiones y la temperatura de la pequeña sala estaba al rojo vivo…más si cabe.

“When The Childrens Cry” fue otro de los momentos cumbres –una de esas baladas eternas- después de la anterior…y así llegamos a la primera parada. Todos queríamos más y así lo hacíamos saber jaleando el nombre de la banda como infernales posesos. Mi acompañante, que no es rockera ni mucho menos, estaba encantada con el concierto (y con ellos, claro, como todas…)

Yo personalmente me felicitaba interiormente a mí mismo por haberme decidido a ir, y me caí especialmente bien…He estado en muchos conciertos en los últimos tiempos y ése estaba siendo uno de los mejores…Sonido casi perfecto, ambiente excelente, banda casi perfecta, buena compañía…todo concordaba. (aunque siempre haya disparidad de opiniones)

Salieron de nuevo al ruedo rockero. Esta vez Tramp lucía una camiseta del glorioso Osasuna, así que imaginaos la reacción de todos…parrafadilla alabando al público, a Pamplona, a los San Fermínes y algún que otro pase torero…este hombre es un espectáculo digno de ver. Este tipo de cosas se agradecen, y se valoran más cuando ves actuar al típico grupo que se limita a cantar sus temas fríamente lo más presuroso posible y salir casi por patas. White Lion saben meterse a la audiencia en el bolsillo y convertir un concierto en algo más que eso…

Arrancaron el primero de los bises con “Lady of the Valley”…así que figuraos como estaba la situación. Sonaban casi mejor que en los discos, con un aura de energía y frescor que la gente agradecía y que nos volvía locos a todo. (Por aquel entonces yo ya rezaba para que les diera por tocar tres horas…)



Parrafada de Tramp y de nuevo al tema con “Radar Love”…¡madre mía! Una de esas versiones (el original del combo holandés Golden Earring) que casi se identifica más con aquél que lo ha adaptado en tantas y tantas ocasiones…como es el caso de el León Blanco.-algo similar sucedió con Judas Priest y The Green Malanishi…-

Lo bordaron prácticamente, haciéndolo muy extenso. La putadilla es que casi al final de la canción se fue la luz, pero Troy desde el fondo del tablado no dejó de tocar su kit de batería y Tramp hizo de las suyas para que el ambiente no decayera…Al poco, el problema se solucionó y siguieron...

“El Salvador” también sonó para el deleite de todos nosotros, haciendo esa noche más especial si cabe…Y es que siempre pasa con estos grupos que vuelven, por mucha calidad que posea el material con el que regresan a la escena musical (y el “Return to the Pride” la tiene) son sus grandes clásicos de siempre los que más estimulan a la audiencia…

Tramp se marcó unas mini carreras con redobles de tambor que añadieron más espectáculo si cabe. Este tío sabe muy bien lo que hace y como hacerlo…un verdadero frontman.

El tema final y broche de oro se lo llevó “Sangre de Cristo”. Decir que este tema lo había escuchado desde que salió su último trabajo, pero me pareció infinitamente superior interpretado en vivo, lo que dice mucho a favor de la calidad como músicos de los integrantes actuales de la banda de Mike Tramp(por mucho que estemos empeñados en compararles con la genuina formación de los ochenta-noventa) …Una verdadera gozada, la verdad.

Se acabó el concierto, se despidieron dando las gracias, tod@s les agradecimos su esfuerzo jaleando su nombre y después de una lluvia (corta) de púas, desaparecieron.

En alguna croniquilla anterior había leído que éstos no eran los originales y que se notaba y cosas por el estilo, pero después de ver lo que ví el sábado no puedo ni pensar en cómo hubiera sido en los 80, porque tod@s en Tótem asistimos a un GRAN CONCIERTO.

En total…1h 45´ minutos de buena música, feelin´ y espectáculo.

MUY GRANDES WHITE LION TODAVÍA.

Esperemos que su último trabajo y el ambiente que percibió la banda les haga volver por nuestras tierras…merece mucho la pena. Los de Kobetas podrían haber mirado de traerlos, creo que se hubieran comido más que muchos grupos de los que vimos allá arriba.

Como anécdota comentar que estuvimos casi una hora esperando a la fiesta por lo de los sorteos de CDS, pero nos fuimos porque se alargaba demasiado el tema y no empezaba…aunque me dio tiempo a ver a una “chica rubia-coyote” (madre mía, Udo…jeje)

Saliendo nos topamos con Jaime Law y Claus que fueron muy amables con todos y charlamos brevemente con el australiano comprobando que son gente bastante maja y nos hicimos unas foticos con ellos.

El recinto bueno, bien organizado todo y la música del discjockey muy acertada.

NOTAS

Mike Tramp: 9,5 (genial frontman y gran voz)

Jaime Law: 8,5(muy completo a mi parecer)

Troy Farell: 9 (gran batería)

Henning: 8,5 (espectacular su trabajo y su forma de tocar en los teclados)

Claus Langeskov: 7,5 (demasiado sobrio y muy estático al bajo para mi gusto)



Para repetir sin dudarlo. “I´m Hungry, hungry, hungry for White Lion!!!!!!!