THE BLACK CROWES - THE SOUTHERN HARMONY
AND MUSICAL COMPANION (1992)
DISCOGRÁFICA: Def American
GÉNERO: Sourthern Rock, Hard Rock, Blues-Rock
PRODUCTOR: George Drakoulias
VOZ: Chris Robinson
GUITARRA: Rich RobinsonGUITARRA: Marc Ford
BAJO: Johnny Cold
BATERÍA: Stev Gorman
TRACKLIST
1- Sting Me
2- Remady
3- Thorn in My Pride
4- Bad Luck Ble Eyes Goodbye
5- Sometimes Salvation
6- Hotel Illness
7- Black Moon Creeping
8- No Spake No Slave
9- My Morning Song
10- Time Will Tell
Cuando The Black Crowes saltan a la palestra rockera allá por 1990 con su álbum de debut SHAKE YOUR MONEYMAKER el mercado del rock está compuesto por infinidad de bandas de hair metal, muchas ya de capa caida, que aprovechando el tirón que el rock duro (básicamente angelino) tuvo la década recién acabada no hacen más que imitarse unos a otros intentando recoger las migajas de un negocio que se les escapa ya de las manos. Mientras, surge un estilo, un tanto efímero quizás, como el grunge, una amalgama de estilos basados en sonidos pretéritos pero pasados por el tamiz de los tiempos neuróticos que corrían (y siguen corriendo) y siguiendo la estela del hard rock primitivo pero aderezándolo con unos toques bien subministrados de actitud punk empiezan a copar ese mercado ya en crisis.
En este contexto The Black Crowes sorprenden a la audiencia con un disco que mira directamente atrás sin complejo alguno para recoger lo mejor del sonido de dos bandas británicas emblemáticas: The Faces y The Rolling Stones. Ese es el debut de la banda de Atlanta. Un excelente disco de rock’n’roll clásico, ni muy duro, ni muy blando, una voz con mucho feeeling como la de Chris Robinson, unas melodías sencillas y una actitud más propia de los hippies de San Franciso de los años sesenta que de sus hijos, los amargados grunges de los 90.
Pero el disco que nos ocupa no es ese excelente debut de la banda de los hermanos Robinson sino el, desde mi punto de vista, mejor disco de la banda: SOUTHERN HARMONY AND MUSICAL COMPANION.
Sólo dos años bastaron para que Chris y los suyos acabaran de definir y depurar su estilo para regalaranos desde ese instante algunos de los momentos más apasionantes del rock sureño, el blues y el rock clásico del cual tan necesitados estábamos entonces y probablemente seguimos estando.
Con Southern Harmony el sonido de los Crowes se aleja de sonido de su primer álbum, aunque no tanto musicalmente hablando sino más bien en un sentido geográfico. Si Shake Your Moneymaker no recordaba a Faces/Stones, Southern le regala a nuestros oídos una música llena de raices, de raices sureñas y blueseras, tan propias de bandas como los legendarios The Allman Brothers Band entre muchos otros, pero con un estilo, una interpretación y un sentimiento tan especial que convierte desde entonces a la banda en un clásico de culto para todos los amantes del rock’n’roll más clásico y bluesero.
El disco empieza con un trallazo, un picotazo en la yugular llamado STING ME, donde el órgano hammond, los riffs llenos de rock melódico y blues, la voz desgarrada del gran Chris, y por primera vez los coros femeninos, nos emocionan y nos ponen las pilas para empezar a degustar un discazo lleno de amor por el rock’n’roll.
Y si bien empieza el disco, mejor continua. REMEDY era ya un clásico desde su primer acorde, el estribillo pegadizo y la voz de Chris más emotiva que nunca hacen de este tema unos de los mejores y más justamente aplaudidos de su carrera. Irrepetible.
Seguimos con THORN OF MY PRIDE poniendo un poco el freno en el acelerador para degustar un tema bluesero, que empieza con unos sencillos arpegios a los que rápidamente se incorpora el hammond y le sigue la voz susurrante del hermano mayor de los Robinson. Un buen tema lento.. My angels, my devils, my thorn in my pride
Seguimos con el acelerador sin pisar para emocionarnos con el blues BAD LUCK BLUE EYES GOODBYE, jamás un tema de desamor tan sencillo fue a la vez tan emotivo.
Llegamos a SOMETIMES SALVATION donde el sonido blues pasado de vueltas nos recuerda a los mismísimos Zeppelin o a los Cream más cañeros, una base rítmica contundente para un tema lento de blues, una voz que no deja de ser más que otro instrumento al servicio de las emociones que transmite, acompañado en su parte central por un corto solo de guitarra casi tan desgarrado como la voz de nuestro cantante, pletórico ya a estas alturas del vinilo.
HOTEL ILNESS es un medio tiempo que se incia con una harmónica que desde entonces marcará el tempo de la canción. Un tema alegre, melódico y con gancho, muy parecido a los temas del primer disco de los Crowes. Mucha influencia de los Stones pero también del rock americano de toda la vida.
De nuevo, y más que nunca en este disco, nos acordamos de los añorados Cream con este inicio de BLACK MOON CREEPING, un tema que se comienza como un blues de base contundente para llegar a un in crescendo donde de nuevo la voz, acompañada en el estribillo de los coros femeninos, tiene un papel destacado al lado de los riffs guitarreros, que se sirven del slide y el gua-gua para darle ese feeling especial cuando conviene, mientras el hammond está siempre ahí para darle más cuerpo a un tema bastante potente.
NO SPEAK NO SLAVE. Gran riff de inicio, contundente. Acompañado de percusiones y unas guitarras afiladas llenas de blues y sonidos sureños. Probablemente uno de los diversos temas del disco que mejor podrían entrar en esa denominación de rock sureño, lo cual, si te gusta ese estilo, es igual a decir cojonudo.
MY MORNING SONG. De nuevo rock sureño por los cuatro costados. Suma y sigue.
Y para acabar un tema acústico, original de Marley, TIME WILL TELL. Guitarras acústicas, percusiones lentas, coros femeninos, acompañamiento de un piano que sigue la melodía de fondo, todo ello sirve para dar el contrapunto tranquilito despúes de unos cuantos temas de puro rock y son el punto y final de un disco memorable.
Autor: Zep
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