23/10/08 Sala Azkena (Bilbao)
Noche de jueves, velada de fiesta, y uno de los sinónimos de fiesta en lo musical son sin duda The Quireboys. Sobre las 22 horas aparecieron sobre el minúsculo escenario del Azkena bilbaíno los británicos con el gran Spike como maestro de ceremonias. Un Spike que, aunque andaba algo escaso de voz, volvió a demostrar con su actitud y ese aura que emite que es una auténtica estrella del rock and roll.
La banda sabe perfectamente que su exitoso debut ‘A Bit Of What You Fancy’ es el favorito de su público y el set list en su mayoría estuvo compuesto por piezas de ese disco. Canciones como ‘Whippin Boy’, la medio country ‘Sweet Mary Ann’ o ‘There She Goes Again’ son inolvidables y dejan claro el carácter de ‘buscavidas’ de la formación inglesa. No faltó el recuerdo a su injustamente ignorado segundo disco, ‘Bitter Sweet &Twisted’, con la interpretación de tal vez su mejor canción, ‘Tramps & Thieves’, ni esa declaración de principios que dio título a su álbum de regreso como es ‘This Is Rock ‘N’ Roll’. Asimismo ‘The Finer Stuff’, con ese inicio AC/DC, representó a ‘Well Oiled’
Pero hay que recordar que The Quireboys están de gira defendiendo la publicación de un estupendo nuevo disco titulado ‘Homewreckers & Heartbreakers’ del que ofrecieron desde el rock and roll puro y sucio de ‘I Love This Dirty Town’, la belleza de ‘Mona Lisa Smiled’, hasta el desgarro en forma de balada de ‘Late Night Saturday Call’.
Los momentos estelares de la noche hacen regresar a ‘A Bit Of What You Fancy’ con las festivas ‘Hey You’ y ‘7 O’Clock,’ en las que el carismático Spike tocó la armónica e invitó al público a cantar los estribillos, cosa que éste hizo sin rechistar y de buena gana.
Para el final dejaron como es habitual el contraste entre otra sentida balada como es ‘I don´t Love You Anymore’, en la que la que la voz de Spike suena desgarrada y sentida al máximo, y el desparrame rockero de ‘Sex Party’ con la sala de bote en bote y con duelo guitarrero entre Guy Griffin y Paul Guerin incluido.
Una noche más, unas copas de vino más, unas cervezas más, unos chupitos de Jack Daniels más… y mucho rock and roll. “We are The Quireboys and this is rock and roll’. Ellos cumplen su palabra ante 3.000 o ante 200 personas. Como debe ser.
La banda sabe perfectamente que su exitoso debut ‘A Bit Of What You Fancy’ es el favorito de su público y el set list en su mayoría estuvo compuesto por piezas de ese disco. Canciones como ‘Whippin Boy’, la medio country ‘Sweet Mary Ann’ o ‘There She Goes Again’ son inolvidables y dejan claro el carácter de ‘buscavidas’ de la formación inglesa. No faltó el recuerdo a su injustamente ignorado segundo disco, ‘Bitter Sweet &Twisted’, con la interpretación de tal vez su mejor canción, ‘Tramps & Thieves’, ni esa declaración de principios que dio título a su álbum de regreso como es ‘This Is Rock ‘N’ Roll’. Asimismo ‘The Finer Stuff’, con ese inicio AC/DC, representó a ‘Well Oiled’
Pero hay que recordar que The Quireboys están de gira defendiendo la publicación de un estupendo nuevo disco titulado ‘Homewreckers & Heartbreakers’ del que ofrecieron desde el rock and roll puro y sucio de ‘I Love This Dirty Town’, la belleza de ‘Mona Lisa Smiled’, hasta el desgarro en forma de balada de ‘Late Night Saturday Call’.
Los momentos estelares de la noche hacen regresar a ‘A Bit Of What You Fancy’ con las festivas ‘Hey You’ y ‘7 O’Clock,’ en las que el carismático Spike tocó la armónica e invitó al público a cantar los estribillos, cosa que éste hizo sin rechistar y de buena gana.
Para el final dejaron como es habitual el contraste entre otra sentida balada como es ‘I don´t Love You Anymore’, en la que la que la voz de Spike suena desgarrada y sentida al máximo, y el desparrame rockero de ‘Sex Party’ con la sala de bote en bote y con duelo guitarrero entre Guy Griffin y Paul Guerin incluido.
Una noche más, unas copas de vino más, unas cervezas más, unos chupitos de Jack Daniels más… y mucho rock and roll. “We are The Quireboys and this is rock and roll’. Ellos cumplen su palabra ante 3.000 o ante 200 personas. Como debe ser.
Crónica y Fotos: Josetxu Beaskoa
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