MACH22 - SWEET TALK INTERVENTION
82/100
Discográfica: Mach22
Estilo: Hard Rock
Productor: Jeff LaBar
Formación:
Lamont Caldwell: Cantante
Sebastian LaBar: Guitarra
Ted Merrill: Guitarra
Jaron Gulino: Bajo
Damian MonteCarlo: Batería
Tracklist:
01. Constant Denier
02. Go Ahead
03. Don't You Give Me
04. I'm Just A Man
05. Stone Rose
06. Backslider
07. Made To Love
08. Radio
09. One Trick Pony
10. Nevermind
Ahora que lo que queda de los G'n'R es sólo una caricatura de lo que fueron durante la gloriosa etapa comprendida entre 1987 y 1992, afortunadamente, no cesan de aparecer grupos basados en su concepto y visión del R'n'R, como ellos se basaron a su vez en Aerosmith y éstos en los Rolling Stones. Ahora que todo está inventado y que todos se basan en todos, es imposible no parecerse a tal o cual, que le vamos a hacer.
Con Mach22, el circulo o la evolución no se ha cerrado y es seguro que saldrán otros que les enmendarán la plana (ahí se andan en cuanto a talento con Santa Cruz, aunque quizás estén un peldaño por debajo), pero Mach22 son muy buenos en lo que hacen y este disco atesora una calidad indudable, picando no sólo en el legado del decrépito W. Axl Rose, sino en otros mucho más clásicos e incluso modernos que aún no tienen legado.
Slash les ha apadrinado, y "estrellas" como los guarretes Steel Panther o Tom Keifer se los han llevado de gira, y estos, de tontos no tienen un pelo.
Su origen Yankee, les convierte en una rareza ahora que toda esta música viene del frío norte europeo, y su productor, paisano y "Ceniciento" Jeff Labbar (padre del guitarrista Sebastian) ha sabido darle el aire oportuno al sonido, con una buena mezcla de crudeza y limpieza, por lo que el sonido es muy natural y directo, dando la sensación de que estamos escuchándolos encima de un escenario.
La descarga se inicia con la "Gunner", "Constant Denier" durante la cual dejan claro cual es su objetivo con su ritmo doblado y potentes guitarras. La voz recuerda a Astbury a ratos por su arrogancia y el punteo lo podría haber firmado un Slash hasta arriba de Jack Daniels.
"Go Ahead" recuerda a los AC/DC de hace 36 años por el riff y los cortes rítmicos. Puro R'N'R.
Más reposada se presenta "Don't You Give Me" durante la cual guitarras y bajo van de la mano en la mejor tradición setentera abanderada por Led Zeppelin y que muchos practicaron después. Incluye un mini rap que queda ridículo.
En "I'm Just A Man" el "claqueante" bajo se hace dueño de la canción hasta que las guitarras imponen su ley en otro tema con silbatos y cencerros de onda "Gunner" con escasa melodía pero mucha garra.
"Stone Rose" es más tranquila y melodiosa, tirando de guitarras semiacusticas y cierta dosis de ñoñería. Buen estribillo que suena sureño y ya sabéis a quien recuerda. Estupenda la parte intermedia. Temazo.
El Wah-Wah de "Backslider" pretende esconder que han fusilado el riff de "Whole lotta Rosie", aunque después le añaden su peculiar toque y no se nota tanto. Punteo de órdago.
Más Wah-Wah setentero en "Made To Love" donde exploran unos terrenos menos potentes por las lineas de guitarras y bajo en lo que es el tema más flojo del disco. Demasiado "hiphopeo"...
"Radio" es absolutamente pegadiza y recuerda por el riff a Lenny Kravitz, en un tema que vuelve a sacar todo el Rock 'n' Roll que llevan dentro. El punteo, en cambio, parece tocado por Slash.
En "One Trick Pony" se vuelven más oscuros y melancólicos, sonando en onda Seattle, hasta que llega el estribillo en plan himno, en el que es el tema más personal del disco.
El disco termina con la acelerada "Nevermind" que no desmerece con ninguna de las anteriores, recobrando con más fuerza la onda "Gunner" que no han abandonado en todo el disco y que es con la que más cómodos se sienten.
En definitiva, buen grupo y notable disco que esperemos tenga más repercusión de la habitual en este tipo de trabajos, al menos en su país de origen, que es donde se juegan el ser o no ser en este mundillo.
Con Mach22, el circulo o la evolución no se ha cerrado y es seguro que saldrán otros que les enmendarán la plana (ahí se andan en cuanto a talento con Santa Cruz, aunque quizás estén un peldaño por debajo), pero Mach22 son muy buenos en lo que hacen y este disco atesora una calidad indudable, picando no sólo en el legado del decrépito W. Axl Rose, sino en otros mucho más clásicos e incluso modernos que aún no tienen legado.
Slash les ha apadrinado, y "estrellas" como los guarretes Steel Panther o Tom Keifer se los han llevado de gira, y estos, de tontos no tienen un pelo.
Su origen Yankee, les convierte en una rareza ahora que toda esta música viene del frío norte europeo, y su productor, paisano y "Ceniciento" Jeff Labbar (padre del guitarrista Sebastian) ha sabido darle el aire oportuno al sonido, con una buena mezcla de crudeza y limpieza, por lo que el sonido es muy natural y directo, dando la sensación de que estamos escuchándolos encima de un escenario.
La descarga se inicia con la "Gunner", "Constant Denier" durante la cual dejan claro cual es su objetivo con su ritmo doblado y potentes guitarras. La voz recuerda a Astbury a ratos por su arrogancia y el punteo lo podría haber firmado un Slash hasta arriba de Jack Daniels.
"Go Ahead" recuerda a los AC/DC de hace 36 años por el riff y los cortes rítmicos. Puro R'N'R.
Más reposada se presenta "Don't You Give Me" durante la cual guitarras y bajo van de la mano en la mejor tradición setentera abanderada por Led Zeppelin y que muchos practicaron después. Incluye un mini rap que queda ridículo.
En "I'm Just A Man" el "claqueante" bajo se hace dueño de la canción hasta que las guitarras imponen su ley en otro tema con silbatos y cencerros de onda "Gunner" con escasa melodía pero mucha garra.
"Stone Rose" es más tranquila y melodiosa, tirando de guitarras semiacusticas y cierta dosis de ñoñería. Buen estribillo que suena sureño y ya sabéis a quien recuerda. Estupenda la parte intermedia. Temazo.
El Wah-Wah de "Backslider" pretende esconder que han fusilado el riff de "Whole lotta Rosie", aunque después le añaden su peculiar toque y no se nota tanto. Punteo de órdago.
Más Wah-Wah setentero en "Made To Love" donde exploran unos terrenos menos potentes por las lineas de guitarras y bajo en lo que es el tema más flojo del disco. Demasiado "hiphopeo"...
"Radio" es absolutamente pegadiza y recuerda por el riff a Lenny Kravitz, en un tema que vuelve a sacar todo el Rock 'n' Roll que llevan dentro. El punteo, en cambio, parece tocado por Slash.
En "One Trick Pony" se vuelven más oscuros y melancólicos, sonando en onda Seattle, hasta que llega el estribillo en plan himno, en el que es el tema más personal del disco.
El disco termina con la acelerada "Nevermind" que no desmerece con ninguna de las anteriores, recobrando con más fuerza la onda "Gunner" que no han abandonado en todo el disco y que es con la que más cómodos se sienten.
En definitiva, buen grupo y notable disco que esperemos tenga más repercusión de la habitual en este tipo de trabajos, al menos en su país de origen, que es donde se juegan el ser o no ser en este mundillo.
AUTOR: Óscar L. González (Mendo)
