AVANTASIA - THE MYSTERY OF TIME
81/100
Discográfica: Nuclear Blast
Estilo: Metal Melódico
Productor: Sascha Paeth
Formación:
Tobias Sammet - Voz, Bajo
Russell Gilbrook - Batería
Michael "Miro" Rodenberg - Teclados, Orquestaciones
Sascha Paeth - Guitarras
Músicos Invitados:
Bruce Kulick, Oliver Hartmann, Arjen Anthony Lucassen - Guitarras
Bob Catley, Amanda Somerville, Joe Lynn Turner, Eric Martin, Ronnie Atkins, Biff Byford, Michael Kiske, Cloudy Yang - Voz
Track List:
01. Spectres
02. The Watchmakers' Dream
03. Black Orchid
04. Where Clock Hands Freeze
05. Sleepwalking
06. Savior In The Clockwork
07. Invoke The Machine
08. What's Left Of Me
09. Dweller In A Dream
10. The Great Mystery
Tobias Sammet, el hacedor de maravillosas melodías, está de vuelta con AVANTASIA. Recuerdo cuando sacó la segunda parte de su Opera Metal y anunció que no habría más discos de Avantasia y que en adelante dedicaría su carrera a su grupo: Edguy. El tiempo le hizo meditar esta errónea decisión y posteriormente nos regaló más trabajos geniales fuera de su grupo.
Con este “The Mystery Of Time” lo ha vuelto a lograr. Sammet es una apuesta segura para quién quiera encontrar canciones llenas de melodías, buenos coros y mucho sentimiento. Los discos pueden no ser perfectos pero siempre hay donde rascar y nunca falla. Este último trabajo no iba a ser una excepción por supuesto. Le llevo siguiendo desde sus orígenes y ya hace más de una década en la que sé que cada nuevo trabajo suyo merece la pena. Mis únicas dudas eran si el disco sería mejor o peor, pero que iba a encontrar canciones maravillosas no cabía duda. Y como digo este nuevo trabajo no es una excepción, pues se trata de un disco donde la nota predominante es la melodía. Avantasia sigue siendo heavy, pero ya mucho más melódico si cabe dando menor protagonismo a la contundencia, y es que Sammet ya lleva tiempo coqueteando (sobre todo en Edguy) con el Hard rock más melódico y en más de una ocasión con el rock melódico e incluso con el AOR (declaró hace tiempo que si algún día hiciera un disco de AOR no lo produciría por ejemplo Sascha Paeth, sino Desmond Child).
Realmente no encontramos nada nuevo u original, pero sí un alarde de cuidadas melodías adornadas por matices mucho más maduros que en primeros trabajos, y es que la experiencia bien usada puede ser algo positivo. En este trabajo Sammet ha creado una obra llena de frescura con múltiples estilos, y parte de este resultado hay que agradecerlo al buen hacer de los teclados, más presentes que nunca, tanto en solos como en acompañamiento. También la orquestación, como siempre, será parte fundamental.
Ya con el primer tema, “Spectres” escuchamos lo que nos deparará “The Mystery Of Time”, es decir, melodías fabulosas llenas de fuerza y energía, teclados con mucho sentimiento, coros cuidadísimos y abundantes cambios de ritmo. Este tema supone una obertura perfecta como declaración o prólogo de lo que está por venir. El protagonismo principal en las voces en este tema es del propio Tobias Sammet salvo partes contadas.
La velocidad se hace hueco en el corte titulado “The Watchmakers Dream”, un tema más speedico que nos hace recordar al Avantasia más primigenio. Como dije, sin dar tanto protagonismo a la contundencia, se trata de un tema ultra melódico donde la velocidad parece flotar suavemente mientras la brisa de los teclados y un estribillo contagioso hace cargar el ambiente de optimismo. El nivel se mantiene en lo más alto con Joe Lynn Turner como principal ingrediente acompañado por Tobias. A Turner le ha quedado especialmente bien este tema.
En el espectacular “Black Orchid” viajamos por parajes hardrockeros mucho más clásicos (no podía ser de otra manera con Biff Byford a las voces junto a Tobias). Un cúmulo de sensaciones se pueden vislumbrar en esta composición. La fabulosa orquestación (que en general es genial en todo el disco como ya comenté), los riffs pesados pero clasicistas tributando los buenos años ’70 y por otro lado Sammet dándole ese toque tan personal que tiene tanto en la melodía como en cada una de las diferentes partes de la canción, hacen de este tema una delicia. No os perdáis esta maravillosa genialidad. Un largo tema que pasa volando.
Desde luego Tobias sigue madurando y rompiendo ese anquilosamiento sin remedio del que no parece salir el power metal alemán. No es que sea un disco específicamente power pues está lleno de múltiples estilos como ya comenté, pero ha evolucionado su propio estilo sin perder un ápice de su personalidad, cosa que se agradece en grado sumo.
El mítico cantante Michael Kiske hace su prodigiosa aparición en “Where Clock Hands Freeze”, otro tema que nos hace recordar al Avantasia del primer disco, pero con más madurez. Kiske sigue teniendo su potente voz aunque creo que algo arreglada para los tonos más agudos, y es que la edad no pasa sin arrasar aunque sea una parte de cada uno de nosotros. Sammet aparece como mero acompañante. Buen tema rápido lleno de estupendas melodías.
“Sleepwalking” es el primer single del disco, donde se aprecia ya de forma más explícita la madurez sin complejos de Tobias Sammet (aunque ya lo habíamos visto en otros discos anteriores) al crear este fabuloso medio tiempo con menos toques rockeros, y dándole igual el “qué dirán”. Un fantástico tema lleno de sentimiento que rompe, pero sin exacerbación, con el estilo marcado, pues posee algunos elementos de toque moderno. El dueto de Sammet con la preciosa voz de Cloudy Yang encaja perfectamente y es especialmente acertado.
Seguimos con “Savior In The Clockwork”, la cual tras una preciosa introducción a modo de banda sonora, da rienda suelta al doble bombo y caja para posteriormente contemporizar con la fabulosa voz de Turner. Gran tema de más de 10 minutos con buenos coros, mucha melodía y variados ritmos que tendrán también como protagonistas sobre todo a Byford y al propio Sammet.
Tocamos el heavy metal más clásico con el comienzo de “Invoke The Machine”, el cual parece instrumental, pero enseguida comienza Sammet junto a Ronnie Atkins (Pretty Maids) su particular dueto donde el piano que suena con anterioridad al estribillo dan la nota de peculiaridad que hace que los trabajos de Avantasia tengan personalidad per se. Más endurecida pero melódica y sin ser una de mis predilectas, no por ello deja de ser una buena pieza.
Esta parte más cañera no es problema para el maestro Tobias que, avezado en fabulosas e intensas baladas, nos presenta una de esas composiciones preciosistas. En este caso se trata de "Whats Left Of Me", una balada de lo más clásico que canta casi en su totalidad de formidable manera otro grande como es Eric Martin (Mr. Big). Probablemente estemos ante una de las mejores baladas de este año 2013, y en el top 10 con total seguridad. Sensibilidad, fuerza y sentimiento desde el comienzo hasta las últimas notas de piano.
En cambio con “Dweller In A Dream” volvemos al movimiento en un tema que no está nada mal, pero donde más que el estribillo en sí, lo que más me convence son algunos matices como las primeras estrofas cantadas sobre todo por Michale Kiske. Otro buen tema.
Finaliza este trabajado disco con “The Great Mystery”, otro largo trabajo de 10 minutos donde el gran aliciente es escuchar a un clásico del AOR y ya también de Avantasia (pues no es la primera vez que canta junto a Tobias) como es el gran Bob Catley (Magnum). Una pieza que también servirá de lucimiento a Turner y Byford. En todos los discos de Avantasia ha habido larguísimos temas y aunque este no sea uno de mis grandes favoritos es una gran composición llena de buenas melodías, cambios de ritmo y una maravillosa orquestación.
No se trata de mi disco favorito de Avantasia ni mucho menos, pero tal vez esto se pueda achacar al efecto sorpresa que tuvieron los dos primeros trabajos cuando los escuché por primera vez. Y con ello no digo, como ya habéis leído, que el disco sea flojo, ya que por el contrario es un grandísimo álbum que consolida la madurez de Tobias Sammet (si es que alguien aún lo dudaba) y que da oxígeno al metal alemán aunque Sammet ya va un poco por libre en este sentido. No os lo perdáis y escucharlo las veces necesarias para apreciar todo el jugo que tiene en su interior, que es mucho, bueno y con sustancia.
Con este “The Mystery Of Time” lo ha vuelto a lograr. Sammet es una apuesta segura para quién quiera encontrar canciones llenas de melodías, buenos coros y mucho sentimiento. Los discos pueden no ser perfectos pero siempre hay donde rascar y nunca falla. Este último trabajo no iba a ser una excepción por supuesto. Le llevo siguiendo desde sus orígenes y ya hace más de una década en la que sé que cada nuevo trabajo suyo merece la pena. Mis únicas dudas eran si el disco sería mejor o peor, pero que iba a encontrar canciones maravillosas no cabía duda. Y como digo este nuevo trabajo no es una excepción, pues se trata de un disco donde la nota predominante es la melodía. Avantasia sigue siendo heavy, pero ya mucho más melódico si cabe dando menor protagonismo a la contundencia, y es que Sammet ya lleva tiempo coqueteando (sobre todo en Edguy) con el Hard rock más melódico y en más de una ocasión con el rock melódico e incluso con el AOR (declaró hace tiempo que si algún día hiciera un disco de AOR no lo produciría por ejemplo Sascha Paeth, sino Desmond Child).
Realmente no encontramos nada nuevo u original, pero sí un alarde de cuidadas melodías adornadas por matices mucho más maduros que en primeros trabajos, y es que la experiencia bien usada puede ser algo positivo. En este trabajo Sammet ha creado una obra llena de frescura con múltiples estilos, y parte de este resultado hay que agradecerlo al buen hacer de los teclados, más presentes que nunca, tanto en solos como en acompañamiento. También la orquestación, como siempre, será parte fundamental.
Ya con el primer tema, “Spectres” escuchamos lo que nos deparará “The Mystery Of Time”, es decir, melodías fabulosas llenas de fuerza y energía, teclados con mucho sentimiento, coros cuidadísimos y abundantes cambios de ritmo. Este tema supone una obertura perfecta como declaración o prólogo de lo que está por venir. El protagonismo principal en las voces en este tema es del propio Tobias Sammet salvo partes contadas.
La velocidad se hace hueco en el corte titulado “The Watchmakers Dream”, un tema más speedico que nos hace recordar al Avantasia más primigenio. Como dije, sin dar tanto protagonismo a la contundencia, se trata de un tema ultra melódico donde la velocidad parece flotar suavemente mientras la brisa de los teclados y un estribillo contagioso hace cargar el ambiente de optimismo. El nivel se mantiene en lo más alto con Joe Lynn Turner como principal ingrediente acompañado por Tobias. A Turner le ha quedado especialmente bien este tema.
En el espectacular “Black Orchid” viajamos por parajes hardrockeros mucho más clásicos (no podía ser de otra manera con Biff Byford a las voces junto a Tobias). Un cúmulo de sensaciones se pueden vislumbrar en esta composición. La fabulosa orquestación (que en general es genial en todo el disco como ya comenté), los riffs pesados pero clasicistas tributando los buenos años ’70 y por otro lado Sammet dándole ese toque tan personal que tiene tanto en la melodía como en cada una de las diferentes partes de la canción, hacen de este tema una delicia. No os perdáis esta maravillosa genialidad. Un largo tema que pasa volando.
Desde luego Tobias sigue madurando y rompiendo ese anquilosamiento sin remedio del que no parece salir el power metal alemán. No es que sea un disco específicamente power pues está lleno de múltiples estilos como ya comenté, pero ha evolucionado su propio estilo sin perder un ápice de su personalidad, cosa que se agradece en grado sumo.
El mítico cantante Michael Kiske hace su prodigiosa aparición en “Where Clock Hands Freeze”, otro tema que nos hace recordar al Avantasia del primer disco, pero con más madurez. Kiske sigue teniendo su potente voz aunque creo que algo arreglada para los tonos más agudos, y es que la edad no pasa sin arrasar aunque sea una parte de cada uno de nosotros. Sammet aparece como mero acompañante. Buen tema rápido lleno de estupendas melodías.
“Sleepwalking” es el primer single del disco, donde se aprecia ya de forma más explícita la madurez sin complejos de Tobias Sammet (aunque ya lo habíamos visto en otros discos anteriores) al crear este fabuloso medio tiempo con menos toques rockeros, y dándole igual el “qué dirán”. Un fantástico tema lleno de sentimiento que rompe, pero sin exacerbación, con el estilo marcado, pues posee algunos elementos de toque moderno. El dueto de Sammet con la preciosa voz de Cloudy Yang encaja perfectamente y es especialmente acertado.
Seguimos con “Savior In The Clockwork”, la cual tras una preciosa introducción a modo de banda sonora, da rienda suelta al doble bombo y caja para posteriormente contemporizar con la fabulosa voz de Turner. Gran tema de más de 10 minutos con buenos coros, mucha melodía y variados ritmos que tendrán también como protagonistas sobre todo a Byford y al propio Sammet.
Tocamos el heavy metal más clásico con el comienzo de “Invoke The Machine”, el cual parece instrumental, pero enseguida comienza Sammet junto a Ronnie Atkins (Pretty Maids) su particular dueto donde el piano que suena con anterioridad al estribillo dan la nota de peculiaridad que hace que los trabajos de Avantasia tengan personalidad per se. Más endurecida pero melódica y sin ser una de mis predilectas, no por ello deja de ser una buena pieza.
Esta parte más cañera no es problema para el maestro Tobias que, avezado en fabulosas e intensas baladas, nos presenta una de esas composiciones preciosistas. En este caso se trata de "Whats Left Of Me", una balada de lo más clásico que canta casi en su totalidad de formidable manera otro grande como es Eric Martin (Mr. Big). Probablemente estemos ante una de las mejores baladas de este año 2013, y en el top 10 con total seguridad. Sensibilidad, fuerza y sentimiento desde el comienzo hasta las últimas notas de piano.
En cambio con “Dweller In A Dream” volvemos al movimiento en un tema que no está nada mal, pero donde más que el estribillo en sí, lo que más me convence son algunos matices como las primeras estrofas cantadas sobre todo por Michale Kiske. Otro buen tema.
Finaliza este trabajado disco con “The Great Mystery”, otro largo trabajo de 10 minutos donde el gran aliciente es escuchar a un clásico del AOR y ya también de Avantasia (pues no es la primera vez que canta junto a Tobias) como es el gran Bob Catley (Magnum). Una pieza que también servirá de lucimiento a Turner y Byford. En todos los discos de Avantasia ha habido larguísimos temas y aunque este no sea uno de mis grandes favoritos es una gran composición llena de buenas melodías, cambios de ritmo y una maravillosa orquestación.
No se trata de mi disco favorito de Avantasia ni mucho menos, pero tal vez esto se pueda achacar al efecto sorpresa que tuvieron los dos primeros trabajos cuando los escuché por primera vez. Y con ello no digo, como ya habéis leído, que el disco sea flojo, ya que por el contrario es un grandísimo álbum que consolida la madurez de Tobias Sammet (si es que alguien aún lo dudaba) y que da oxígeno al metal alemán aunque Sammet ya va un poco por libre en este sentido. No os lo perdáis y escucharlo las veces necesarias para apreciar todo el jugo que tiene en su interior, que es mucho, bueno y con sustancia.
AUTOR: Juanan (Lord Ford Sammet)
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