RAGE - 21
85/100
GÉNERO: SPEED METAL
DISCOGRÁFICA: NUCLEAR BLAST
PRODUCTOR: RAGE
MÚSICOS
Vocalista y bajista: Peter “Peavy” Wagner
Guitarrista: Victor Smolski
Batería: André Hilgers
TRACKLIST
HOUSE WINS
TWENTY ONE
FOREVER DEAD
FEEL MY PAIN
SERIAL KILLER
PSYCHO TERROR
DESTINY
DEATH ROMANTIC
BLACK AND WHITE
CONCRETE WALL
ETERNALLY
La banda alemana, con 28 años de actividad a sus espaldas (desde que publicaran en 1984 Prayers of steel bajo la autoría de Avenger), vuelve tras Strings to a Web, con el que será su vigésimo primer álbum, cuyo título no deja demasiado a la imaginación.
Twenty One es el nombre de su último trabajo, haciéndole un guiño al famoso juego de cartas blackjack.
El trío germano, liderado por Peavy Wagner y Victor Smolski, nos presenta un álbum con 11 cortes llenos de heavy metal, trash y estribillos al más puro estilo Rage.
La intro, House Wins, con una melodía teatral y algo oscura, da paso al tema que da nombre al disco. Twenty One comienza con la narración de Peavy sobre la adicción de un hombre al blackjack. Y casi sin darnos cuenta, nos encontramos con una batería rápida y contundente, acompañada de los riffs de un Victor Smolski impecable tanto en composición como en ejecución. Canción en general rápida con un estribillo algo más melódico a la par que pegadizo.
Del tercer track, Forever Dead, probablemente el mejor tema del disco para mi gusto (y que nos puede recordar a Down), y el favorito de Smolski, destacaría absolutamente todo; una batería rápida, a cargo de André Hilgers, un bajo potente y un registro vocal de Peavy que demuestra que se adapta perfectamente a las necesidades de cada canción, y cómo no, la guitarra de Victor que consigue que el sonido sea demoledor.
Llega el momento más rockero del disco con Feel my Pain, una de mis favoritas; quizá la canción más melódica y no por ello peor, teniendo que hacer mención, una vez más, a los riffs de guitarra.
Después de este momento de “calma”, nos encontramos con un grito de bienvenida a Serial Killer, con unos guturales de Peavy, alternando con otras partes más tranquilas, siendo un tema difícil de digerir en las primeras escuchas pero que terminaremos reconsiderando nuestra primera impresión, al igual que pasa con Pycho Terror, con un sonido muy trash y sin excesiva rapidez.
Todo lo contrario escuchamos en Destiny, que es una composición bastante rápida pero con un estribillo más lento, melódico y con los cambios de ritmo bien marcados gracias a las baquetas de Hilgers.
Es el turno de Death Romantic, que aun siendo un tema bastante rockero, con un estribillo más o menos pegadizo, me parece un poco flojo junto con Black and White, que a pesar de ser más cañero, se me ha atragantado un poco en las primeras valoraciones.
De nuevo un sonido más trash cuando comienza la penúltima pista, Concrete Wall, escuchando cantar a Peavy Wagner, haciendo honor al nombre de banda, con rabia y sin ese toque afable que muestra en Eternally, la canción que cierra el disco, y que se grabó para el 25 aniversario de Nuclear Blast, siendo regrabada para incluirla en este Twenty One, aunque bajo mi punto de vista, en este disco quizá me sobre al ser tan lenta.
Mi visión general del disco es buena, quizá sin ser una obra maestra, pero que no defraudará a los seguidores de los alemanes RAGE, incluso me atrevería a decir que de este trabajo saldrán temas “bandera” que no podrán faltar en los directos durante mucho tiempo.
Autor: Sandra Hurtado
Twenty One es el nombre de su último trabajo, haciéndole un guiño al famoso juego de cartas blackjack.
El trío germano, liderado por Peavy Wagner y Victor Smolski, nos presenta un álbum con 11 cortes llenos de heavy metal, trash y estribillos al más puro estilo Rage.
La intro, House Wins, con una melodía teatral y algo oscura, da paso al tema que da nombre al disco. Twenty One comienza con la narración de Peavy sobre la adicción de un hombre al blackjack. Y casi sin darnos cuenta, nos encontramos con una batería rápida y contundente, acompañada de los riffs de un Victor Smolski impecable tanto en composición como en ejecución. Canción en general rápida con un estribillo algo más melódico a la par que pegadizo.
Del tercer track, Forever Dead, probablemente el mejor tema del disco para mi gusto (y que nos puede recordar a Down), y el favorito de Smolski, destacaría absolutamente todo; una batería rápida, a cargo de André Hilgers, un bajo potente y un registro vocal de Peavy que demuestra que se adapta perfectamente a las necesidades de cada canción, y cómo no, la guitarra de Victor que consigue que el sonido sea demoledor.
Llega el momento más rockero del disco con Feel my Pain, una de mis favoritas; quizá la canción más melódica y no por ello peor, teniendo que hacer mención, una vez más, a los riffs de guitarra.
Después de este momento de “calma”, nos encontramos con un grito de bienvenida a Serial Killer, con unos guturales de Peavy, alternando con otras partes más tranquilas, siendo un tema difícil de digerir en las primeras escuchas pero que terminaremos reconsiderando nuestra primera impresión, al igual que pasa con Pycho Terror, con un sonido muy trash y sin excesiva rapidez.
Todo lo contrario escuchamos en Destiny, que es una composición bastante rápida pero con un estribillo más lento, melódico y con los cambios de ritmo bien marcados gracias a las baquetas de Hilgers.
Es el turno de Death Romantic, que aun siendo un tema bastante rockero, con un estribillo más o menos pegadizo, me parece un poco flojo junto con Black and White, que a pesar de ser más cañero, se me ha atragantado un poco en las primeras valoraciones.
De nuevo un sonido más trash cuando comienza la penúltima pista, Concrete Wall, escuchando cantar a Peavy Wagner, haciendo honor al nombre de banda, con rabia y sin ese toque afable que muestra en Eternally, la canción que cierra el disco, y que se grabó para el 25 aniversario de Nuclear Blast, siendo regrabada para incluirla en este Twenty One, aunque bajo mi punto de vista, en este disco quizá me sobre al ser tan lenta.
Mi visión general del disco es buena, quizá sin ser una obra maestra, pero que no defraudará a los seguidores de los alemanes RAGE, incluso me atrevería a decir que de este trabajo saldrán temas “bandera” que no podrán faltar en los directos durante mucho tiempo.
Autor: Sandra Hurtado