Hace cinco años TNT grabaron un dvd en la Sala Heineken de Madrid y poco después su cantante, Tony Harnell, dejaba el grupo. Cuando muchos pensamos que esto significaría su desaparición, se anunció a Tony Mills de Shy como su sustituto, y tras tres irregulares discos de estudio después, aquí les teníamos de nuevo en la misma sala y con el mismo objetivo, grabar un dvd en directo.
Esta vez lejos del lleno de su anterior visita la sala presentó una afluencia floja aunque más o menos digna y así a las 21:00h de la noche saltaban los músicos al escenario.
Abrieron fuego con “Hello, hello”, de “Atlantis”, y al grupo se le veía con muchas ganas, con un Mills especialmente activo que no pararía ni un momento de moverse por todo el escenario durante el concierto.
El sonido, al menos desde primera fila, era correcto aunque la voz estaba por debajo del resto de instrumentos. Los de Le Tekro apostaron por sus últimas entregas durante la primera mitad del set, cosa que podrá gustar más o menos pero me parece de lo más coherente.
De este modo sonaron “Substitute” de “The new territory” y de su última entrega, “A farewell to arms”, tocaron seguidas “Ship in the night” y “Refugee”, tema éste último que seguía de nuevo la estela de lo que fue “My religion”en cuanto a sonido clásico y que en directo sonó muy bien y podría convertirse sin problemas en uno de los temas fijos de sus conciertos.
Como representante de sus primeros trabajos, el tema elegido fue “USA” y si bien es una canción del primer disco que el grupo regrabó con Harnell en su segunda entrega, éste todavía no servía al público para saber cómo respondería Mills a la hora de atacar los clásicos. Antes de ese momento escucharíamos un enérgico “Barracuda”, otro tema de su última entrega, seguido por “Harley Davidson” (tema que volvieron a regrabar con Mills como bonus en su debut con el grupo), y un solo de Le Tekro para el que se apoyó en Victor Borge (que además durante el resto de la velada hizo una buena labor en los coros) y Diesel Dahl, haciendo que más que un típico y rutinario solo sea una instrumental en la que el gran guitarrista hace gala de sus habilidades y termine, literalmente, por el suelo.
Y así llegó el momento que muchos aguardaban con impaciencia ya que, si bien el concierto había transcurrido de manera fluida y entretenida para los que no esperaban solamente un set de clásicos, había ganas de escuchar los temas que hicieron grandes a los noruegos y tras uno que podríamos catalogar ya de clásico como “My religion”, sonaron “Tonight I’m falling” y “10000 lovers (in one)” en los que Mills dio la talla y lo hizo con su propio sello y personal voz, sin intentar copiar a Harnell pero haciendo que las canciones no perdieran su magia.
Tras estos temas se retiraron muy brevemente y volvieron para los correspondientes bises entres los que se incluyó un “Everyone’s a star” que pudo ser fácilmente el momento álgido de la noche. Tras éste otro que le siguió en cuanto al recibimiento entusiasta del público, “Intuition”, y el fin de fiesta con “Seven seas”.
En definitiva, gusten o no sus discos con Mills, éste no desentona y el grupo en directo suena bien, pero sin duda el punto negro volvió a ser la escasa duración del concierto, con apenas hora y cuarto que para un grupo como TNT con una amplia y variada discografía es poco y desde luego no animará a muchos a repetir la experiencia (y creo que con toda la razón).
Esta vez lejos del lleno de su anterior visita la sala presentó una afluencia floja aunque más o menos digna y así a las 21:00h de la noche saltaban los músicos al escenario.
Abrieron fuego con “Hello, hello”, de “Atlantis”, y al grupo se le veía con muchas ganas, con un Mills especialmente activo que no pararía ni un momento de moverse por todo el escenario durante el concierto.
El sonido, al menos desde primera fila, era correcto aunque la voz estaba por debajo del resto de instrumentos. Los de Le Tekro apostaron por sus últimas entregas durante la primera mitad del set, cosa que podrá gustar más o menos pero me parece de lo más coherente.
De este modo sonaron “Substitute” de “The new territory” y de su última entrega, “A farewell to arms”, tocaron seguidas “Ship in the night” y “Refugee”, tema éste último que seguía de nuevo la estela de lo que fue “My religion”en cuanto a sonido clásico y que en directo sonó muy bien y podría convertirse sin problemas en uno de los temas fijos de sus conciertos.
Como representante de sus primeros trabajos, el tema elegido fue “USA” y si bien es una canción del primer disco que el grupo regrabó con Harnell en su segunda entrega, éste todavía no servía al público para saber cómo respondería Mills a la hora de atacar los clásicos. Antes de ese momento escucharíamos un enérgico “Barracuda”, otro tema de su última entrega, seguido por “Harley Davidson” (tema que volvieron a regrabar con Mills como bonus en su debut con el grupo), y un solo de Le Tekro para el que se apoyó en Victor Borge (que además durante el resto de la velada hizo una buena labor en los coros) y Diesel Dahl, haciendo que más que un típico y rutinario solo sea una instrumental en la que el gran guitarrista hace gala de sus habilidades y termine, literalmente, por el suelo.
Y así llegó el momento que muchos aguardaban con impaciencia ya que, si bien el concierto había transcurrido de manera fluida y entretenida para los que no esperaban solamente un set de clásicos, había ganas de escuchar los temas que hicieron grandes a los noruegos y tras uno que podríamos catalogar ya de clásico como “My religion”, sonaron “Tonight I’m falling” y “10000 lovers (in one)” en los que Mills dio la talla y lo hizo con su propio sello y personal voz, sin intentar copiar a Harnell pero haciendo que las canciones no perdieran su magia.
Tras estos temas se retiraron muy brevemente y volvieron para los correspondientes bises entres los que se incluyó un “Everyone’s a star” que pudo ser fácilmente el momento álgido de la noche. Tras éste otro que le siguió en cuanto al recibimiento entusiasta del público, “Intuition”, y el fin de fiesta con “Seven seas”.
En definitiva, gusten o no sus discos con Mills, éste no desentona y el grupo en directo suena bien, pero sin duda el punto negro volvió a ser la escasa duración del concierto, con apenas hora y cuarto que para un grupo como TNT con una amplia y variada discografía es poco y desde luego no animará a muchos a repetir la experiencia (y creo que con toda la razón).
Crónica y Fotos: Albytor
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