El viernes pasado, dentro del festival de la guitarra que se celebra en Cordoba se pasó por el sur de este pais uno de los grandes mitos de la guitarra eléctrica ni más ni menos que Don Gary Moore.
El festival se ha caracterizado por unas entradas populares, por lo que por 13 euros los asistentes pudimos disfrutar de una de las guitarras más carismáticas de la historia.
El recinto, era un teatro al aire libre/auditorio, que estaba bastante bien prepardo para este tipo de acontecimientos, por lo que nos ofreció una buena vista del escenario casi desde cualquier parte, así como una notable acústica.
Sobre las 11 30 de la noche, salía la banda vestida de un elegante negro para no deslucir en ningún momento a la gran estrella de la noche.
Gary Moore, hizo acto de presencia en la noche cordobesa tocando "pretty woman" ante un público bastante entregado desde el primer momento y que había llenado el recinto.
Si bien al principio, el sonido no era del todo correcto (la voz de Gary sonó muy seca y la guitarrra algo desproporcionada de volumen), este aspecto se corrigió rapidamente de forma que pudimos disfrutar practicamente todo el concierto de una gran acústica.
Tal y como el irandes iba cambiando guitarras (sacó cinco creo recordar) fue desgranando un repertorio repeto de ese blues rock que nos tiene acostumbrado y que lo alzó a los altares con discos como "Still got the blues" o "After hours".
Evidentemente, nadie esperaba que se dejara caer por su etapa más hard rockera... aunque si que rindió un bonito homenaje a Phyl Linot tocando "don´t believe me if i tell you" que el público agradeció.
Casi todo el set lo basó en los discos annteriormente mencionados, aunque también tocó alguna versión y un tema más modernito con un rollo country rock muy curioso.
La recta final la inició con la cañera "Walking by myself" que dejó a la gente preparada para iniciar esa melodía increible que hace que podamos reconocer "still got the blues".
Se despidió, por supuesto para volver tocando "The blues it´s alright" que hizo levantarse al teatro al completo (por cierto en este tema le acompañó su hijo), para despedirse Gary nos hizo pasear junto a su guitarra en "Parisienne walways"... que hizo llegar al extasis total a toda la asistencia.
Este tio sabe como contar cosas con su guitarra y lo mejor de todo... es que hace que la gente lo comprenda perfectamente, independientemente de su virtuosismo... es un musico como la copa de un pino que ha conseguido que sus canciones se recuerden por melias y riffs en lugar de por estribillos pegadizos.
En escena es simpatico, a veces bromista y sabe perfectamente lo que tiene que hacer para meterse a todo el público en el bolsillo.
El otro día por Cordoba, pasó uno de los grandes de la musica.
El festival se ha caracterizado por unas entradas populares, por lo que por 13 euros los asistentes pudimos disfrutar de una de las guitarras más carismáticas de la historia.
El recinto, era un teatro al aire libre/auditorio, que estaba bastante bien prepardo para este tipo de acontecimientos, por lo que nos ofreció una buena vista del escenario casi desde cualquier parte, así como una notable acústica.
Sobre las 11 30 de la noche, salía la banda vestida de un elegante negro para no deslucir en ningún momento a la gran estrella de la noche.
Gary Moore, hizo acto de presencia en la noche cordobesa tocando "pretty woman" ante un público bastante entregado desde el primer momento y que había llenado el recinto.
Si bien al principio, el sonido no era del todo correcto (la voz de Gary sonó muy seca y la guitarrra algo desproporcionada de volumen), este aspecto se corrigió rapidamente de forma que pudimos disfrutar practicamente todo el concierto de una gran acústica.
Tal y como el irandes iba cambiando guitarras (sacó cinco creo recordar) fue desgranando un repertorio repeto de ese blues rock que nos tiene acostumbrado y que lo alzó a los altares con discos como "Still got the blues" o "After hours".
Evidentemente, nadie esperaba que se dejara caer por su etapa más hard rockera... aunque si que rindió un bonito homenaje a Phyl Linot tocando "don´t believe me if i tell you" que el público agradeció.
Casi todo el set lo basó en los discos annteriormente mencionados, aunque también tocó alguna versión y un tema más modernito con un rollo country rock muy curioso.
La recta final la inició con la cañera "Walking by myself" que dejó a la gente preparada para iniciar esa melodía increible que hace que podamos reconocer "still got the blues".
Se despidió, por supuesto para volver tocando "The blues it´s alright" que hizo levantarse al teatro al completo (por cierto en este tema le acompañó su hijo), para despedirse Gary nos hizo pasear junto a su guitarra en "Parisienne walways"... que hizo llegar al extasis total a toda la asistencia.
Este tio sabe como contar cosas con su guitarra y lo mejor de todo... es que hace que la gente lo comprenda perfectamente, independientemente de su virtuosismo... es un musico como la copa de un pino que ha conseguido que sus canciones se recuerden por melias y riffs en lugar de por estribillos pegadizos.
En escena es simpatico, a veces bromista y sabe perfectamente lo que tiene que hacer para meterse a todo el público en el bolsillo.
El otro día por Cordoba, pasó uno de los grandes de la musica.
