TESLA – FOREVER MORE
92/100
DISCOGRÁFICA: FRONTIERS
ESTILO: HARD ROCK
PRODUCTOR: TERRY THOMAS
VOZ: JEFF KEITH
GUITARRA: FRANK HANNON
GUITARRA: DAVE RUDE
BAJO: BRIAN WHEAT
BATERÍA: TROY LUCCKETTA
TRACKLIST
1. FOREVER MORE
2. I WANNA LIVE
3. ONE DAY AT A TIME
4. SO WHAT!
5. JUST IN CASE
6. FALLIN’ APART
7. BREAKIN’ FREE
8. ALL OF ME
9. THE FIRST TIME
10. PVT. LEDBETTER
11. IN A HOLE AGAIN
12. THE GAME
Si alguien se quedó con ganas de saber qué sentíamos muchos de nosotros cuando hace veinte o veinticinco años comprábamos un disco y lo pinchábamos por primera vez en casa, ahora tiene la oportunidad de saberlo y experimentarlo en su propia piel, porque Forever more le ofrece este regalo mágico. Pero es que aún hay más. TESLA son unos clásicos vivos, aunque no porque suenen antiguos, sino porque sus canciones nacen con el don de la inmortalidad. Su nueva obra podría haber aparecido hace quince años o dentro de diez. Conjugan la sabiduría de los veteranos y las ganas, la ilusión y la fuerza de unos músicos nuevos en el negocio que quieren comerse el mundo y arrasar a cualquier fan que se les ponga por delante. Sus coros de niños enfadados pero nada agresivos, tan reconocibles, la potencia de sus guitarras, la intensidad y emoción de JK al cantar, la indestructible base rítmica... todo lo reconocibles de TESLA está en Forever more. Incluso sus influencias, de las que dieron cumplida cuenta en los Real to reel, se dan cita aquí.
Es difícil contener la emoción al escuchar el disco, que como toda buena obra de arte se enriquece con el tiempo y las escuchas; incluso dentro del propio disco, como si de una buena película se tratara, tiene su parte más intensa en la mitad y echa el resto en el final.
Su single de presentación, “I wanna live” ya resume la filosofía del grupo: el sonido de siempre, el hard rock clásico, pero dado una vuelta, con sonido más actual que moderno sin perder el norte, con un pequeño cambio en el marcado del ritmo, y tenemos un “hit” que podría sonar en cualquier radio que se preciase de tener buen gusto.
Algo parecido ocurre con el tema homónimo que abre el trabajo, “Forever more”, una mezcla de guitarras pesadas y melodías vocales, con unos arpegios introductorios que cualquiera reconocería. Un trabajo de guitarras brillante adorna todo el tema y aporta una intensidad que crece a partir de la parte central.
Muy setentera suena “One day at a time”, superrockera, hiperclásica y potentemente contagiosa, de esas canciones que se alzan en valor seguro. Esto en directo debe de sonar tremendo. Pausamos un pelín el ritmo con “So what!”, pero no el brío. Un tema en el que está muy bien utilizado el volumen en el estribillo, absolutamente pegadizo y típico del repertorio de los norteamericanos.
Pero, en mi opinión, lo mejor viene a partir de aquí (como si lo anterior no fuese lo suficientemente bueno). Con “Just in case” suben al podio de los grandes, ese escalón que sólo unos pocos pueden atreverse a alcanzar, a pesar de que sean varios los que intentan alzar la pierna para llegar. Ellos cinco a la vez, con seguridad y confianza, aunque con toda la humildad se marcan un temazo de tamaña calidad, conmovedor, perfectamente construido, con guitarras acústicas y eléctricas, uno de esos medios tiempos en los que son indiscutibles maestros. Y para mantener el nivel de esta parte de la obra, como dije este disco es una pieza completa, presentan la emotiva, preciosa “Fallin’ apart”, con una letra y un solo de guitarra dignos de elogio, que consiguen llevar a cotas espectaculares la sencillez.
A estas habría que sumar “The first time” y “Pvt. Ledbetter” en línea parecida. Pero nos hemos dejado las fantásticas y cañeras “Breakin’ free” más épica y robusta, y “All of me” con un ritmo envenenado y un estribillo irresistible, de igual nivel que el resto del disco. Increíbles estribillos, muy diferentes ambos pero igualmente magistrales.
El resto lo va a tener que descubrir cada uno, porque queda la excelente "In a hole again" por ejemplo, que es un completo temazo.
Una obra ejemplar, que alcanza la excelencia. Pueden estar orgullosos de haber creado algo tan bueno en un momento en el que la música no pasa por su mejor momento, ni comercial ni de calidad. Es lo que ocurre cuando se echan las tripas y el corazón en lo que se hace y se tiene el talento de esta magnífica banda. Y como hay momentos en que los tópicos tienen su justificación y ellos se merecen el homenaje... NO MACHINES!
Es difícil contener la emoción al escuchar el disco, que como toda buena obra de arte se enriquece con el tiempo y las escuchas; incluso dentro del propio disco, como si de una buena película se tratara, tiene su parte más intensa en la mitad y echa el resto en el final.
Su single de presentación, “I wanna live” ya resume la filosofía del grupo: el sonido de siempre, el hard rock clásico, pero dado una vuelta, con sonido más actual que moderno sin perder el norte, con un pequeño cambio en el marcado del ritmo, y tenemos un “hit” que podría sonar en cualquier radio que se preciase de tener buen gusto.
Algo parecido ocurre con el tema homónimo que abre el trabajo, “Forever more”, una mezcla de guitarras pesadas y melodías vocales, con unos arpegios introductorios que cualquiera reconocería. Un trabajo de guitarras brillante adorna todo el tema y aporta una intensidad que crece a partir de la parte central.
Muy setentera suena “One day at a time”, superrockera, hiperclásica y potentemente contagiosa, de esas canciones que se alzan en valor seguro. Esto en directo debe de sonar tremendo. Pausamos un pelín el ritmo con “So what!”, pero no el brío. Un tema en el que está muy bien utilizado el volumen en el estribillo, absolutamente pegadizo y típico del repertorio de los norteamericanos.
Pero, en mi opinión, lo mejor viene a partir de aquí (como si lo anterior no fuese lo suficientemente bueno). Con “Just in case” suben al podio de los grandes, ese escalón que sólo unos pocos pueden atreverse a alcanzar, a pesar de que sean varios los que intentan alzar la pierna para llegar. Ellos cinco a la vez, con seguridad y confianza, aunque con toda la humildad se marcan un temazo de tamaña calidad, conmovedor, perfectamente construido, con guitarras acústicas y eléctricas, uno de esos medios tiempos en los que son indiscutibles maestros. Y para mantener el nivel de esta parte de la obra, como dije este disco es una pieza completa, presentan la emotiva, preciosa “Fallin’ apart”, con una letra y un solo de guitarra dignos de elogio, que consiguen llevar a cotas espectaculares la sencillez.
A estas habría que sumar “The first time” y “Pvt. Ledbetter” en línea parecida. Pero nos hemos dejado las fantásticas y cañeras “Breakin’ free” más épica y robusta, y “All of me” con un ritmo envenenado y un estribillo irresistible, de igual nivel que el resto del disco. Increíbles estribillos, muy diferentes ambos pero igualmente magistrales.
El resto lo va a tener que descubrir cada uno, porque queda la excelente "In a hole again" por ejemplo, que es un completo temazo.
Una obra ejemplar, que alcanza la excelencia. Pueden estar orgullosos de haber creado algo tan bueno en un momento en el que la música no pasa por su mejor momento, ni comercial ni de calidad. Es lo que ocurre cuando se echan las tripas y el corazón en lo que se hace y se tiene el talento de esta magnífica banda. Y como hay momentos en que los tópicos tienen su justificación y ellos se merecen el homenaje... NO MACHINES!
Joserra
