NIGHTINGALE - RETRIBUTION
75/100
DISCOGRÁFICA: INSIDE OUT MUSIC
ESTILO: ROCK MELÓDICO PROGRESIVO
PRODUCTOR: DAN SWANÖ
MÚSICOS:
DAN SWANÖ: CANTANTE, GUITARRA Y TECLADOS
DAG SWANÖ: BAJO, GUITARRA Y TECLADOS
ERIK OSKARSSON: BAJO
TOM BJÖRN: BATERÍA
TRACKLIST:
ON STOLEN WINGS
LUCIFER’S LAMENT
CHASING THE STORM AWAY
WARRIORS OF THE DAWN
FOREVERMORE
DIVIDED I FALL
THE VOYAGE OF ENDURANCE
27 (CURSE OF COINCIDENCE?)
THE MAZE
ECHOES OF A DREAM
No había escuchado ninguno de sus anteriores discos (Retribution es el séptimo en su discografía), por lo que mi conocimiento de la carrera de Nightingale es nulo. Sé que la banda de Dan Swanö, vocalista, guitarrista, teclista, productor y compositor, goza de prestigio, y que su anterior álbum de 2007, White Darkness, recibió elogiosas críticas. Practican un rock melódico progresivo, éste último adjetivo no por ofrecer un despliegue de virtuosismo instrumental, sino por la estructura de las canciones, con cambios de ritmos, ambientaciones cargadas de cierta trascendencia y juegos de guitarras y teclados que evocan a Asia, por poner un ejemplo reconocible. Aunque a quien me ha recordado este disco ha sido a la banda húngara Omega.
Uno de los aspectos que más llama la atención es la voz de Dan Swanö, de registro grave. El tipo canta muy bien, pero a quien no le guste este tipo de intérprete puede encontrar un obstáculo a la hora de disfrutar el disco. Las composiciones son de calidad, tienen personalidad, están llenas de melodías…; los cambios de ritmo impiden que uno se aburra con las canciones. ¿Y cómo es posible que un disco que parece tener todas estas virtudes no me enganche? Pues porque no. No hay otra explicación. He intentado conectar con él pero ha resultado imposible tras varias e insistentes escuchas. Y no es que no haya buscado razones. Quizás el rango de tonos de Dan me resulte algo reducido. Puede que, a pesar de los mencionados cambios de ritmo, las canciones me resulten un poco monótonas, y que esos cambios no me transmitan emociones intensas y sólo me entretenga escuchando los muy atractivos arreglos de teclados. El caso es que, aunque escucho el disco con agrado, me cansa, me produce pereza volver a ponerlo, pero entiendo perfectamente a los que disfruten con él, porque es imposible no reconocer que estamos ante un buen trabajo, interesante y no exento de calidad.
En Retribution hay canciones cercanas al AOR con elementos progresivos, otras más rockeras como “The maze” o “Warriors of the dawn”, medios tiempos y baladas suaves y melodiosas cuyo ejemplo más placentero podría ser “Divided I fall”. De entre las que me han gustado especialmente está la que cierra el disco: “Echoes of a dream”, con un buen desarrollo y un lúcido estribillo. “Chasing the storm away” es otra canción con variados estilos, muy pegadiza, una canción que encantará a muchos, pero que a mí apenas me ha pasado rozando.
Uno de los aspectos que más llama la atención es la voz de Dan Swanö, de registro grave. El tipo canta muy bien, pero a quien no le guste este tipo de intérprete puede encontrar un obstáculo a la hora de disfrutar el disco. Las composiciones son de calidad, tienen personalidad, están llenas de melodías…; los cambios de ritmo impiden que uno se aburra con las canciones. ¿Y cómo es posible que un disco que parece tener todas estas virtudes no me enganche? Pues porque no. No hay otra explicación. He intentado conectar con él pero ha resultado imposible tras varias e insistentes escuchas. Y no es que no haya buscado razones. Quizás el rango de tonos de Dan me resulte algo reducido. Puede que, a pesar de los mencionados cambios de ritmo, las canciones me resulten un poco monótonas, y que esos cambios no me transmitan emociones intensas y sólo me entretenga escuchando los muy atractivos arreglos de teclados. El caso es que, aunque escucho el disco con agrado, me cansa, me produce pereza volver a ponerlo, pero entiendo perfectamente a los que disfruten con él, porque es imposible no reconocer que estamos ante un buen trabajo, interesante y no exento de calidad.
En Retribution hay canciones cercanas al AOR con elementos progresivos, otras más rockeras como “The maze” o “Warriors of the dawn”, medios tiempos y baladas suaves y melodiosas cuyo ejemplo más placentero podría ser “Divided I fall”. De entre las que me han gustado especialmente está la que cierra el disco: “Echoes of a dream”, con un buen desarrollo y un lúcido estribillo. “Chasing the storm away” es otra canción con variados estilos, muy pegadiza, una canción que encantará a muchos, pero que a mí apenas me ha pasado rozando.
AUTOR: Joserra
