COVERED CALL - IMPACT
76/100
DISCOGRÁFICA: AOR Heaven
ESTILO: Rock Melódico
PRODUCTORES: Covered Call y Studio Fredman
FORMACIÓN:
GÖRAN EDMAN: Cantante
JOEL CARLSSON: Guitarra
MORGAN ROSENQUIST: Guitarra
ANDY LOSS: Bajo
RONNY SVANSTRÖMER: Batería
TRACKLIST:
LORRAINE
WHEN THE LIGHTS ARE OUT
THINK ABOUT ALL TIMES
LOOK INTO YOUR MIND
HOLD ON
MAKE A WISH
NOTHING LASTS FOREVER
WAKE UP
WHEN I'M GONE
LIVE IT UP
LAST GOODBYE
Sólo por disfrutar de la exhibición de enorme buen gusto de Göran Edman cantando rock melódico, cualquier aficionado tiene que pasar por este avituallamiento de gran clase vocal para ayudarse a pasar algunos desiertos más duros en los que no hay demasiado que llevarse a los oídos.
Dejémonos de rodeos y vayamos a disfrutar de los momentos impagables que nos regala Edman a lo largo del álbum, comenzando por la fantástica “Lorraine” o “Think about all times”, ambas muy Street Talk. Y es que si este disco muestra una diferencia con respecto al anterior Money never sleeps es precisamente el trabajo de Göran Edman, teniendo en cuenta que en aquel cantaba Thomas Vikstrom, haciendo igualmente un excelente trabajo y que es un disco que está muy bien y que habría que recuperar aprovechando este nuevo lanzamiento. La forma de interpretar de Edman con casi 57 años es sorprendente y las notas que alcanza aún dejan clavado al menos crédulo. Si bien el disco sigue más o menos la línea del anterior, éste está marcado por las huellas de las cuerdas vocales de la garganta de Edman: su estilo, su clase, su delicadeza (qué pocos saben dotar a sus interpretaciones de esta cualidad) y sus melodías en los coros (especialmente los coros son absolutamente deliciosos) hacen de éste un trabajo que sigue la línea clásica de su discografía, a pesar de que no todas las composiciones sean de la misma calidad y de que la producción no sea demasiado cristalina.
Si en el anterior álbum hacían una estupenda versión del “Shine on” de Mr. Big, en Impact se descuelgan nada menos que con una de Saxon, “Hold on”, que mejoran ostensiblemente haciéndola suya totalmente.
Desgraciadamente, como comentaba el álbum es irregular, con canciones que rozan la brillantez y que se disfruta del tirón hasta el octavo tema “Wake up”, que tiene un arranque que me hace pensar en el “Between the eyes” de Ratt, ya algo más flojo. A partir de aquí viene una canción más festiva, de tipo rocanrolero, que es “When I’m gone”, luego un rock and roll en toda regla: “Live it up”, y terminan con “Last goodbye”, las cuales me gustan menos, aunque en esta última haya unos sabrosos coros de Edman (qué novedad), y que dejan una sensación de insatisfacción, la cual se soluciona volviendo al comienzo del disco.
Los solos de guitarra no son tampoco espectaculares pero cumplen dignamente en un disco en el que, si tienes a Göran Edman cantando y un puñado de canciones que siguen la línea de sus trabajos más melódicos con momentos más que buenos, lo único que podemos hacer es disfrutarlo sin excusas: “Look into your mind”, “Lorraine” o “Nothing lasts forever” son razones más que suficientes.
Dejémonos de rodeos y vayamos a disfrutar de los momentos impagables que nos regala Edman a lo largo del álbum, comenzando por la fantástica “Lorraine” o “Think about all times”, ambas muy Street Talk. Y es que si este disco muestra una diferencia con respecto al anterior Money never sleeps es precisamente el trabajo de Göran Edman, teniendo en cuenta que en aquel cantaba Thomas Vikstrom, haciendo igualmente un excelente trabajo y que es un disco que está muy bien y que habría que recuperar aprovechando este nuevo lanzamiento. La forma de interpretar de Edman con casi 57 años es sorprendente y las notas que alcanza aún dejan clavado al menos crédulo. Si bien el disco sigue más o menos la línea del anterior, éste está marcado por las huellas de las cuerdas vocales de la garganta de Edman: su estilo, su clase, su delicadeza (qué pocos saben dotar a sus interpretaciones de esta cualidad) y sus melodías en los coros (especialmente los coros son absolutamente deliciosos) hacen de éste un trabajo que sigue la línea clásica de su discografía, a pesar de que no todas las composiciones sean de la misma calidad y de que la producción no sea demasiado cristalina.
Si en el anterior álbum hacían una estupenda versión del “Shine on” de Mr. Big, en Impact se descuelgan nada menos que con una de Saxon, “Hold on”, que mejoran ostensiblemente haciéndola suya totalmente.
Desgraciadamente, como comentaba el álbum es irregular, con canciones que rozan la brillantez y que se disfruta del tirón hasta el octavo tema “Wake up”, que tiene un arranque que me hace pensar en el “Between the eyes” de Ratt, ya algo más flojo. A partir de aquí viene una canción más festiva, de tipo rocanrolero, que es “When I’m gone”, luego un rock and roll en toda regla: “Live it up”, y terminan con “Last goodbye”, las cuales me gustan menos, aunque en esta última haya unos sabrosos coros de Edman (qué novedad), y que dejan una sensación de insatisfacción, la cual se soluciona volviendo al comienzo del disco.
Los solos de guitarra no son tampoco espectaculares pero cumplen dignamente en un disco en el que, si tienes a Göran Edman cantando y un puñado de canciones que siguen la línea de sus trabajos más melódicos con momentos más que buenos, lo único que podemos hacer es disfrutarlo sin excusas: “Look into your mind”, “Lorraine” o “Nothing lasts forever” son razones más que suficientes.
AUTOR: Joserra
