SHADOWS PAST - PERFECT CHAPTER
62/100
Discográfica: Doolittle Group
Estilo: Power Metal
Productor: Erik Mårtensson
Formación:
Ola Halén: Cantante
Jonatan Berg: Guitarra
Patrik Berg: Bajo
Olle Lindroth: Batería
Staffan Lindroth: Teclados
Track List:
01. Wherever I Go
02. Perfect Chapter
03. Cry No More
04. An Old Enemy
05. Ladder Of Life
06. The Scars Run Deep
07. Impressed
08. Who Am I
09. The One
10. Believe
Bajo la producción del nuevo mesías del hard/aor melódico Erik Martensson, los suecos Shadows Past hacen su debut discográfico. Una banda con una importante experiencia en directo, alguna que otra demo y que según ellos “sabemos como sonamos en directo, pero, ¿cómo sonamos en disco?”. La respuesta la tenemos en este Perfect Chapter. Un disco donde tienen cabida la mayoría de elementos que hicieron grande al power metal y que detallamos a continuación.
El primer corte del disco, Wherever I Go, comienza con unas voces guturales, continúa con unos inicios vocales algo sinuosos y desemboca en un estribillo ganador de baterías galopantes. Es un tema que puede recordar a los brasileños Angra.
Perfect Chapter tiene una estructura instrumental bastante interesante. Las guitarras suenan compactas y las teclas también dejan buenas pinceladas enriquecedoras. El estribillo está logrado pero el puente previo a éste, creo que estropea el tema. El cantante se mete en terrenos fangosos y las tonalidades tan elevadas no encajan nada bien.
Un riff pesado nos mete de lleno en Cry No More. De nuevo aparecen algunas voces guturales y otra vez pecan de subir los tonos vocales hasta el infinito y no se... no es que les quede mal pero creo deberían cuidar algo más esas exageradas subidas de tono.
Con An Old Enemy, bajamos un poco el ritmo y nos topamos con un tema que de primeras no dice mucho pero en las sucesivas escuchas que le he pegado al disco, le he ido sacando bastante jugo y apreciando los diferentes detalles que atesora.
El siguiente corte, Ladder Of Life, también tiene su aquel. No es un bombazo de tema pero se escucha gratamente y cabe resaltar su solo de teclado de escuela neoclásica.
The Scars Run Deep no está mal pero no le he pillado el punto a la intención que tienen con el tema de las voces guturales. A mí me gustan los grupos que las combinan con voces melódicas (el discazo de los americanos Dark Empire puede valer de ejemplo), pero en este tema en particular, creo que las meten un poco con calzador y no les veo mucho sentido.
En Impressed sí que llega el séptimo de caballería del power y aquí, sí que dan con la tecla. Estribillo pegadizo, baterías cabalgando a todo trapo, buenos solos, teclados... en definitiva, el power metal en toda su expresión.
Who I Am y The One siguen en esa onda power de buenos estribillos y creo que éste es el camino por donde deben incidir más. Aún así, otra vez suben los tonos en demasía y ya no se si es por tener tan encasillado el power a un tipo de cantante más sobrado en ese sentido, pero lo encuentro algo forzado cantando tan alto.
La despedida con la balada Believe, sin ser un mal tema, de nuevo estamos con la misma historia del cantante. Lo siento por Ola Halén pero creo que este buen tema (y alguna de las antes mencionadas también) ganarían enteros con un Kiske, Luppi, Kotipelto, Matos o cualquiera de los grandes del genero.
En su época dorada de finales de los noventa y primeros años del dos mil, el power metal nos emocionó a mucha gente y fue un gran soplo para barrer un poco los sonidos “tristones” del grunge. Como en casi todo lo que se pone de moda, te encuentras con cosas de calidad y cosas que no dan la talla y saturan el mercado de mala manera. Salieron bandas por todos los lados y aunque seguían saliendo cosas buenas, llegó un momento que la cuerda se tensó tanto que fuimos bastantes los que acabamos del power hasta los mismísimos.
De aquella hornada mágica, sólo los más grandes han seguido adelante y cualquiera que intente sacar algo bueno dentro del power, o sorprende (como hicieron Dragonforce en su momento) o tiene que ser algo muy muy bueno (los últimos discos de Secret Sphere y Stratovarius pueden servir de ejemplo). Este disco de Shadows Past no está mal, se escucha a gusto pero ni va sorprender ni va estar en los tops del año.
El primer corte del disco, Wherever I Go, comienza con unas voces guturales, continúa con unos inicios vocales algo sinuosos y desemboca en un estribillo ganador de baterías galopantes. Es un tema que puede recordar a los brasileños Angra.
Perfect Chapter tiene una estructura instrumental bastante interesante. Las guitarras suenan compactas y las teclas también dejan buenas pinceladas enriquecedoras. El estribillo está logrado pero el puente previo a éste, creo que estropea el tema. El cantante se mete en terrenos fangosos y las tonalidades tan elevadas no encajan nada bien.
Un riff pesado nos mete de lleno en Cry No More. De nuevo aparecen algunas voces guturales y otra vez pecan de subir los tonos vocales hasta el infinito y no se... no es que les quede mal pero creo deberían cuidar algo más esas exageradas subidas de tono.
Con An Old Enemy, bajamos un poco el ritmo y nos topamos con un tema que de primeras no dice mucho pero en las sucesivas escuchas que le he pegado al disco, le he ido sacando bastante jugo y apreciando los diferentes detalles que atesora.
El siguiente corte, Ladder Of Life, también tiene su aquel. No es un bombazo de tema pero se escucha gratamente y cabe resaltar su solo de teclado de escuela neoclásica.
The Scars Run Deep no está mal pero no le he pillado el punto a la intención que tienen con el tema de las voces guturales. A mí me gustan los grupos que las combinan con voces melódicas (el discazo de los americanos Dark Empire puede valer de ejemplo), pero en este tema en particular, creo que las meten un poco con calzador y no les veo mucho sentido.
En Impressed sí que llega el séptimo de caballería del power y aquí, sí que dan con la tecla. Estribillo pegadizo, baterías cabalgando a todo trapo, buenos solos, teclados... en definitiva, el power metal en toda su expresión.
Who I Am y The One siguen en esa onda power de buenos estribillos y creo que éste es el camino por donde deben incidir más. Aún así, otra vez suben los tonos en demasía y ya no se si es por tener tan encasillado el power a un tipo de cantante más sobrado en ese sentido, pero lo encuentro algo forzado cantando tan alto.
La despedida con la balada Believe, sin ser un mal tema, de nuevo estamos con la misma historia del cantante. Lo siento por Ola Halén pero creo que este buen tema (y alguna de las antes mencionadas también) ganarían enteros con un Kiske, Luppi, Kotipelto, Matos o cualquiera de los grandes del genero.
En su época dorada de finales de los noventa y primeros años del dos mil, el power metal nos emocionó a mucha gente y fue un gran soplo para barrer un poco los sonidos “tristones” del grunge. Como en casi todo lo que se pone de moda, te encuentras con cosas de calidad y cosas que no dan la talla y saturan el mercado de mala manera. Salieron bandas por todos los lados y aunque seguían saliendo cosas buenas, llegó un momento que la cuerda se tensó tanto que fuimos bastantes los que acabamos del power hasta los mismísimos.
De aquella hornada mágica, sólo los más grandes han seguido adelante y cualquiera que intente sacar algo bueno dentro del power, o sorprende (como hicieron Dragonforce en su momento) o tiene que ser algo muy muy bueno (los últimos discos de Secret Sphere y Stratovarius pueden servir de ejemplo). Este disco de Shadows Past no está mal, se escucha a gusto pero ni va sorprender ni va estar en los tops del año.
AUTOR: Itxasier
