Este fue el segundo y definitivo disco de Roadstar, la banda que por aquellos días era todavía banda, a pesar de cambiarse el nombre por aquello del huracán katrina.
Definitivo porque fue el último de su corta discografía, y definitivo porque superó ampliamente su debut y todo el hype que arrastró su primer ep y el movimiento que parecía existir alrededor de toda la banda. Fue menos apreciado que el debut, bajo mi punto de vista por varios factores.
El primero y más importante fue que nada más salir al mercado la banda decidió disolverse (o eso recuerdo yo) por lo que su promoción y defensa en una gira fue inexistente.
El segundo fue debido a factores comerciales (su primer disco se editó finalmente a través de su propio sello, en un primer momento sólo en Japón, llegando a Europa y EEUU con al menos un año de diferencia, casi pegadito a este Glass Mountain) y de distribución (en principio el disco sólo se compraba a través de su web) hizo que pasara muy desapercibido.
Y el tercero todo ese hype que se montó alrededor de la banda allá por 2004 cuando firmaron con John Kalodner y que no se concretó en disco hasta dos años después. Ciertamente lanzaron un gran debut que contó con el apoyo de publicaciones como Classic Rock Magazine, péro debido a que pasó tanto tiempo se había desinflado el interés por la banda y había hecho mella en su estabilidad como grupo.
Sin embargo este disco es un cañonazo de arena rock rabioso con guitarras contundentes, un sonido personal del que su vocalista era en gran parte responsable y que a la vez aglutinaba muchas influencias de manera muy similar a como lo hacen The Answer o hacían The Darkness.
Cuenta con grandes y potentes canciones como Feel Me Comes Alive, Rays, Around Again, Bring On The Good Times, la recuperada Last Survivor y la preciosa y desapercibida por ser la última del disco If You Say.
Definitivo porque fue el último de su corta discografía, y definitivo porque superó ampliamente su debut y todo el hype que arrastró su primer ep y el movimiento que parecía existir alrededor de toda la banda. Fue menos apreciado que el debut, bajo mi punto de vista por varios factores.
El primero y más importante fue que nada más salir al mercado la banda decidió disolverse (o eso recuerdo yo) por lo que su promoción y defensa en una gira fue inexistente.
El segundo fue debido a factores comerciales (su primer disco se editó finalmente a través de su propio sello, en un primer momento sólo en Japón, llegando a Europa y EEUU con al menos un año de diferencia, casi pegadito a este Glass Mountain) y de distribución (en principio el disco sólo se compraba a través de su web) hizo que pasara muy desapercibido.
Y el tercero todo ese hype que se montó alrededor de la banda allá por 2004 cuando firmaron con John Kalodner y que no se concretó en disco hasta dos años después. Ciertamente lanzaron un gran debut que contó con el apoyo de publicaciones como Classic Rock Magazine, péro debido a que pasó tanto tiempo se había desinflado el interés por la banda y había hecho mella en su estabilidad como grupo.
Sin embargo este disco es un cañonazo de arena rock rabioso con guitarras contundentes, un sonido personal del que su vocalista era en gran parte responsable y que a la vez aglutinaba muchas influencias de manera muy similar a como lo hacen The Answer o hacían The Darkness.
Cuenta con grandes y potentes canciones como Feel Me Comes Alive, Rays, Around Again, Bring On The Good Times, la recuperada Last Survivor y la preciosa y desapercibida por ser la última del disco If You Say.
