LYNCH MOB - REBEL
90/100
DISCOGRÁFICA: FRONTIERS RECORDS
ESTILO: ROCK/HARD ROCK/HARD ROCK BLUES
PRODUCTOR: CHRIS “THE WIZARD” COLLIER
MÚSICOS
GEORGE LYNCH: GUITARRA
ONI LOGAN: CANTANTE
JEFF PILSON: BAJO
BRIAN TICHY: BATERÍA
TRACKLIST
AUTOMATIC FIX
BETWEEN THE TRUTH AND A LIE
TESTIFY
SANCTUARY
PINE TREE AVENUE
JELLY ROLL
DIRTY MONEY
THE HOLLOW QUEEN
THE LEDGE
KINGDOM OF SLAVES
WAR
He emborronado varias líneas para introducir el nuevo álbum de Lynch Mob, todo para encontrar la mejor forma de expresar que George Lynch ha grabado, a mi parecer, el mejor disco de su carrera o, como poco, uno de los mejores. Al final me ha podido la urgencia, ya está dicho. Rebel es un disco excepcional, que se emparenta directamente con referencias de la talla de Badlands, del inexplicablemente poco apreciado When you see the sun de The Jason Bonham Band y, a través de estos con los irrenunciables Led Zeppelin.
Es cierto que la carrera de Lynch es tan diversa e irregular como por momentos brillante. Por ello, a muchos de sus seguidores les ha costado seguir siéndolo, pues no ha sido fácil saber qué tipo de música iba a ofrecer en cada lanzamiento o colaboración. Desde sus planteamientos radicalmente apartados del rock clásico ha llevado ahora a su banda, junto con el extraordinario Oni Logan, a un sonido denso, potente, mezcla de hard rock y blues con influencias de los setenta.
Desde luego Lynch, como es habitual, no se lo pone fácil al oyente, pero si éste presta un poco de atención notará el primer picotazo envenenado en la primera y desatenta escucha, tras la cual y en posteriores será devorado. Porque es un disco espléndido, sin artificios, en el que cuatro músicos desarrollan sus interpretaciones recreándose en cada nota, dando un tempo a las canciones que puede espantar a algunos seguidores con menos paciencia, pero irresistible para muchos de los que estén alejados de urgencias y facilidades superficiales. Todos los instrumentos suenan a la perfección, la producción permite escuchar con claridad cada uno de ellos (¿tan difícil es conseguir esto?), y así podemos disfrutar del sonido imprescindible del bajo de Jeff Pilson; impagable regalo para cualquier seguidor de Dokken volver a escuchar juntos a estos dos músicos. Y la batería del no menos bueno Brian Tichy, capaz de ser contundente sin estridencias innecesarias, a la vez que elegante y clásico. Tan natural suena todo que se puede escuchar con facilidad la respiración de Logan al final de las frases de sílabas y notas estiradas.
Rebel no es sólo un álbum de canciones, sino de ambientes, de una intensidad febril, comprometido con su propuesta en el que uno tiene la sensación de que los músicos quieren dar lo máximo. Ese ambiente lleva al receptor a recrear las imágenes de los videoclips que ha lanzado la banda en los que se ven botas sucias y cazadoras llenas de polvo en el desierto.
Así pues queda pinchar el disco otra vez, mascar chicle o poner morritos, afirmar lenta y rítmicamente con la cabeza y disfrutar de este espléndido álbum. Nada más, y nada menos.
Es cierto que la carrera de Lynch es tan diversa e irregular como por momentos brillante. Por ello, a muchos de sus seguidores les ha costado seguir siéndolo, pues no ha sido fácil saber qué tipo de música iba a ofrecer en cada lanzamiento o colaboración. Desde sus planteamientos radicalmente apartados del rock clásico ha llevado ahora a su banda, junto con el extraordinario Oni Logan, a un sonido denso, potente, mezcla de hard rock y blues con influencias de los setenta.
Desde luego Lynch, como es habitual, no se lo pone fácil al oyente, pero si éste presta un poco de atención notará el primer picotazo envenenado en la primera y desatenta escucha, tras la cual y en posteriores será devorado. Porque es un disco espléndido, sin artificios, en el que cuatro músicos desarrollan sus interpretaciones recreándose en cada nota, dando un tempo a las canciones que puede espantar a algunos seguidores con menos paciencia, pero irresistible para muchos de los que estén alejados de urgencias y facilidades superficiales. Todos los instrumentos suenan a la perfección, la producción permite escuchar con claridad cada uno de ellos (¿tan difícil es conseguir esto?), y así podemos disfrutar del sonido imprescindible del bajo de Jeff Pilson; impagable regalo para cualquier seguidor de Dokken volver a escuchar juntos a estos dos músicos. Y la batería del no menos bueno Brian Tichy, capaz de ser contundente sin estridencias innecesarias, a la vez que elegante y clásico. Tan natural suena todo que se puede escuchar con facilidad la respiración de Logan al final de las frases de sílabas y notas estiradas.
Rebel no es sólo un álbum de canciones, sino de ambientes, de una intensidad febril, comprometido con su propuesta en el que uno tiene la sensación de que los músicos quieren dar lo máximo. Ese ambiente lleva al receptor a recrear las imágenes de los videoclips que ha lanzado la banda en los que se ven botas sucias y cazadoras llenas de polvo en el desierto.
Así pues queda pinchar el disco otra vez, mascar chicle o poner morritos, afirmar lenta y rítmicamente con la cabeza y disfrutar de este espléndido álbum. Nada más, y nada menos.
AUTOR: Joserra
