CASABLANCA - RIDING A BLACK SWAN
90/100
Discográfica: Gain / Sony Music
Estilo: Hard Rock
Productor: Casablanca
Formación:
Anders Ljung: cantante
Ryan Roxie: guitarra
Erik Stenemo: guitarra
Mats Rubarth: bajo
Josephine Forsman: batería
Track List:
01. The Giant Dreamless Sleep
02. Hail the Liberation
03. Dead End Street Revisited
04. It's Alright
05. Barriers
06. Riding A Black Swan
07. Some Misty Morning
08. Heartbreak City
09. No Devil In Me
10. Just For The Nite
A Casablanca nos los venden en la nota promocional como “New classic rockers”, y claro, esto leído sin más y sin conocer al grupo, te puede inducir a pensar que son como Dire Straits, Bruce Springsteen o los Rolling Stones que habitualmente son catalogados en medios generalistas como rock clásico, pero tras la escucha de este “Riding a black swan” uno se da cuenta de que nada de esto hay en el segundo disco de estos cinco suecos con baterista femenina - muy agradable en su forma de tocar - y sí grandes dosis de hard rock con variadas influencias, pleno de inspiración musical y compositiva.
Por encuadrarles y para que el lector se haga una idea, el sonido y los derroteros musicales están bastante emparentados con grupos como Crashdïet (con los que han estado de gira) o Hardcore Superstar al que han borrado parte del componente “sleaze” y en cierta forma fiestero con una propuesta musical más seria en su concepto, teniendo la grabación un buen sonido, algo sucio, pero esto es algo que le va bien y sobre todo, el aspecto musical en cuanto a arreglos y a lo que es “sonar” está muy currado.
La voz de Anders Ljung tiene un amplio registro en cuanto a carácter y su rango va desde rasgar la garganta a volverse dulce y melodiosa según exija la canción, o sea, desde Udo Dirkschneider a Mike Tramp.
También hay que destacar la buenísima compenetración de los guitarristas en la gran cantidad de arreglos y adornos a lo largo del redondo, que aportan un valor añadido digno de mención.
El disco arranca con unas campanas tocando a muerto y unos inquietantes redobles en “The giant dreamless sleep” que pronto se transforman en melodía en este bonito y depresivo tema entre ritmos ternarios de aire celta. Fresco.
Una guitarra al estilo “Fear of the dark” da paso a “Hail the liberation” donde (guitarras aparte) recuerdan a White lion… y esas guitarras son para enmarcar. Estupendo y estupendas las voces de Anders.
Los arpegios en el inicio de “Dead end street revisitation” anuncian temazo y así se cumple. Recuerdan ligeramente a “D.A.D” pero con su propio sello. La calle tiene salida, ¡vaya que sí!
Parte de la fiesta no amputada aparece en “It's alright” y con ese título, el aire celta, y un estribillo en plan himno, es normal que entre como el cuchillo en la mantequilla. Fantástico tema para saltar.
Con “Barriers” pisan el acelerador y vuelven a la onda “Disneyland After Dark” en una canción donde la voz y las guitarras forman un todo unitario perfectamente conjuntado.
Atravesamos el ecuador del disco con el tema que da título al mismo, “Riding a black swan” que condensa en tres minutos y medio toda la grandeza del R'n'R y que cuenta con un pasaje intermedio “New coast” que es un primor. El paseo en cisne ha sido un regalo.
“Some misty morning” es otro temazo que cuenta (otra vez) con unos punteos doblados que nos hace pensar que son unas reencarnaciones de Scott Gorham y Brian Robertson quienes empuñan las hachas en esta canción. Gran canción de aire clásico, como decían en la nota promocional.
“Heartbreak city” cuenta con un estribillo adictivo y novedoso en un tema donde afloran las influencias de sus amigos Crashdïet. Temazo.
En “No devil in me” exploran otros terrenos musicales recordando ligeramente a Thin Lizzy y al “Are you gonna go may way” de Lenny Kravitz por su ritmo doblado en la entrada a las estrofas. El estribillo con sus coros espetando “Shoot at the devil” es sublime.
Y la breve experiencia acaba con otra pedazo de canción, de ritmo alegre, fresca e inspirada que no es otra que “Just for the nite” que cuenta con un largo estribillo que se te mete en el cerebro sin remedio y que pone la guinda a un disco que roza la perfección en todos los aspectos.
Tendré que escuchar su primer disco, por si es tan bueno como éste y de ser así, en mi subjetiva opinión, estamos ante un grupo que de tener estabilidad (hay tres miembros metidos en otros proyectos) promete ser uno de los grandes dentro del Hard Rock escandinavo y europeo.
No hay nada fácil o hecho por hacer en este “Riding a black swan”, cada nota, cada adorno, cada voz está donde debe de estar, sin un atisbo de artificio o falsedad y sólo se le puede reprochar que se hace corto en la escucha y los oídos piden más… ¿puede haber un piropo mejor?
Dice el refrán que "Lo bueno, si breve, dos veces bueno" y en este caso se cumple... y todo ello sin una sola balada.
Por encuadrarles y para que el lector se haga una idea, el sonido y los derroteros musicales están bastante emparentados con grupos como Crashdïet (con los que han estado de gira) o Hardcore Superstar al que han borrado parte del componente “sleaze” y en cierta forma fiestero con una propuesta musical más seria en su concepto, teniendo la grabación un buen sonido, algo sucio, pero esto es algo que le va bien y sobre todo, el aspecto musical en cuanto a arreglos y a lo que es “sonar” está muy currado.
La voz de Anders Ljung tiene un amplio registro en cuanto a carácter y su rango va desde rasgar la garganta a volverse dulce y melodiosa según exija la canción, o sea, desde Udo Dirkschneider a Mike Tramp.
También hay que destacar la buenísima compenetración de los guitarristas en la gran cantidad de arreglos y adornos a lo largo del redondo, que aportan un valor añadido digno de mención.
El disco arranca con unas campanas tocando a muerto y unos inquietantes redobles en “The giant dreamless sleep” que pronto se transforman en melodía en este bonito y depresivo tema entre ritmos ternarios de aire celta. Fresco.
Una guitarra al estilo “Fear of the dark” da paso a “Hail the liberation” donde (guitarras aparte) recuerdan a White lion… y esas guitarras son para enmarcar. Estupendo y estupendas las voces de Anders.
Los arpegios en el inicio de “Dead end street revisitation” anuncian temazo y así se cumple. Recuerdan ligeramente a “D.A.D” pero con su propio sello. La calle tiene salida, ¡vaya que sí!
Parte de la fiesta no amputada aparece en “It's alright” y con ese título, el aire celta, y un estribillo en plan himno, es normal que entre como el cuchillo en la mantequilla. Fantástico tema para saltar.
Con “Barriers” pisan el acelerador y vuelven a la onda “Disneyland After Dark” en una canción donde la voz y las guitarras forman un todo unitario perfectamente conjuntado.
Atravesamos el ecuador del disco con el tema que da título al mismo, “Riding a black swan” que condensa en tres minutos y medio toda la grandeza del R'n'R y que cuenta con un pasaje intermedio “New coast” que es un primor. El paseo en cisne ha sido un regalo.
“Some misty morning” es otro temazo que cuenta (otra vez) con unos punteos doblados que nos hace pensar que son unas reencarnaciones de Scott Gorham y Brian Robertson quienes empuñan las hachas en esta canción. Gran canción de aire clásico, como decían en la nota promocional.
“Heartbreak city” cuenta con un estribillo adictivo y novedoso en un tema donde afloran las influencias de sus amigos Crashdïet. Temazo.
En “No devil in me” exploran otros terrenos musicales recordando ligeramente a Thin Lizzy y al “Are you gonna go may way” de Lenny Kravitz por su ritmo doblado en la entrada a las estrofas. El estribillo con sus coros espetando “Shoot at the devil” es sublime.
Y la breve experiencia acaba con otra pedazo de canción, de ritmo alegre, fresca e inspirada que no es otra que “Just for the nite” que cuenta con un largo estribillo que se te mete en el cerebro sin remedio y que pone la guinda a un disco que roza la perfección en todos los aspectos.
Tendré que escuchar su primer disco, por si es tan bueno como éste y de ser así, en mi subjetiva opinión, estamos ante un grupo que de tener estabilidad (hay tres miembros metidos en otros proyectos) promete ser uno de los grandes dentro del Hard Rock escandinavo y europeo.
No hay nada fácil o hecho por hacer en este “Riding a black swan”, cada nota, cada adorno, cada voz está donde debe de estar, sin un atisbo de artificio o falsedad y sólo se le puede reprochar que se hace corto en la escucha y los oídos piden más… ¿puede haber un piropo mejor?
Dice el refrán que "Lo bueno, si breve, dos veces bueno" y en este caso se cumple... y todo ello sin una sola balada.
AUTOR: Oscar L. González (Mendo)
Jue 04 Jul 2024, 14:59 por JJ
» nuevo video oficial en directo de WHISPER
Jue 04 Jul 2024, 14:55 por JJ
» MEJORES GUITARRISTAS
Jue 22 Jun 2023, 17:53 por Robert
» Cds AOR LITE AOR HI TECH AOR WESTCOADT POP
Lun 21 Jun 2021, 03:32 por Martín
» BIENVENID@S A #HARDROCK_&_AOR
Sáb 10 Abr 2021, 07:57 por A.K.U.
» GUN acoustic live
Sáb 20 Jul 2019, 19:44 por spanishvertigo
» H.E.A.T. - 2017 - “Into the Great Unknown”
Lun 27 Ago 2018, 09:09 por A.K.U.
» JOE LYNN TURNER - Endlessly (Rescue you - 1985)
Dom 13 Mayo 2018, 20:06 por Starfall111
» Cds para venta
Miér 02 Mayo 2018, 15:05 por c4d4v3r