<<CRÍTICAS NOVEDADES>> MARKONEE - CLUB OF BROKEN HEARTS (75/100)

Tercera entrega de estos Hard Rockeros provenientes de Bolonia y de curioso nombre, pues por lo visto no pudieron utilizar el nombre “Marconi” y se les ocurrió ponerlo de otra forma pero que sonase igual, con la intención de rendir tributo al co-inventor de la radio. Han construido un disco robusto y muy bien producido, con influencias innegables de grupos míticos del otro lado del atlántico que si bien les resta algo de originalidad, creo que más bien pretenden homenajear con pequeños detalles dentro de las canciones a aquellas bandas de la época “When Metal rules the world”.

Lo más noticiable es la presencia del nuevo cantante Alessio Trapella que se desenvuelve muy bien, con un amplísimo registro vocal, si bien al precio de sonar forzado en algunas ocasiones y pretencioso en otras, pero como digo, el chaval se luce y el resultado final es satisfactorio, como lo son el resto de músicos que componen la banda, destacando la guitarra del fundador Stefano Peressoni con su sonido muy próximo al de W. de Martini y el baterista Ivano Zanotti que aporta unos detalles de calidad propios de alguien de alto nivel musical y que sabe lo que hace.   
 
Después de las tres escuchas de rigor, esto es lo que se puede decir de este disco canción por canción.
 
Arrancamos con “Native european”, un bonito tema con unas voces muy cuidadas y un riff de guitarra con influencias Lynch / de Martini donde muestran su orgullo de ser europeos, aunque sea del denostado sur. Buen comienzo.
 
Las guitarras “Ratteras”, que serán una tónica a lo largo del disco, siguen presentes en “I say no (to the V words)” donde a un puente brillante le sucede un estribillo bastante vulgar y que desentona con el resto del tema, que es muy bueno.
 
“Club of broken hearts“ casi parece en ocasiones una cover del “Wanted man” de los ya mencionados, por el riff, pero cuenta con una brillante y original subida hasta el estribillo, también muy bueno y un solo muy efectivo y resultón.
 
“Piper Sniper” es una vacilada de canción que comienza con los tecladillos de un tema italiano de los 80 que no recuerdo quien lo hacía, sonando a “Are you.gonna…” de Jet en las estrofas, pero el resto del tema es muy original y efectivo. Para bailar.
 
La balada “Never ever loved me” es  moñas y predecible a más no poder, recuerda vagamente a unos Journey desinflados o a unos Lynyrd Skynyrd amuermados y en ella la originalidad brilla por su ausencia, por lo que seremos presas del aburrimiento… Next.   
 
“Snake charmed” retoma la buena senda del Hard Rock sin artificios y a medio gas. Ya sé que me repito, pero las guitarras suenan a Ratt que te mueres… ¿Seguro que no colabora W. de Martini?.
 
“Angel, she kept me alive” recuerda en la estrofas al “Notorius” de Lizzy Borden, pero en el estribillo ponen rumbo a la melodía con un gran despliegue vocal que redondea el tema.
 
“Big blue iceberg” no cambia un ápice en su propuesta guitarrística y cuenta con unas pomposas teclas muy agradables y escasas que recuerdan a Paul Raymond en MSG. Muy buena.
 
Un ritmo tribal y una sensual voz femenina anuncian “Rock city” un muy sobado título que oculta una canción con un estribillo a medio tiempo muy resultón y eficaz.
 
“Shaked ´n´ stirred” comienza acústicamente y es un medio tiempo de influencia y estructura bluesera que suena a ya oído, pero eso no le resta calidad. Preciosas las voces.
 
“It´s 25, Beth!” recuerda a saco a Malmsteen y J.L.Turner en  “Heaven Tonight” pero en el estribillo se desmarcan, quedando un tema muy arreglado y curioso.
 
Acabamos con “J.E.S.U.S.” cantada a dos voces siendo una de ellas estridente. Es una canción coral de esas que buscan que el oyente se venga arriba con sus uooooooh! Siendo el resultado convincente.
 
En resumen, un buen disco, resultón, fácil de oír y que gana enormemente con las escuchas, a través de las cuales, uno deja de ver el fantasma de grupos míticos aleteando detrás de cada riff.