VEGA - WHAT THE HELL!
86/100
Discográfica: Universal Music
Estilo: Rock Melódico
Productor: Vega
Formación:
Nick Workman - Voz
Tom Martin - Guitarra
Daniel Chantrey - Batería
James Martin - Teclados
Track List:
01. Carnival Of Lost Souls
02. White Knuckle Ride
03. What The Hell
04. Not There For You
05. Cry
06. Raise Ya Game
07. Fade Into The Flames
08. You Cant Run
09. Bless My Soul
10. She Walks Alone
11. Turn It On
12. Saviour
13. Its Gonna Be Alright
14. Hand In The Air
Segunda entrega de los geniales hermanos Martin en lo que parece ser un grupo con continuidad y no un proyecto temporal a donde destinar las canciones demasiado buenas como para cederlas a otros.
La apuesta por la continuidad del proyecto no va aparejada con una continuidad musical, pues en este segundo disco aún con las mismas estructuras musicales (dos estrofas, puente, estribillo, bis, punteo, estribillo y final en la mayoría de canciones) se aprecia que han intentado picar ligeramente en otros estilos menos monolíticos que el AOR en busca de otros públicos más jóvenes pero igualmente rockeros, como se aprecia en el primer y comercial single y también a públicos con gustos por la música más potente y amante de los solos de guitarra ya que en este disco solo dos canciones carecen de punteo al uso, aunque la marca de la casa sigue imperturbable en cada uno de los temas.
Las canciones son inmediatas, quiero decir que rápidamente calan, pues las melodías son agradables, suaves y sin ninguna pretensión de inventar nada ni falta que hace.
En su debut tendía a darle al next a partir de la octava canción, pero en éste esa tentación de momento no existe, una canción buena lleva a otra, una nota agradable es seguida de la que tu ideal espera, si bien con estructuras casi calcadas y cuando acaba, apetece otra escucha más.
Veremos como soporta el paso del tiempo y si conserva la consistencia de ahora, en mi humilde opinión creo que asi será, aunque no sería el primero que promete mucho de inicio y se desinfla en pocos meses, deseando re-escribir la crítica.
Sonoramente, la producción está bastante más cuidada y es menos artificial que en su debut, los instrumentos suenan deliciosos y las voces de Nick Workman son cristalinas y están trabajadas con preciosismo, algo lógico dado lo extraordinario de su voz, aunque curiosamente no guste a todos los aficionados. Inmensos teclados de James y magnifico trabajo solista a la guitarra de Tom. El batería Dan Chantrey sigue con las muñecas soldadas al principio, soltándose al final y arriesga en algunas cosas impensables en su debut. Aquí también hay evolución, aunque su principal aval para estar en un grupo de este nivel es su amistad con los gemelos.
Analicemos ahora la obra canción por canción para separar el grano de la paja aunque poca hay.
Arrancamos con una intro sin sustancia alguna que no merece ni comentario titulada “Carnival Of Lost Souls“ que conduce al tema de adelanto en forma de single que está escuchado hasta la saciedad “White Knuckle Ride”. Un inicio leppardiano induce a pensar que el tema apunta maneras pese a lo recargado de los fills de batería y así es, canción radiofónica (al menos hace 25 años lo habría sido) pegadiza, con buenísimas voces y excelente como single, aunque con mucho no sea la mejor del disco.
En “What The Hell” endurecen de inicio el mensaje musical en un tema leppardiano en las estrofas (me recuerda a “Put Some Sugar On Me”) con otro estribillo con sabor a himno, potente punteo de Tom Martín que demuestra sus cualidades técnicas a lo largo de todo el tema.
Un místico piano en la onda de “HIM” nos introduce a “Not There For You” con estrofas desnudas que presagian potencia máxima en el estribillo, como así ocurre. Otro punteo heavy y corto de Tom Martín y unos coros repitiendo el estribillo para volver a invocar a HIM al final. Temazón para la ducha, el coche o correr.
“Cry“ apunta más a hacia su primera obra en sus arreglos y concepto. Nada del otro mundo comparado con las canciones previas, aunque con detalles de calidad y final heavy de cajón.
“Raise Ya Game“ navega en busca de la comercialidad con unos estribillos poco melódicos pero no carentes de calidad, muy en la onda del primer tema del disco, aunque con menos melodía.
La sobredosis de almibar llega con la balada “Fade Into The Flames muy al estilo Foreigner de “Waiting For A Girl Like You”, melódica y suave hasta el insulto, pero muy agradable para el relajo y con calidad a carretillas. El solo de Tom es emotivo y casa a la perfección con el aire del tema.
En el prometedor inicio de “You Can Run“ no puedo evitar recordar la versión de The Police de su propio “Don´t Stand So Close To Me” de 1986 y a lo largo del tema los numerosos toques pop semi-acusticos también lo hacen, pese a los dobles bombos del estribillo y al punteo metalero. Muy buena canción en todo caso, al nivel de las mejores.
Intro chumbeta para “Bless My Soul“ de estructura típica con predominio de teclados, guitarra rasgueando con el bajo y largo estribillo. El Inicio y el final son muy agradables, pero queda por encima de la media sin ser la mejor.
“She Walks Alone” la podrían haber firmado cualquiera de los muchos grupos de power-pop con ínfulas rockeras tipo Killers o Anberlin que pueblan las listas de éxitos de la perfida albión y los States, pero estos son VEGA dando todo el par motor y navegando en la opulencia musical, con detalles en los arreglos que hace que cada escucha sea nueva.
Otro temazo es sin duda “Turn It On” que aunque recuerda a su primer trabajo cuenta con unos arreglos de guitarra muy esmerados y preciosistas en el estribillo que vocalmente suena a ya oído, pero como digo, la guitarra lo arregla dejando la canción en muy buen lugar.
“Saviour“ es lo más popero del disco merced a un ritmo discotequero y unas voces que recuerdan a U2 o Coldplay con los típicos falsetes. Otro guiño a nuevos públicos que hará que algunos habituales renieguen, pero pese a los arreglos, la canción es muy buena y demuestra la amplitud de registro de estos chavales. Creo que a mi hermana le va a gustar.
El final se acerca con “It´s Gonna Be Allright“ otro agradable tema tranquilo marca de la casa trufado de delicadeza y melodía que hace necesario un pico de insulina. Aquí el solo es suave y adecuado al tono del tema.
...Y el final llega con “Hand In The Air“ poco adecuado de inicio para hacer cuernos con esa mano al aire, pero si para mover la cabeza arriba y abajo como si lo que oímos, pese a su inconfundible estructura fuese el maná, la felicidad en forma de música.
Resumiendo, pese a que son inconfundibles y siguen siendo Vega, hay guiños a otros estilos con buen resultado y arreglos más preciosistas, dentro de algunos temas más orientados a otros públicos, pero a la vez con los habituales y potentes solos de guitarra y guitarras variadas por doquier (hasta 4 simultáneamente en algunas canciones) que indican que no se entregan y que esto es un paso adelante dentro de una carrera que se adivina prometedora si este “What The Hell” finalmente tiene éxito.
La apuesta ya está hecha y espero que hayan acertado, pues dentro de su inconfundible estilo es difícil de mejorar. Estaría bien que trepasen en las listas y tuviesen alguna repercusión, desde luego que intención y talento hay y un ramillete de buenos temas también.
Y no se lleva un sobresaliente por lo repetitivo de las estructuras pero sin duda vale lo que cuesta.
La apuesta por la continuidad del proyecto no va aparejada con una continuidad musical, pues en este segundo disco aún con las mismas estructuras musicales (dos estrofas, puente, estribillo, bis, punteo, estribillo y final en la mayoría de canciones) se aprecia que han intentado picar ligeramente en otros estilos menos monolíticos que el AOR en busca de otros públicos más jóvenes pero igualmente rockeros, como se aprecia en el primer y comercial single y también a públicos con gustos por la música más potente y amante de los solos de guitarra ya que en este disco solo dos canciones carecen de punteo al uso, aunque la marca de la casa sigue imperturbable en cada uno de los temas.
Las canciones son inmediatas, quiero decir que rápidamente calan, pues las melodías son agradables, suaves y sin ninguna pretensión de inventar nada ni falta que hace.
En su debut tendía a darle al next a partir de la octava canción, pero en éste esa tentación de momento no existe, una canción buena lleva a otra, una nota agradable es seguida de la que tu ideal espera, si bien con estructuras casi calcadas y cuando acaba, apetece otra escucha más.
Veremos como soporta el paso del tiempo y si conserva la consistencia de ahora, en mi humilde opinión creo que asi será, aunque no sería el primero que promete mucho de inicio y se desinfla en pocos meses, deseando re-escribir la crítica.
Sonoramente, la producción está bastante más cuidada y es menos artificial que en su debut, los instrumentos suenan deliciosos y las voces de Nick Workman son cristalinas y están trabajadas con preciosismo, algo lógico dado lo extraordinario de su voz, aunque curiosamente no guste a todos los aficionados. Inmensos teclados de James y magnifico trabajo solista a la guitarra de Tom. El batería Dan Chantrey sigue con las muñecas soldadas al principio, soltándose al final y arriesga en algunas cosas impensables en su debut. Aquí también hay evolución, aunque su principal aval para estar en un grupo de este nivel es su amistad con los gemelos.
Analicemos ahora la obra canción por canción para separar el grano de la paja aunque poca hay.
Arrancamos con una intro sin sustancia alguna que no merece ni comentario titulada “Carnival Of Lost Souls“ que conduce al tema de adelanto en forma de single que está escuchado hasta la saciedad “White Knuckle Ride”. Un inicio leppardiano induce a pensar que el tema apunta maneras pese a lo recargado de los fills de batería y así es, canción radiofónica (al menos hace 25 años lo habría sido) pegadiza, con buenísimas voces y excelente como single, aunque con mucho no sea la mejor del disco.
En “What The Hell” endurecen de inicio el mensaje musical en un tema leppardiano en las estrofas (me recuerda a “Put Some Sugar On Me”) con otro estribillo con sabor a himno, potente punteo de Tom Martín que demuestra sus cualidades técnicas a lo largo de todo el tema.
Un místico piano en la onda de “HIM” nos introduce a “Not There For You” con estrofas desnudas que presagian potencia máxima en el estribillo, como así ocurre. Otro punteo heavy y corto de Tom Martín y unos coros repitiendo el estribillo para volver a invocar a HIM al final. Temazón para la ducha, el coche o correr.
“Cry“ apunta más a hacia su primera obra en sus arreglos y concepto. Nada del otro mundo comparado con las canciones previas, aunque con detalles de calidad y final heavy de cajón.
“Raise Ya Game“ navega en busca de la comercialidad con unos estribillos poco melódicos pero no carentes de calidad, muy en la onda del primer tema del disco, aunque con menos melodía.
La sobredosis de almibar llega con la balada “Fade Into The Flames muy al estilo Foreigner de “Waiting For A Girl Like You”, melódica y suave hasta el insulto, pero muy agradable para el relajo y con calidad a carretillas. El solo de Tom es emotivo y casa a la perfección con el aire del tema.
En el prometedor inicio de “You Can Run“ no puedo evitar recordar la versión de The Police de su propio “Don´t Stand So Close To Me” de 1986 y a lo largo del tema los numerosos toques pop semi-acusticos también lo hacen, pese a los dobles bombos del estribillo y al punteo metalero. Muy buena canción en todo caso, al nivel de las mejores.
Intro chumbeta para “Bless My Soul“ de estructura típica con predominio de teclados, guitarra rasgueando con el bajo y largo estribillo. El Inicio y el final son muy agradables, pero queda por encima de la media sin ser la mejor.
“She Walks Alone” la podrían haber firmado cualquiera de los muchos grupos de power-pop con ínfulas rockeras tipo Killers o Anberlin que pueblan las listas de éxitos de la perfida albión y los States, pero estos son VEGA dando todo el par motor y navegando en la opulencia musical, con detalles en los arreglos que hace que cada escucha sea nueva.
Otro temazo es sin duda “Turn It On” que aunque recuerda a su primer trabajo cuenta con unos arreglos de guitarra muy esmerados y preciosistas en el estribillo que vocalmente suena a ya oído, pero como digo, la guitarra lo arregla dejando la canción en muy buen lugar.
“Saviour“ es lo más popero del disco merced a un ritmo discotequero y unas voces que recuerdan a U2 o Coldplay con los típicos falsetes. Otro guiño a nuevos públicos que hará que algunos habituales renieguen, pero pese a los arreglos, la canción es muy buena y demuestra la amplitud de registro de estos chavales. Creo que a mi hermana le va a gustar.
El final se acerca con “It´s Gonna Be Allright“ otro agradable tema tranquilo marca de la casa trufado de delicadeza y melodía que hace necesario un pico de insulina. Aquí el solo es suave y adecuado al tono del tema.
...Y el final llega con “Hand In The Air“ poco adecuado de inicio para hacer cuernos con esa mano al aire, pero si para mover la cabeza arriba y abajo como si lo que oímos, pese a su inconfundible estructura fuese el maná, la felicidad en forma de música.
Resumiendo, pese a que son inconfundibles y siguen siendo Vega, hay guiños a otros estilos con buen resultado y arreglos más preciosistas, dentro de algunos temas más orientados a otros públicos, pero a la vez con los habituales y potentes solos de guitarra y guitarras variadas por doquier (hasta 4 simultáneamente en algunas canciones) que indican que no se entregan y que esto es un paso adelante dentro de una carrera que se adivina prometedora si este “What The Hell” finalmente tiene éxito.
La apuesta ya está hecha y espero que hayan acertado, pues dentro de su inconfundible estilo es difícil de mejorar. Estaría bien que trepasen en las listas y tuviesen alguna repercusión, desde luego que intención y talento hay y un ramillete de buenos temas también.
Y no se lleva un sobresaliente por lo repetitivo de las estructuras pero sin duda vale lo que cuesta.
AUTOR: Óscar L. Gonzalez (Mendometal)
