DENNIS CHURCHILL DRIES - I
75/100
DISCOGRÁFICA: AOR HEAVEN
ESTILO: ROCK MELÓDICO
PRODUCTOR: PAUL SABU
MÚSICOS:
DENNIS CHURCHILL DRIES: CANTANTE, BAJO, TECLADOS, GUITARRA ACÚSTICA.
PAUL SABU: GUITARRAS, TECLADOS, COROS
TRACKLIST:
HEARD IT ON THE RADIO
I
HOME
UNBROKEN
SONG FOR THE LIVING
PICTURES
CAN YOU FEEL IT
PIECES
SHE LOVES YOU
SO GOOD TO SEE YOU
HOME (VERSIÓN ACÚSTICA)
Una más que grata sorpresa ha supuesto la escucha del disco en solitario del que fuera cantante de White Sister y Tattoo Rodeo, el magnífico Dennis Churchill Dries. Un disco sobre el que su autor asegura que no le importa si vende 100 copias o 100.000, porque lo ha hecho para él. Eso ya deja ver algo que se intuye en las primeras escuchas: la inmediatez y naturalidad de un disco que brota con espontaneidad y discurre con serenidad, dejando tras su escucha la indudable sensación de que hay algo más profundo en esas melodías, que han surgido de un impulso auténtico del que estas canciones son vehículo emocional.
No sería necesaria esa explicación de Churchill Dries, pues es algo que se palpa. ¿O es que acaso es gratuito el título del álbum? Las letras también transmiten esas sensaciones, la experiencia vital de su autor. Esa autenticidad compensa algunas limitaciones que pueda tener el disco desde el punto de vista técnico. O quizás esas limitaciones no sean tales y formen parte de algo conceptual. Las canciones que conforman I están compuestas sobre elementos instrumentales vertebrales cuya carne está en las melodías, tanto vocales como en los muy disfrutables coros, brillantes y acertados todo durante todo el disco. Una de las mejores muestras está en la canción “I”, en la que la voz principal del estribillo es el acompañamiento a los coros y no al revés, lo que revela el cuidado que se ha puesto en ellos. No solo aquí, sino en los múltiples detalles vocales que bañan el álbum a veces con pequeñas pero afortunadas pinceladas, otras como resultado de un trabajo de depuración.
Y sin embargo no podemos afirmar que estemos ante un disco de corte intimista, de tono melancólico, en absoluto. Diría que es un disco que recorre muchos momentos de cualquier existencia, desde los momentos más entusiastas hasta los marcados por la tristeza (ya dijo el genio que la vida es tragicomedia). “Heard it on the radio” es un comienzo muy acertado, una canción pegadiza y con mucha melodía. A continuación el medio tiempo que ya hemos comentado, “I”, y “Home”, otro gran tema, con comienzo de guitarras acústicas y posterior entrada de guitarras potentes, una canción de estilo medio country rock de la que se incluye una versión acústica muy bien vista. Solo estas tres canciones justificarían la adquisición del disco. Y otra conclusión podríamos sacar ya: los solos de guitarra no están a la altura, al menos a mí no me gustan demasiado: sucios, poco atractivos y menos imaginativos.
Mucho más estándar son “Unbroken” y “Can you feel it”, por ejemplo, aunque no despreciables, pues además de que resultan como poco agradables, no deja de ser una gozada escuchar a Dennis cantar. Y “She loves you”, que me recuerda a otra canción pero no he conseguido localizar a cuál, es un single indiscutible.
En el grupo de las canciones lentas o baladas hay material para disfrutar: “Song for the living”, que recuerda a las canciones románticas de las películas de los ochenta y noventa, muy bonita, a piano y con subida de tono al final; sencilla pero que resulta estupenda. De tono más tristón es “Pictures”; se beneficia de un post-estribillo irresistible. Y más aún la conmovedora “Pieces”, en la que DCD demuestra cómo cantar para apretarte el pecho y no dejarte respirar: piano, voz y coros. Y para cerrar “So good to see you”, una variante de la anterior, esta vez con guitarra en lugar de piano, en un tono más vitalista y dedicada a su amigo Rick Chadock.
"I" es un disco que uno se alegra de poder escuchar, de esos que no impactan de modo sensacionalista, pero que en poco tiempo se va haciendo un hueco, el mismo que suele llenar con frecuencia cada vez que uno duda un momento y se pregunta: “¿Qué pongo ahora?”.
No sería necesaria esa explicación de Churchill Dries, pues es algo que se palpa. ¿O es que acaso es gratuito el título del álbum? Las letras también transmiten esas sensaciones, la experiencia vital de su autor. Esa autenticidad compensa algunas limitaciones que pueda tener el disco desde el punto de vista técnico. O quizás esas limitaciones no sean tales y formen parte de algo conceptual. Las canciones que conforman I están compuestas sobre elementos instrumentales vertebrales cuya carne está en las melodías, tanto vocales como en los muy disfrutables coros, brillantes y acertados todo durante todo el disco. Una de las mejores muestras está en la canción “I”, en la que la voz principal del estribillo es el acompañamiento a los coros y no al revés, lo que revela el cuidado que se ha puesto en ellos. No solo aquí, sino en los múltiples detalles vocales que bañan el álbum a veces con pequeñas pero afortunadas pinceladas, otras como resultado de un trabajo de depuración.
Y sin embargo no podemos afirmar que estemos ante un disco de corte intimista, de tono melancólico, en absoluto. Diría que es un disco que recorre muchos momentos de cualquier existencia, desde los momentos más entusiastas hasta los marcados por la tristeza (ya dijo el genio que la vida es tragicomedia). “Heard it on the radio” es un comienzo muy acertado, una canción pegadiza y con mucha melodía. A continuación el medio tiempo que ya hemos comentado, “I”, y “Home”, otro gran tema, con comienzo de guitarras acústicas y posterior entrada de guitarras potentes, una canción de estilo medio country rock de la que se incluye una versión acústica muy bien vista. Solo estas tres canciones justificarían la adquisición del disco. Y otra conclusión podríamos sacar ya: los solos de guitarra no están a la altura, al menos a mí no me gustan demasiado: sucios, poco atractivos y menos imaginativos.
Mucho más estándar son “Unbroken” y “Can you feel it”, por ejemplo, aunque no despreciables, pues además de que resultan como poco agradables, no deja de ser una gozada escuchar a Dennis cantar. Y “She loves you”, que me recuerda a otra canción pero no he conseguido localizar a cuál, es un single indiscutible.
En el grupo de las canciones lentas o baladas hay material para disfrutar: “Song for the living”, que recuerda a las canciones románticas de las películas de los ochenta y noventa, muy bonita, a piano y con subida de tono al final; sencilla pero que resulta estupenda. De tono más tristón es “Pictures”; se beneficia de un post-estribillo irresistible. Y más aún la conmovedora “Pieces”, en la que DCD demuestra cómo cantar para apretarte el pecho y no dejarte respirar: piano, voz y coros. Y para cerrar “So good to see you”, una variante de la anterior, esta vez con guitarra en lugar de piano, en un tono más vitalista y dedicada a su amigo Rick Chadock.
"I" es un disco que uno se alegra de poder escuchar, de esos que no impactan de modo sensacionalista, pero que en poco tiempo se va haciendo un hueco, el mismo que suele llenar con frecuencia cada vez que uno duda un momento y se pregunta: “¿Qué pongo ahora?”.
AUTOR: Joserra
