LYNCH MOB - WICKED SENSATION (1990)
Discográfica: Elektra
Estilo: Hard Rock
Productores: Max Norman, George Lynch
Formación:
Guitarra: George Lynch
Bajo: Anthony Esposito
Voz: Oni Logan
Batería: Mick Brown
Track List:
01. Wicked Sensation
02. River Of Love
03. Sweet Sister Mercy
04. All I Want
05. Hell Child
06. She's Evil But She's Mine
07. Dance Of The Dogs
08. Rain
09. No Bed Of Roses
10. Through These Eyes
11. For A Million Years
12. Strret Fightin' Man
Las interminables luchas de ego entre George Lynch y Don Dokken dieron como resultado que Dokken saltase finalmente en pedazos. Don iniciaría carrera en solitario con la edición de un gran debut titulado ‘Up From The Ashes’, Jeff Pilson se uniría a Dio y George junto al batería Mick Brown formaría una interesante banda bajo el apelativo Lynch Mob. Para ocupar el puesto de vocalista buscó una voz diferente, más áspera y ruda que la de Don, encontrando en Oni Logan el candidato perfecto para dotar los temas con un toque más macarra que en su anterior banda, no obstante parece ser que en directo su resultado no era el mismo, pues el guitarrista llegó a comentar durante la gira junto a Queensrÿche que sentía vergüenza de salir al escenario con él.
Al menos en el disco llega a lucirse en varios de los temas mostrando un gran nivel. Para las cuatro cuerdas elegiría a Anthony Esposito (Ace Frehley), cuya función es encomiable. Siempre supimos que la maestría y dominio de George a las seis cuerdas era el punto fuerte de Dokken, algo que aquí continúa intacto como se puede comprobar a lo largo del redondo, su guitarra suena sublime regalándonos un arsenal de riffs enérgicos y solos bien construidos. Un gran álbum, quizás un tanto sobre producido, que sería excepcional de no contar con algún tema más mediocre. Bajo una portada impactante, (hoy no se cuida este arte como se debería), se esconden composiciones destacadas con una buena instrumentación y unos coros excelentes, que muestran la fabulosa voz que posee Mick Brown, y que siguen la estela de lo ofrecido en el formidable ‘Back For The Attack’.
El tema título despliega contundencia en los ritmos, unas sutiles líneas vocales que ofrecen el mejor registro del cantante, con una guitarra incendiaria. En esa tesitura encontramos piezas realmente imponentes como ‘River Of Love’ de ritmo muy marcado, un estribillo pegadizo y un solo espeluznante, o la más estándar aunque igualmente valida ‘Hell Child’. Los medios tiempo cadenciosos y férreos como ‘All I Want’ que posee unos coros excelentes y ‘Sweet Sister Mercy’ de voz desgarradora y una guitarra que echa humo resultan altamente adictivos.
En el terreno sensiblero contamos con la balada ‘Through These Eyes’, que aun resultando buena no se acerca a la calidad de las compuestas en Dokken. La joya del álbum se encuentra en la rockera ‘No Bed Of Roses’, de melodía vocal, coros, estribillos, guitarras y base rítmica simplemente perfectas. Un trabajo realmente recomendado para disfrutar con uno de los guitarristas más eléctrico y apasionado que ha dado el rock al otro lado del Atlántico, y perfecto para rescatar ahora que George Lynch ha decidido reactivar la banda junto a Oni Logan, el magistral Marco Mendoza y el carismático Scot Coogan (Ace Frehley), una formación a todas luces explosiva que debería darnos grandes momentos.
Al menos en el disco llega a lucirse en varios de los temas mostrando un gran nivel. Para las cuatro cuerdas elegiría a Anthony Esposito (Ace Frehley), cuya función es encomiable. Siempre supimos que la maestría y dominio de George a las seis cuerdas era el punto fuerte de Dokken, algo que aquí continúa intacto como se puede comprobar a lo largo del redondo, su guitarra suena sublime regalándonos un arsenal de riffs enérgicos y solos bien construidos. Un gran álbum, quizás un tanto sobre producido, que sería excepcional de no contar con algún tema más mediocre. Bajo una portada impactante, (hoy no se cuida este arte como se debería), se esconden composiciones destacadas con una buena instrumentación y unos coros excelentes, que muestran la fabulosa voz que posee Mick Brown, y que siguen la estela de lo ofrecido en el formidable ‘Back For The Attack’.
El tema título despliega contundencia en los ritmos, unas sutiles líneas vocales que ofrecen el mejor registro del cantante, con una guitarra incendiaria. En esa tesitura encontramos piezas realmente imponentes como ‘River Of Love’ de ritmo muy marcado, un estribillo pegadizo y un solo espeluznante, o la más estándar aunque igualmente valida ‘Hell Child’. Los medios tiempo cadenciosos y férreos como ‘All I Want’ que posee unos coros excelentes y ‘Sweet Sister Mercy’ de voz desgarradora y una guitarra que echa humo resultan altamente adictivos.
En el terreno sensiblero contamos con la balada ‘Through These Eyes’, que aun resultando buena no se acerca a la calidad de las compuestas en Dokken. La joya del álbum se encuentra en la rockera ‘No Bed Of Roses’, de melodía vocal, coros, estribillos, guitarras y base rítmica simplemente perfectas. Un trabajo realmente recomendado para disfrutar con uno de los guitarristas más eléctrico y apasionado que ha dado el rock al otro lado del Atlántico, y perfecto para rescatar ahora que George Lynch ha decidido reactivar la banda junto a Oni Logan, el magistral Marco Mendoza y el carismático Scot Coogan (Ace Frehley), una formación a todas luces explosiva que debería darnos grandes momentos.
AUTOR: Ángel (LOVEHUNTER)
