Apadrinados por Ronnie James Dio, quien vio en ellos algo especial, en particular en el increíble y poderoso Paul Shortino, quien mezclaba en sus interpretaciones la energía rock con el alma blues y soul, publicaron su álbum homónimo en 1985, pasando a ser un clásico de culto durante muchos años.
La banda combina de forma magistral, lo mismo que su cantante, el hard rock enérgico con el dejo blues, lo que da como resultado unas canciones atractivas, a veces hipnóticas, al mismo tiempo que melódicas y potentes. Chris Hager y Amir Derakh hacen un buenísimo trabajo a las guitarras, tanto rítmicas como solistas, contundentes y con algunos arreglos muy acertados. La base rítmica aportada por Matt Thorr al bajo y David Alford a la batería es igualmente impecable.
Otro de los aspectos que los hace peculiares es que se desmarcan del patrón de banda de hard rock de la época, especialmente en su primer disco, más oscuro que su segundo, Wants you!, más melódico, más pegadizo, con un planteamiento más comercial. En este momento me gustaría centrarme en su álbum homónimo, que comienza con esa hipnótica y absorbente “Take her”, una canción que está entre mis favoritas de siempre. ¡Cómo canta Paul Shortino! Absolutamente épica, oscura, magnética.
La banda combina de forma magistral, lo mismo que su cantante, el hard rock enérgico con el dejo blues, lo que da como resultado unas canciones atractivas, a veces hipnóticas, al mismo tiempo que melódicas y potentes. Chris Hager y Amir Derakh hacen un buenísimo trabajo a las guitarras, tanto rítmicas como solistas, contundentes y con algunos arreglos muy acertados. La base rítmica aportada por Matt Thorr al bajo y David Alford a la batería es igualmente impecable.
Otro de los aspectos que los hace peculiares es que se desmarcan del patrón de banda de hard rock de la época, especialmente en su primer disco, más oscuro que su segundo, Wants you!, más melódico, más pegadizo, con un planteamiento más comercial. En este momento me gustaría centrarme en su álbum homónimo, que comienza con esa hipnótica y absorbente “Take her”, una canción que está entre mis favoritas de siempre. ¡Cómo canta Paul Shortino! Absolutamente épica, oscura, magnética.
Otra joya del disco es “Dreamin’ again”. Imposible resistirse a una pieza como ésta:
En el álbum también podemos encontrar temas más estándar, alegres y tarareables, aunque con esa particular interpretación que hacía la banda. Llegaron a grabar un vídeo de “Never gonna die”:
No faltan en el disco las canciones rápidas y potentes, ejemplo de lo cual es la cañera “Cutt your heart out”.
Además hacen una excelente y muy personal versión de “Piece of my heart”, en la que Shortino se queda más que a gusto emulando a Janis Joplin y mostrando su vena más blues. Fantástica:
Además hacen una excelente y muy personal versión de “Piece of my heart”, en la que Shortino se queda más que a gusto emulando a Janis Joplin y mostrando su vena más blues. Fantástica:
En definitiva, un trabajo que ha merecido desde casi siempre el calificativo de álbum de culto, con todo lo que tiene de positivo (por la apreciación de calidad que parece conllevar) y de negativo. Puede que sea una cuestión personal y no sea tan buen disco, pero siempre ha sido uno de mis favoritos.
