STRYPER - NO MORE HELL TO PAY
90/100
Discográfica: Frontiers Records
Estilo: Hard Rock
Productor: Michael Sweet
Formación:
Michael Sweet: cantante, guitarra
Robert Sweet: batería
Timothy Gaines: bajo, coros
Oz Fox: guitarra, coros
Track List:
01. Revelation
02. No More Hell To Pay
03. Saved By Love
04. Jesus Is Just Alright
05. The One
06. Legacy
07. Marching Into Battle
08. Te Amo
09. Sticks & Stones
10. Water Into Wine
11. Sympathy
12. Renewed
Mi último contacto con un disco de Stryper fue con el mítico "To hell with the devil" hará más de veinte años, y tengo que reconocer que para la chavalería de la época, este grupo tenía gran atractivo por razones más subjetivas que objetivas; era un grupo cuyas letras incluían pasajes de la biblia y oraciones cristianas, sus voces muy melódicas y las guitarras con un sonido rudo, próximo al del "thrash metal" que estaba en pañales eran una combinación explosiva.
Claro que los "gafapastas" de la época se partían de risa con este concepto musical y visto desde la óptica actual, a lo mejor no les faltaba razón, pero lo mismo que unos adoran al diablo con su música... ¿por qué no adorar a Jesús, aunque sea con interés pecuniario? Por el éxito alcanzado, creo que acertaron y "Calling on you" fue uno de mis himnos durante muchos años.
Este "No more hell to pay" habría pasado desapercibido para este servidor de no haber recibido el encargo de hacer esta reseña, y después de escucharlo, habría sido un gravísimo error pasar de él.
Aunque siguen siendo reconocibles fácilmente, han pulido los rasgos más caducos de su primera época, suavizando la chillona voz de Michael y adecuando el sonido de las guitarras para que no desentone con su melódica propuesta, aunque en algunos temas sustituyan la melodía por la caña, sacando ese metal que llevan dentro.
Por supuesto que la temática cristiana y de homenaje a Jesús en estas canciones no ha cambiado, pues es su seña de identidad.
Ahora, el tratamiento de la voz de Michael es menos nasal e hiriente (quizás porque haya cambiado su forma de cantar), la ecualización y afinación de las guitarras es simplemente perfecta, las canciones todas distintas con una variedad de arreglos que hacen la escucha muy entretenida y no se atisba rastro de revisitaciones o versiones clonadas de canciones antiguas bajo otro título.
La banda es la original, formada hace 30 años con el mencionado Michael Sweet, su hermano Robert, Oz Fox y Tim Gaines y a decir verdad parece que hubiesen estado juntos esos 30 años, aunque en realidad no sea así. Siguen estando esos poderosos arreglos vocales, esos punteos doblados y sin doblar, esas líneas de bajo talentosas y la atronadora batería de Robert que ya se parece mucho a la máquina que fue antaño y que nos inspiró a unos pocos. El sonido del disco es potente, natural, heavy, perfectamente mezclado y sin aristas. No han caído en la tentación de "ochentizar" la producción, lo cual es muy difícil de hacer bien y aún sonando a esa época, son las canciones las encargadas de ello, no la producción y esas canciones son frescas a más no poder, entrando como el cuchillo en la mantequilla.
Tras sólo dos escuchas, comenzamos el análisis de "No more hell to pay" con un título bíblico nada sorprendente que es "Revelation", la encargada de mostrarnos el camino. Medio tiempo que aglutina todas sus señas de identidad bajo un disfraz más moderno. Melodía, punteos doblados, y perfección por doquier. Temazo.
Seguimos con "No more hell to pay", un himno metalero a base de arpegios con distorsión y gritos y melodía que recuerdan a Dokken cuando se ponían radicales, pero a una velocidad menor. Notable.
"Saved by love" es otro himno metalero, pero aquí sí que ya van a toda pastilla. Pide doble bombo, pero Robert siempre fue poco dado a abusar de ello y sólo lo mete al final. Los gritos de Michael en unos tonos imposibles ponen la guinda y hacen que saquemos el índice y el meñique a pasear ante tal apisonadora sonora. Cañera.
"Jesus is just allright" se inicia con unos coros que presagian temazo y un ritmo doblado setentero a tope que serán la base de una canción que sin analizarla es como si fuera sólo un estribillo. El medio tiempo de la mitad es para enmarcar y recuerda a los actuales Europe. Los punteos, acordes a la calidad de la canción, la convierten en una de las mejores del disco si no la mejor. Temazo.
Aún con el vello erizado encaramos "The one", una tranquila balada entre voces almibaradas y guitarras con chorus que son un primor... y sin caer en ningún tópico. El punteo (como en la mayoría de temas) es extraordinario. Otro temazo.
Volvemos al "metaleo" con "Legacy" donde recuerdan a su primera y exitosa época por el poderío de los rasgueos de guitarra y la casta de Michael con la voz. Dura y potente.
Bajamos una marcha con "Marching into battle" una pieza de duro metal americano ochentero (los acordes de guitarra recuerdan a Metallica) con menos melodía que las precedentes y algo menos inspirada en su concepto aunque con detalles de calidad y frescura remarcables. Los gritos de Michael al final romperían un vaso. Correcta.
La velocidad aumenta con "Te amo" que pese al título, ni es una balada, ni está cantada en el segundo idioma de los hermanos Sweet Martínez (el español) sino un rápido y melódico tema con estribillo de largas notas y los consabidos punteos doblados marca de la casa. Notable.
El comienzo y desenlace posterior de "Sticks and stones" suena terriblemente bien y a Alice in chains por sus arreglos, pero al llegar al coral estribillo se retratan como quienes son: Stryper a pleno pulmón. El punteo con Wah-Wah vuelve a emparentarles con los de Seattle, pero ahí se queda. Gaines se sale con el bajo.
"Water into wine" recuerda a W.A.S.P. por el sonido general de guitarras y coros, siendo una de esas canciones himno americanas que me vuelven majareta y que me recuerdan tiempos más felices. El estribillo es para enmarcar y el punteo es la guinda de esta pedazo de tarta... aún no me lo creo. Temaaaazo.
"Sympathy" ...¿for the devil? No, no creo que tengan mucha simpatía por Belcebú. Es otra pieza de sonido ochentero y aparte de recordar a Stryper suenan a los de Lawless e incluso a Queensrÿche... ¿puede haber algo mejor? Seguro que lo hay, pero no en esta vida. Otro temazo y van...
Y para terminar vuelven al metal estilo Stryper con "Renewed" que es un título que le va al pelo a como muestra este disco a Stryper: renovados. Es un tema rompecaras que ilustra y resume lo contenido en este disco en cuanto a todas sus variables y que son todas de un nivel superlativo sin apenas margen de mejora.
En resumen, pedazo de disco que se han marcado los amigos de Jesús que sin duda estará flipando en su trono como he flipado yo con esta grandísima obra que consigue superar en acierto musical los discos de su primera época y que no solo es recomendable para fans de la banda, sino para quien guste de escuchar buena música que oscila entre el heavy metal, y el hard rock de hace 30 años, perfectamente ejecutados, potentes y con unas dosis de melodías vocales y guitarreras dignas de gourmets.
...Y todo esto con dos escuchas, pues no veáis como crece con ellas.
Aunque no lo busquen, Stryper se han ganado el cielo.
Claro que los "gafapastas" de la época se partían de risa con este concepto musical y visto desde la óptica actual, a lo mejor no les faltaba razón, pero lo mismo que unos adoran al diablo con su música... ¿por qué no adorar a Jesús, aunque sea con interés pecuniario? Por el éxito alcanzado, creo que acertaron y "Calling on you" fue uno de mis himnos durante muchos años.
Este "No more hell to pay" habría pasado desapercibido para este servidor de no haber recibido el encargo de hacer esta reseña, y después de escucharlo, habría sido un gravísimo error pasar de él.
Aunque siguen siendo reconocibles fácilmente, han pulido los rasgos más caducos de su primera época, suavizando la chillona voz de Michael y adecuando el sonido de las guitarras para que no desentone con su melódica propuesta, aunque en algunos temas sustituyan la melodía por la caña, sacando ese metal que llevan dentro.
Por supuesto que la temática cristiana y de homenaje a Jesús en estas canciones no ha cambiado, pues es su seña de identidad.
Ahora, el tratamiento de la voz de Michael es menos nasal e hiriente (quizás porque haya cambiado su forma de cantar), la ecualización y afinación de las guitarras es simplemente perfecta, las canciones todas distintas con una variedad de arreglos que hacen la escucha muy entretenida y no se atisba rastro de revisitaciones o versiones clonadas de canciones antiguas bajo otro título.
La banda es la original, formada hace 30 años con el mencionado Michael Sweet, su hermano Robert, Oz Fox y Tim Gaines y a decir verdad parece que hubiesen estado juntos esos 30 años, aunque en realidad no sea así. Siguen estando esos poderosos arreglos vocales, esos punteos doblados y sin doblar, esas líneas de bajo talentosas y la atronadora batería de Robert que ya se parece mucho a la máquina que fue antaño y que nos inspiró a unos pocos. El sonido del disco es potente, natural, heavy, perfectamente mezclado y sin aristas. No han caído en la tentación de "ochentizar" la producción, lo cual es muy difícil de hacer bien y aún sonando a esa época, son las canciones las encargadas de ello, no la producción y esas canciones son frescas a más no poder, entrando como el cuchillo en la mantequilla.
Tras sólo dos escuchas, comenzamos el análisis de "No more hell to pay" con un título bíblico nada sorprendente que es "Revelation", la encargada de mostrarnos el camino. Medio tiempo que aglutina todas sus señas de identidad bajo un disfraz más moderno. Melodía, punteos doblados, y perfección por doquier. Temazo.
Seguimos con "No more hell to pay", un himno metalero a base de arpegios con distorsión y gritos y melodía que recuerdan a Dokken cuando se ponían radicales, pero a una velocidad menor. Notable.
"Saved by love" es otro himno metalero, pero aquí sí que ya van a toda pastilla. Pide doble bombo, pero Robert siempre fue poco dado a abusar de ello y sólo lo mete al final. Los gritos de Michael en unos tonos imposibles ponen la guinda y hacen que saquemos el índice y el meñique a pasear ante tal apisonadora sonora. Cañera.
"Jesus is just allright" se inicia con unos coros que presagian temazo y un ritmo doblado setentero a tope que serán la base de una canción que sin analizarla es como si fuera sólo un estribillo. El medio tiempo de la mitad es para enmarcar y recuerda a los actuales Europe. Los punteos, acordes a la calidad de la canción, la convierten en una de las mejores del disco si no la mejor. Temazo.
Aún con el vello erizado encaramos "The one", una tranquila balada entre voces almibaradas y guitarras con chorus que son un primor... y sin caer en ningún tópico. El punteo (como en la mayoría de temas) es extraordinario. Otro temazo.
Volvemos al "metaleo" con "Legacy" donde recuerdan a su primera y exitosa época por el poderío de los rasgueos de guitarra y la casta de Michael con la voz. Dura y potente.
Bajamos una marcha con "Marching into battle" una pieza de duro metal americano ochentero (los acordes de guitarra recuerdan a Metallica) con menos melodía que las precedentes y algo menos inspirada en su concepto aunque con detalles de calidad y frescura remarcables. Los gritos de Michael al final romperían un vaso. Correcta.
La velocidad aumenta con "Te amo" que pese al título, ni es una balada, ni está cantada en el segundo idioma de los hermanos Sweet Martínez (el español) sino un rápido y melódico tema con estribillo de largas notas y los consabidos punteos doblados marca de la casa. Notable.
El comienzo y desenlace posterior de "Sticks and stones" suena terriblemente bien y a Alice in chains por sus arreglos, pero al llegar al coral estribillo se retratan como quienes son: Stryper a pleno pulmón. El punteo con Wah-Wah vuelve a emparentarles con los de Seattle, pero ahí se queda. Gaines se sale con el bajo.
"Water into wine" recuerda a W.A.S.P. por el sonido general de guitarras y coros, siendo una de esas canciones himno americanas que me vuelven majareta y que me recuerdan tiempos más felices. El estribillo es para enmarcar y el punteo es la guinda de esta pedazo de tarta... aún no me lo creo. Temaaaazo.
"Sympathy" ...¿for the devil? No, no creo que tengan mucha simpatía por Belcebú. Es otra pieza de sonido ochentero y aparte de recordar a Stryper suenan a los de Lawless e incluso a Queensrÿche... ¿puede haber algo mejor? Seguro que lo hay, pero no en esta vida. Otro temazo y van...
Y para terminar vuelven al metal estilo Stryper con "Renewed" que es un título que le va al pelo a como muestra este disco a Stryper: renovados. Es un tema rompecaras que ilustra y resume lo contenido en este disco en cuanto a todas sus variables y que son todas de un nivel superlativo sin apenas margen de mejora.
En resumen, pedazo de disco que se han marcado los amigos de Jesús que sin duda estará flipando en su trono como he flipado yo con esta grandísima obra que consigue superar en acierto musical los discos de su primera época y que no solo es recomendable para fans de la banda, sino para quien guste de escuchar buena música que oscila entre el heavy metal, y el hard rock de hace 30 años, perfectamente ejecutados, potentes y con unas dosis de melodías vocales y guitarreras dignas de gourmets.
...Y todo esto con dos escuchas, pues no veáis como crece con ellas.
Aunque no lo busquen, Stryper se han ganado el cielo.
AUTOR: Óscar L. González (Mendo)
, pero la original es ésta: