TOM KEIFER - THE WAY LIFE GOES
85/100
Discográfica: Merovee Records
Estilo: Hard Rock
Productores: Tom Keifer, Savannah Keifer y Chuck Turner
Formación:
Tom Keifer - Voz, Guitarra y Teclados
Michael Rhodes - Bajo
Greg Morrow - Batería y Percusión
Tony Harrell - Piano, B3, Wurlitzer y Clavinet
Músicos Adicionales:
Jeff LaBar - Guitarra
Pat Buchanan - Guitarra y armónica
Gary Burnette - Guitarra
Ron Wallace - Guitarra Acústica
Etta Britt, Crystal Taliaferro, Savannah Keifer, Vicky Carraco y Chuck Turner - Coros
Jim Horne - Saxo
Track List:
01. Solid Ground
02. A Different Light
03. It's Not Enough
04. Cold Day In Hell
05. Thick And Thin
06. Ask Me Yesterday
07. Fools Paradise
08. The Flower Song
09. Mood Elevator
10. Welcome To My Mind
11. You Showed Me
12. Ain't That A Bitch
13. The Way Life Goes
14. Babylon
Uno se imagina lo que debía ser estar dentro de la garganta de Tom Keifer cuando era el voceras de Cinderella y no debía ser algo agradable, y así terminó, perdiendo la voz varias veces entre chorreantes hemorragias, lo que hizo a muchos temer por su pérdida para la causa.
Ahora canta más calmado, y más apoyado en las partes difíciles de las canciones por estupendas coristas, aunque conserva intacta la fuerza vocal y ese gusto rockero al cantar que le encumbraron a él y su banda Cinderella a finales de los 80, pero sin abusar, mostrándose como un gran cantante pero al que antes no habíamos escuchado así.
"Long Cold Winter" es para este humilde aficionado una de las obras de referencia dentro del Hard Rock ochentero y el rasero por el cual hemos de medir esta nueva obra que no es exactamente Hard Rock, pero tampoco es la típica obra intimista de cantautor triste con guitarra acústica que me esperaba, pero siendo de donde es y viniendo de donde viene, es lógico encontrar desde blues-rock, country-rock, hard rock e incluso aires gospel si nos fijamos en las bonitas voces de los coros que acompañan más de la mitad de los temas.
También hay un pequeño hueco para la experimentación y los guiños a la modernidad (que tienen encadenado a algunos coetaneos suyos como su descubridor e inicial valedor J. Bon Jovi) y baladas que pretenden seguir la estela a la inigualable "Don't know what you got 'till it's gone" y que como veremos, se acaba pareciendo a Aerosmith.
Producción y sonido son bastante buenos, tampoco es muy complicado para los profesionales del gremio hacer que este tipo de música suene por que no tiene trampa ni cartón, instrumentos y voces suenan naturales que es lo que pide.
Tras las tres escuchas de rigor, esto es lo que puedo decir de este disco.
"Solid ground" es musicalmente eso, un suelo sólido para iniciar el disco con muchos toques de lo que eran Cinderella en su última etapa, con los consabidos e insuperables coros femeninos que le dan un toque espectacular al estribillo. Puro Rock and Roll.
Seguimos con "A different light" donde un escalofrío me recorre el cuerpo por su parecido al comienzo con lo que perpetra últimamente Bon Jovi, pero no, es un medio tiempo muy agradable con un estribillo delicioso.
"It's not enough" comienza con unas guitarras setenteras mezcladas con slide y amenaza con ser un temazo... y lo es. Son los últimos Cinderella en estado puro, con un estribillo para bailar a su son.
Con "Cold Day in hell" cambia su propuesta a otra menos alegre, más Country Rock pero igualmente atractiva con armónicas, voces gospel, y guitarras semiacústicas en perfecta armonía. Estupenda.
La primera balada de turno es "Thick and thin" donde manda el piano con pretensión de sonar como sonaba Cinderella antaño y lo consiguen, si bien con tufillo a Aerosmith. ¡Qué bien canta Keifer acompañado de una chiquita!... que maravilla.
Nos desenchufamos para la intimista "Ask me yesterday" donde predomina la calma, el buen gusto y las guitarras acústicas por doquier.
"Fools paradise" retoma el R´n´R a medio tiempo con Keifer forzando como solía hacer, donde vuelve a sonar a Aerosmith cuando estaban en forma.
Más slide y calma exquisita para la tranquila "Flower song" donde las coristas son las que aportan los detalles junto al órgano para que la canción sea un regalo para los oídos.
Los cañeros Cinderella ochenteros aparecen de golpe en "Mood elevator" si bien lo que gana en intensidad sonora lo pierde en identidad y melodía asemejándose ligeramente a algún tema de Aerosmith.
"Welcome to my mind" nos invita a meternos en su cabeza y si lo que hay son canciones como ésta, yo me quedo a vivir. Con aires modernos, no pierde un ápice de potencia, pese a que estos "fregaos" no son lo suyo.
La segunda balada es "You showed me", y si en la primera había tufillo a Aerosmith, en ésta ha fusilado un poupurri de las que baladas de Tyler y Cia. que triunfaron a mitad de los 90 con el consabido y previsible resultado. Suena muy bien, muy arreglada, pero es un patinazo.
"Ain't that a bitch" retoma la senda de la originalidad perdida (mira que copiar a Aerosmith...) y es posiblemente la canción más personal y bluesera del disco. La batería y su temple mandan y Keifer y sus chicas lo decoran componiendo una pieza de sublime estribillo. Así sí, Mr. Keifer.
Nos acercamos al final con la canción que da título al album "The way life goes" un blues arrastrado y bacilón que tiene chulería para llenar un trailer, con una segunda parte más rápida que nos hace imaginar que la estamos escuchando tumbados en la mecedora del porche de una casa en medio de la llanura yankee.
La última canción es un homenaje a los Rolling que se titula "Babylon" y es un dignísimo y rockero colofón a un disco brillante que te hará disfrutar, saltar y bailar, lo mismo que te puede relajar dependiendo de que corte escuches.
¿Quieres Rock and Roll? ¿Añoras a Cinderella? ¿Te gusta la música con carácter? Con este disco, Tom keifer te lo soluciona de un plumazo.
Ahora canta más calmado, y más apoyado en las partes difíciles de las canciones por estupendas coristas, aunque conserva intacta la fuerza vocal y ese gusto rockero al cantar que le encumbraron a él y su banda Cinderella a finales de los 80, pero sin abusar, mostrándose como un gran cantante pero al que antes no habíamos escuchado así.
"Long Cold Winter" es para este humilde aficionado una de las obras de referencia dentro del Hard Rock ochentero y el rasero por el cual hemos de medir esta nueva obra que no es exactamente Hard Rock, pero tampoco es la típica obra intimista de cantautor triste con guitarra acústica que me esperaba, pero siendo de donde es y viniendo de donde viene, es lógico encontrar desde blues-rock, country-rock, hard rock e incluso aires gospel si nos fijamos en las bonitas voces de los coros que acompañan más de la mitad de los temas.
También hay un pequeño hueco para la experimentación y los guiños a la modernidad (que tienen encadenado a algunos coetaneos suyos como su descubridor e inicial valedor J. Bon Jovi) y baladas que pretenden seguir la estela a la inigualable "Don't know what you got 'till it's gone" y que como veremos, se acaba pareciendo a Aerosmith.
Producción y sonido son bastante buenos, tampoco es muy complicado para los profesionales del gremio hacer que este tipo de música suene por que no tiene trampa ni cartón, instrumentos y voces suenan naturales que es lo que pide.
Tras las tres escuchas de rigor, esto es lo que puedo decir de este disco.
"Solid ground" es musicalmente eso, un suelo sólido para iniciar el disco con muchos toques de lo que eran Cinderella en su última etapa, con los consabidos e insuperables coros femeninos que le dan un toque espectacular al estribillo. Puro Rock and Roll.
Seguimos con "A different light" donde un escalofrío me recorre el cuerpo por su parecido al comienzo con lo que perpetra últimamente Bon Jovi, pero no, es un medio tiempo muy agradable con un estribillo delicioso.
"It's not enough" comienza con unas guitarras setenteras mezcladas con slide y amenaza con ser un temazo... y lo es. Son los últimos Cinderella en estado puro, con un estribillo para bailar a su son.
Con "Cold Day in hell" cambia su propuesta a otra menos alegre, más Country Rock pero igualmente atractiva con armónicas, voces gospel, y guitarras semiacústicas en perfecta armonía. Estupenda.
La primera balada de turno es "Thick and thin" donde manda el piano con pretensión de sonar como sonaba Cinderella antaño y lo consiguen, si bien con tufillo a Aerosmith. ¡Qué bien canta Keifer acompañado de una chiquita!... que maravilla.
Nos desenchufamos para la intimista "Ask me yesterday" donde predomina la calma, el buen gusto y las guitarras acústicas por doquier.
"Fools paradise" retoma el R´n´R a medio tiempo con Keifer forzando como solía hacer, donde vuelve a sonar a Aerosmith cuando estaban en forma.
Más slide y calma exquisita para la tranquila "Flower song" donde las coristas son las que aportan los detalles junto al órgano para que la canción sea un regalo para los oídos.
Los cañeros Cinderella ochenteros aparecen de golpe en "Mood elevator" si bien lo que gana en intensidad sonora lo pierde en identidad y melodía asemejándose ligeramente a algún tema de Aerosmith.
"Welcome to my mind" nos invita a meternos en su cabeza y si lo que hay son canciones como ésta, yo me quedo a vivir. Con aires modernos, no pierde un ápice de potencia, pese a que estos "fregaos" no son lo suyo.
La segunda balada es "You showed me", y si en la primera había tufillo a Aerosmith, en ésta ha fusilado un poupurri de las que baladas de Tyler y Cia. que triunfaron a mitad de los 90 con el consabido y previsible resultado. Suena muy bien, muy arreglada, pero es un patinazo.
"Ain't that a bitch" retoma la senda de la originalidad perdida (mira que copiar a Aerosmith...) y es posiblemente la canción más personal y bluesera del disco. La batería y su temple mandan y Keifer y sus chicas lo decoran componiendo una pieza de sublime estribillo. Así sí, Mr. Keifer.
Nos acercamos al final con la canción que da título al album "The way life goes" un blues arrastrado y bacilón que tiene chulería para llenar un trailer, con una segunda parte más rápida que nos hace imaginar que la estamos escuchando tumbados en la mecedora del porche de una casa en medio de la llanura yankee.
La última canción es un homenaje a los Rolling que se titula "Babylon" y es un dignísimo y rockero colofón a un disco brillante que te hará disfrutar, saltar y bailar, lo mismo que te puede relajar dependiendo de que corte escuches.
¿Quieres Rock and Roll? ¿Añoras a Cinderella? ¿Te gusta la música con carácter? Con este disco, Tom keifer te lo soluciona de un plumazo.
AUTOR: Óscar L. González (Mendo)
