PINK CREAM 69 - CEREMONIAL
77/100
DISCOGRÁFICA: Frontiers Records
ESTILO: Hard Rock
PRODUCTOR: Dennis Ward
FORMACIÓN:
DAVID READMAN: Cantante
ALFRED KOFFLER: Guitarra
UWE REITENAUER: Guitarra
DENNIS WARD: Bajo
CHRIS SCHMIDT: Batería
TRACK LIST:
LAND OF CONFUSION
WASTED YEARS
SPECIAL
FIND YOUR SOUL
THE TIDE
BIG MACHINE
LET THE THUNDER ROLL
RIGHT FROM WRONG
PASSAGE OF TIME
I CAME TO ROCK
KING FOR ONE DAY
SUPERMAN
Es muy posible que la dispersión a la que está sometida Pink Cream 69 haya mermado la capacidad creativa de la banda y su efectividad, y por ello el esperado Ceremonial no sea todo lo satisfactorio que nos gustaría. Y sin embargo, se trata de un muy buen disco. No hay más que fijarse en la cantidad de proyectos y trabajos en los que anda metido Dennis Ward (y el prestigio que con ello se ha ganado) para ser consciente de esta circunstancia. Parece que Pink Cream 69 ha pasado a un segundo plano, especialmente tras la creación de Unisonic donde anda también el antiguo batería de la banda Kosta Zafiriou . Esto no es un reproche (¿quién soy yo para hacerlo?), y sin embargo han pasado seis años desde In10sity. Precisamente la ausencia del citado batería es una de las que más se notan en Ceremonial, pues su característica forma de marcar el ritmo creo que formaba parte de los rasgos más personales del grupo.
Así, lo que no puedo evitar es lamentar que una de esas grandes bandas, que hacen trabajos tan interesantes y atractivos, perdurables y personales se pierda en el olvido por la falta de un éxito mayor más que merecido. Ahí no hay nada que nadie pueda hacer, y si los artistas encuentran otros medios, otras bandas para alcanzar ese éxito, bien por ellos.
Pink Cream 69 grabaron en 2004 uno de mis discos favoritos de los últimos años, el imbatible y potente Thunderdome, un álbum ya imprescindible y que prometía jugosas continuaciones que han quedado en dos álbumes en nueve años. Talento hay, quién lo duda, aunque es difícil mantener el mismo nivel teniendo tantos frentes abiertos.
Ceremonial tiene un comienzo fantástico, con la buenísima “Land of confusion”, que lleva una gran sección de guitarras y coros, contundente y elegante; la pegadiza “Wasted years” y el single “Special”, que ya vale mucho. Estas tres canciones que abren el disco son muy inmediatas, junto con “I came to rock” (qué chulos los coros de esta canción) y “King for a day”, auténtica pieza de rock melódico. Puede dar ese comienzo la sensación de que el resto desmerece, pero no es así. De hecho, el álbum es jugoso y disfrutable, aunque no redondo. Las guitarras de Alfred Koffler y Uwe Reitenauer aportan riqueza y dan mucho juego en cada canción, lo que permite que se aprecie el cuidado por un trabajo bien hecho. El disco es variado, jamás aburre, hay medios tiempos, canciones directas, y momentos para salirse del guión, como en la canción que más me gusta del disco, “Let the thunder roll”, con variaciones de ritmo y mucho brillo en el estribillo, al igual que el sugerente de “Find your soul”, con muy buena combinación de guitarras, con los arpegios de fondo que “abren” la canción. “The tide” es una canción más estándar, buena canción pero poco personal, y “Big machine” tiene un dibujo de guitarra muy parecido al de “In the still of the night” de Whitesnake, aunque el estribillo es muy resultón.
Así pues tenemos un buen disco de hard rock, con mucho, mucho oficio, una estupenda base rítmica, pero al que noto que le faltan los rasgos más reconocibles de la banda, a pesar de que las composiciones siguen a cargo de Ward y Koffler. Espero que el título no sea lo que dice: una formalidad para mantener al grupo con vida y que ese "closed" que aparece debajo del título no sea más que una mala idea del Kai Brockschmidt, que es el responsable de su diseño.
Así, lo que no puedo evitar es lamentar que una de esas grandes bandas, que hacen trabajos tan interesantes y atractivos, perdurables y personales se pierda en el olvido por la falta de un éxito mayor más que merecido. Ahí no hay nada que nadie pueda hacer, y si los artistas encuentran otros medios, otras bandas para alcanzar ese éxito, bien por ellos.
Pink Cream 69 grabaron en 2004 uno de mis discos favoritos de los últimos años, el imbatible y potente Thunderdome, un álbum ya imprescindible y que prometía jugosas continuaciones que han quedado en dos álbumes en nueve años. Talento hay, quién lo duda, aunque es difícil mantener el mismo nivel teniendo tantos frentes abiertos.
Ceremonial tiene un comienzo fantástico, con la buenísima “Land of confusion”, que lleva una gran sección de guitarras y coros, contundente y elegante; la pegadiza “Wasted years” y el single “Special”, que ya vale mucho. Estas tres canciones que abren el disco son muy inmediatas, junto con “I came to rock” (qué chulos los coros de esta canción) y “King for a day”, auténtica pieza de rock melódico. Puede dar ese comienzo la sensación de que el resto desmerece, pero no es así. De hecho, el álbum es jugoso y disfrutable, aunque no redondo. Las guitarras de Alfred Koffler y Uwe Reitenauer aportan riqueza y dan mucho juego en cada canción, lo que permite que se aprecie el cuidado por un trabajo bien hecho. El disco es variado, jamás aburre, hay medios tiempos, canciones directas, y momentos para salirse del guión, como en la canción que más me gusta del disco, “Let the thunder roll”, con variaciones de ritmo y mucho brillo en el estribillo, al igual que el sugerente de “Find your soul”, con muy buena combinación de guitarras, con los arpegios de fondo que “abren” la canción. “The tide” es una canción más estándar, buena canción pero poco personal, y “Big machine” tiene un dibujo de guitarra muy parecido al de “In the still of the night” de Whitesnake, aunque el estribillo es muy resultón.
Así pues tenemos un buen disco de hard rock, con mucho, mucho oficio, una estupenda base rítmica, pero al que noto que le faltan los rasgos más reconocibles de la banda, a pesar de que las composiciones siguen a cargo de Ward y Koffler. Espero que el título no sea lo que dice: una formalidad para mantener al grupo con vida y que ese "closed" que aparece debajo del título no sea más que una mala idea del Kai Brockschmidt, que es el responsable de su diseño.
AUTOR: Joserra
