THE VAL - BACK
79/100
GÉNERO: ROCK
DISCOGRÁFICA: SOUNDARELLA
PRODUCTOR: ALFONSO SAMOS
MÚSICOS:
CANTANTE Y COROS: GABRIELLE DE VAL
GUITARRA Y COROS: ALFONSO SAMOS
TECLADOS Y COROS: DAVID ERICK CRIADO
BATERÍA, BAJO Y PROGRAMACIONES GRABADAS POR ALFONSO SAMOS
TRACKLIST:
A KISS IN A DRAGON NIGHT
DREAMING
PAY (FOR THE LONELY NIGHTS)
TRAPPED BETWEEN THE LINES
JOHNNY'S GOT A RED CAR
HOLD ON
BACK
WHEN MIDNIGHT COMES
THE DEVIL'S IN THE BAND
EVERY BEAT OF MY HEART
THE UNWRITTEN SONGS
THE AGE OF THE SUN
La expresión que creo que mejor refleja la música que guarda este disco es esa tan difícil de definir y tan complicada de encontrar que es ‘buen gusto’.
Buena parte del mérito de esa exquisitez que muestra Back es responsabilidad de la sensibilidad, la fragilidad, que transmite la voz de Gabrielle de Val, y ese modo de cantar que me recuerda a la escocesa Maggie Reilly.
Es sorprendente que uno se encuentre de repente con una banda cuyo origen está en algo que escuchó hace ya bastantes años bajo el nombre de Yin-Yang y del que guarda un vídeo de un reportaje emitido por la televisión de aquel momento. En él se veía a una joven Gaby cantando una prometedora y hard rockera canción titulada “Tentación”.
De aquello a esto que tenemos ahora ha pasado mucho tiempo, quizás el imprescindible para que todo haya cristalizado en este apropiadamente llamado Back, un producto de gran calidad musical, inusual en nuestras tierras y que, para aquellos que quieran hacerse una idea y aunque no suena con exactitud a nada en particular, podría tener puntos en común con Toto, King of hearts, combinado con influencias folk, música de los 70 y los 80 de diversos estilos, etc. Quizás el referente más cercano que se me ocurre sea el primer disco de Nexx, aunque éste de The Val sea más suave.
Así tenemos que el disco comienza de forma tranquila y ambiental con “A kiss in a dragon night”. Con ella, y sintiendo la seguridad que proporciona ir acompañado de la voz de Gaby de Val, se deja llevar a donde quiera que lo lleven las notas de la canción que presenta a la banda. Y se da cuenta de que no es nada de lo que podría esperar, que hay pocas fórmulas repetidas, que quiere rastrear influencias obvias y no las encuentra, pero se siente complacido por las melodías, las guitarras acústicas, las convincentes guitarras eléctricas, los elegantes teclados y pianos… Y cuando termina la canción cualquiera se podrá sentir agradecido de escuchar pocos segundos después las notas sugerentes de “Dreaming”, qué mejor título (“I wanna keep dreaming” dice la letra), para no sentir la amenaza del silencio.
Sin embargo, no sólo de suavidades vive el animal musical, y por ello The Val ofrece temas como “Pay (for the lonely nights)” o “Johnny’s got a red car”, con unos coros deliciosos y unos juegos de guitarras perfectos.
Es una pena que una canción como “Back”, con ese desarrollo instrumental del final tan bueno, haya quedado tan corto, interrumpido de forma poco afortunada en mi opinión; o a lo mejor es que se disfruta tanto que se lamenta de dure tan poco.
El single de presentación se queda para el final: “The age of the sun”, fantástica canción que quizás sea la que más recuerde a los Nexx de Colours, aunque como dije antes, de un modo ligero, pues The Val consiguen tener un sonido indiscutiblemente personal.
Quizás, y es sólo una percepción personal originada por gustos individuales, creo que a la producción, a pesar de que los posiblemente limitados medios están más que bien aprovechados, le falta un poco de brillo y contundencia en algunos momentos. Esto no le resta mérito ni valores a un álbum sorprendente, arriesgado, maduro y personal que debería recoger las alabanzas que merece, pues no es habitual encontrar algo tan bien hecho como Back.
Buena parte del mérito de esa exquisitez que muestra Back es responsabilidad de la sensibilidad, la fragilidad, que transmite la voz de Gabrielle de Val, y ese modo de cantar que me recuerda a la escocesa Maggie Reilly.
Es sorprendente que uno se encuentre de repente con una banda cuyo origen está en algo que escuchó hace ya bastantes años bajo el nombre de Yin-Yang y del que guarda un vídeo de un reportaje emitido por la televisión de aquel momento. En él se veía a una joven Gaby cantando una prometedora y hard rockera canción titulada “Tentación”.
De aquello a esto que tenemos ahora ha pasado mucho tiempo, quizás el imprescindible para que todo haya cristalizado en este apropiadamente llamado Back, un producto de gran calidad musical, inusual en nuestras tierras y que, para aquellos que quieran hacerse una idea y aunque no suena con exactitud a nada en particular, podría tener puntos en común con Toto, King of hearts, combinado con influencias folk, música de los 70 y los 80 de diversos estilos, etc. Quizás el referente más cercano que se me ocurre sea el primer disco de Nexx, aunque éste de The Val sea más suave.
Así tenemos que el disco comienza de forma tranquila y ambiental con “A kiss in a dragon night”. Con ella, y sintiendo la seguridad que proporciona ir acompañado de la voz de Gaby de Val, se deja llevar a donde quiera que lo lleven las notas de la canción que presenta a la banda. Y se da cuenta de que no es nada de lo que podría esperar, que hay pocas fórmulas repetidas, que quiere rastrear influencias obvias y no las encuentra, pero se siente complacido por las melodías, las guitarras acústicas, las convincentes guitarras eléctricas, los elegantes teclados y pianos… Y cuando termina la canción cualquiera se podrá sentir agradecido de escuchar pocos segundos después las notas sugerentes de “Dreaming”, qué mejor título (“I wanna keep dreaming” dice la letra), para no sentir la amenaza del silencio.
Sin embargo, no sólo de suavidades vive el animal musical, y por ello The Val ofrece temas como “Pay (for the lonely nights)” o “Johnny’s got a red car”, con unos coros deliciosos y unos juegos de guitarras perfectos.
Es una pena que una canción como “Back”, con ese desarrollo instrumental del final tan bueno, haya quedado tan corto, interrumpido de forma poco afortunada en mi opinión; o a lo mejor es que se disfruta tanto que se lamenta de dure tan poco.
El single de presentación se queda para el final: “The age of the sun”, fantástica canción que quizás sea la que más recuerde a los Nexx de Colours, aunque como dije antes, de un modo ligero, pues The Val consiguen tener un sonido indiscutiblemente personal.
Quizás, y es sólo una percepción personal originada por gustos individuales, creo que a la producción, a pesar de que los posiblemente limitados medios están más que bien aprovechados, le falta un poco de brillo y contundencia en algunos momentos. Esto no le resta mérito ni valores a un álbum sorprendente, arriesgado, maduro y personal que debería recoger las alabanzas que merece, pues no es habitual encontrar algo tan bien hecho como Back.
Autor: Joserra
