Yo este MARTES
, no voy al concert, pues curro toda la verbena de San Juan (LA PUTA NOCHE DEL FUEGO) como estos ultimos casi 20 años q yevo con el Taxi!!
Habra q rezar para q no pase nada...
Otro concert (en MARTES) en Barna q me pierdo...
al menos ya los "vi" en el 91 en el Monster of Rock
MONSTER OF ROCK – ESTADIO OLÍMPICO DE MONTJUIC – BARCELONA – 23/09/1991
un momento duro en la carrera de los californianos. Hoy en día, ha pasado a formar parte del anecdotario de la banda mas en su momento supongo que no fue un trago fácil de digerir. El famoso Monster Of Rock del circuito de Donintong hizo un intento de hacerse itinerante por Europa. En nuestro país recaló únicamente en Barcelona debido a la imposibilidad que había en Madrid de albergar un evento tal, ya que nuestro “querido” alcalde de entonces (y, desafortunadamente, de muchos años más), Álvarez del Manzano, eliminó el rockódromo hoy convertido en pista cubierta para celebrar un Master Series de Tenis. Y encima tienen la poca vergüenza de seguir denominándolo rockódromo...
El caso es que seguidores de toda España nos acercamos a Cataluña para presenciar un concierto ecléctico y teóricamente de ensueño. Para empezar, The Black Crowes que emergían con fuerza inusitada debido a su imprescindible debut, “Shake your money maker”, pieza indispensable para cualquier amante del rock. Seguidamente, Queensrÿche, quizá el grupo del momento en el heavy, aún a costa de un disco tan aceptable comercialmente como “Empire”. De Metallica y su disco negro, poco que decir. Muchos lo idolatrarán mas fue el primer paso del gigante con pies de barro en que se han convertido hoy en día. Por último AC/DC y sus dólares con el careto de Angus Young que lanzaban en la insufrible “Money talks”.
Sin embargo, la realidad fue bien distinta. Desde un mes antes se sabía que The Black Crowes no vendrían y en su lugar entraban los catalanes Legion (casi, casi, como cambiar a Opeth por Enrique Iglesias) y en los días previos se confirmó que Tesla sustituirían a Queensrÿche. Inicialmente, mi cabreo fue enorme porque la razón principal para desplazarme a la Ciudad Condal era presenciar la descarga de Tate, De Garmo y compañía, mas el hecho de que fueran Tesla, y no otros, la alternativa apaciguaba mi mal rollo.
En un calurosísimo día festivo de septiembre, subimos a la montaña olímpica diez meses antes de que, en ese mismo estadio, el gran Fermín Cacho se proclamase campeón olímpico de 1500 metros unos minutos después de que Kiko anotara el mítico 3-2 que nos diera el oro en fútbol ante Polonia, que pusieron el culmen a dos semanas de ensueño en 1992. Glorias deportivas aparte y después de ruborizarnos viendo cómo gran parte de los asistentes al Monster Of Rock corearan el infame estribillo del “megahit” de Legion, “Mili K.K.” (lo siento por ellos pero siempre estuvieron en el sitio inadecuado ya que seis meses antes sustituyeron a Savatage y Candlemass, dos de mis grupos favoritos, en la gira de King Diamond), Tesla saltaron al imponente escenario.
Venían de grabar el espectacular “Psychotic supper”, que se lanzaría en breve y el single “Edison´s medicine” sonaba en todas las estaciones de rock americanas. No obstante, para esta su presentación en España, los de Sacramento nos tenían preparado un excelente menú compuesto por un “Best of...” de sus tres obras de estudio. “EZ come, EZ go”, “Cumin´ atcha live”, “The way it is”, “Freedom slaves”… de ensueño.
Sin embargo, no todos los asistentes parecían compartir mi opinión y ya desde los primeros acordes mostraron su disconformidad con la propuesta del quinteto. La cosa fue in crescendo y los lanzamientos de objetos comenzaron a sucederse. Jeff Keith, blanco principal de las iras del (no)respetable, hizo alardes en el arte de esquivar hasta que pasados veinticinco minutos y cuando vi “llover” hasta una garrafa de agua de cinco litros (semivacía, eso sí) mandaron a freír monas a la gente y se largaron.
Echándole un par de narices, volvieron entre abucheos de muchos y aplausos de la mayoría silenciosa. Keith dedicó unas “amables” palabras a los que tiraban cosas e interpretaron un “Modern day cowboy” como nunca jamás se escuchará, casi en versión thrash. Quizá los cenutrios que se divertían lanzando cosas recuerden con cachondeo esta actuación. Yo lo hago con indignación (y eso que han transcurrido casi trece años) y admiración porque ese día Tesla estuvieron colosales más incluso que cuando tocaron en Madrid un par de meses después de teloneros de Scorpions. Desde entonces, no han vuelto a la península ibérica. Esperemos que tengamos la oportunidad de verlos en breve.
