THE PINK TONES (11/10/2008) Kafe Antzokia (Bilbao)
The Pink Tones son un cuarteto madrileño versioneador de los legendarios Pink Floyd conocidos por interpretar los grandes temas de la banda manteniendo el marco de luces y efectos sonoros que los encumbró. Ante tal descripción, y pese a la apretada agenda conciertera del sábado noche bilbaíno, resultaba complicado para cualquier fan acérrimo de los británicos esquivar la tentación y no pasarse por el Kafe Antzokia, donde unas 400 personas, con más canas que espinillas, aguardaban ansiosas su particular noche de nostalgia.
El concierto arrancó sorprendentemente con la atípica 'One of These Days' de forma más que discreta. El sonido saturado de la guitarra impedía escuchar con nitidez el resto de instrumentos, haciéndome incluso dudar de las buenas referencias que había recibido sobre la banda. Afortunadamente durante el transcurso de 'Breath', la cual arrancó las primeras ovaciones de la noche, la claridad fue adueñándose paulatinamente del café-teatro bilbaíno. Tras la revisión más moderna de la noche con uno de los cortes más hímnicos del ya lejano 'A momentary lapse reason', 'On the Turning Away', los 17 sutiles minutos de una magnífica interpretación de 'Dogs' disiparon todos nuestros miedos iniciales.
Pero no fue hasta 'Shine on you Crazy Diamond' que despegamos definitivamente del suelo. Las cuatro notas mejor situadas de la historia del rock nos abrieron las puertas de un viaje ácido del que no despertaríamos en las siguientes 2 horas. La exquisita interpretación de Álvaro Espinosa, disfrazado de David Gilmour, traspasó la frontera de la música para coquetear con nuestras almas, inmersas en un submundo de ensueño. Los arrugados rostros de muchos de los presentes brillaron como si de niños se trataran, envueltos en un halo de nostalgia. Capitaneado por un círculo luminoso en el que se alojaba el tan utilizado láser floydiano, el acertado juego de luces creaba el clímax perfecto para que voláramos entre el fluido rosa del que impregnaron la sala The Pink Tones. El solo final de saxo, interpretado por el recién incorporado guitarrista-saxofonista y quinto miembro de la banda, Iñaki, puso la guinda a una interpretación que se despidió entre merecidos vítores. Espectacular.
De la mano del homenaje al loco diamante Syd Barrett, la banda quiso rendir tributo al recientemente fallecido Richard Wright, teclista original de Pink Floyd con uno de sus temas más afamados, 'Great Gig In the Sky'. Emotivísimo momento, con los alaridos de las bellas coristas que acompañaban a la banda presidiendo el concierto sobre los teclados de Nacho Aparicio. Nunca la ausencia de palabras tuvo tanto sentido: Gracias Richard.
El repaso al 'The Dark Side of The Moon' continuó, únicamente interrumpido por 'Atom Heart Mother', con la interpretación consecutiva de 'Money', 'Brain Damage' y 'Eclipse'. Sonido absolutamente perfecto que captó toda la esencia de Pink Floyd, incluso llegando a utilizar el Theremin, el sintentizador “mágico” que controla la frecuencia del sonido alejando/acercando la mano al emisor.
La corta pieza del 'Is There Anybody Out There' introdujo la celebradísima 'Wish You Were Here' que ganó enteros con toda la sala coreando la letra de principio a fin volviendo a elevarnos a los cielos. Por si fuera poco los inconfundibles pitidos de la MAGISTRAL ‘Echoes’, cerraron una primera parte del show absolutamente apoteósica con los 400 privilegiados a los pies de la banda.
No tardaron en volver a escena notablemente emocionados y agradeciendo todo el calor ofrecido para encarar la recta final del show con el prácticamente ausente hasta el momento – únicamente la breve ‘Is There Anybody Out there’ había hecho acto de presencia -, The Wall. 'In the Flesh' introdujo las tres magníficas partes de 'Another Brick in the Wall' inevitablemente intercaladas por 'The Happiest Days of our lives' e interpretadas con un toque de lo más alegre. Junto con las tres voluptuosas coristas caracterizadas de colegialas, un enorme muñeco representante de “el poder” se erigió para el disfrute colectivo. 'Goodbye Cruel World' dio sentido a su título despidiendonos una vez más.
En la parte final, la fiesta continuó con 'Run Like Hell' y se tornó en admiración con 'Comfortably Numb'. No encuentro el modo de describir momentos mágicos como el solo de guitarra de Comfortably Numb. Supongo que si se pudiera describir con palabras, no sería tan intenso, hechizante y emotivo. Absolutamente magistrales. Casi 3 horas de pura magia en las que no sobró nada. Algunos creerán que clonar no tiene mérito alguno. Yo le doy la vuelta a la tortilla. Pink Floyd son muy grandes; ser capaz de plasmar toda esa grandeza y que ni los peros/pegas hicieran sombra alguna en la actuación es para quitarse el sombrero. Noché mágica e irrepetible en Bilbao.
Gracias Pink Tones por hacer esto posible.
Pero no fue hasta 'Shine on you Crazy Diamond' que despegamos definitivamente del suelo. Las cuatro notas mejor situadas de la historia del rock nos abrieron las puertas de un viaje ácido del que no despertaríamos en las siguientes 2 horas. La exquisita interpretación de Álvaro Espinosa, disfrazado de David Gilmour, traspasó la frontera de la música para coquetear con nuestras almas, inmersas en un submundo de ensueño. Los arrugados rostros de muchos de los presentes brillaron como si de niños se trataran, envueltos en un halo de nostalgia. Capitaneado por un círculo luminoso en el que se alojaba el tan utilizado láser floydiano, el acertado juego de luces creaba el clímax perfecto para que voláramos entre el fluido rosa del que impregnaron la sala The Pink Tones. El solo final de saxo, interpretado por el recién incorporado guitarrista-saxofonista y quinto miembro de la banda, Iñaki, puso la guinda a una interpretación que se despidió entre merecidos vítores. Espectacular.
De la mano del homenaje al loco diamante Syd Barrett, la banda quiso rendir tributo al recientemente fallecido Richard Wright, teclista original de Pink Floyd con uno de sus temas más afamados, 'Great Gig In the Sky'. Emotivísimo momento, con los alaridos de las bellas coristas que acompañaban a la banda presidiendo el concierto sobre los teclados de Nacho Aparicio. Nunca la ausencia de palabras tuvo tanto sentido: Gracias Richard.
El repaso al 'The Dark Side of The Moon' continuó, únicamente interrumpido por 'Atom Heart Mother', con la interpretación consecutiva de 'Money', 'Brain Damage' y 'Eclipse'. Sonido absolutamente perfecto que captó toda la esencia de Pink Floyd, incluso llegando a utilizar el Theremin, el sintentizador “mágico” que controla la frecuencia del sonido alejando/acercando la mano al emisor.
La corta pieza del 'Is There Anybody Out There' introdujo la celebradísima 'Wish You Were Here' que ganó enteros con toda la sala coreando la letra de principio a fin volviendo a elevarnos a los cielos. Por si fuera poco los inconfundibles pitidos de la MAGISTRAL ‘Echoes’, cerraron una primera parte del show absolutamente apoteósica con los 400 privilegiados a los pies de la banda.
No tardaron en volver a escena notablemente emocionados y agradeciendo todo el calor ofrecido para encarar la recta final del show con el prácticamente ausente hasta el momento – únicamente la breve ‘Is There Anybody Out there’ había hecho acto de presencia -, The Wall. 'In the Flesh' introdujo las tres magníficas partes de 'Another Brick in the Wall' inevitablemente intercaladas por 'The Happiest Days of our lives' e interpretadas con un toque de lo más alegre. Junto con las tres voluptuosas coristas caracterizadas de colegialas, un enorme muñeco representante de “el poder” se erigió para el disfrute colectivo. 'Goodbye Cruel World' dio sentido a su título despidiendonos una vez más.
En la parte final, la fiesta continuó con 'Run Like Hell' y se tornó en admiración con 'Comfortably Numb'. No encuentro el modo de describir momentos mágicos como el solo de guitarra de Comfortably Numb. Supongo que si se pudiera describir con palabras, no sería tan intenso, hechizante y emotivo. Absolutamente magistrales. Casi 3 horas de pura magia en las que no sobró nada. Algunos creerán que clonar no tiene mérito alguno. Yo le doy la vuelta a la tortilla. Pink Floyd son muy grandes; ser capaz de plasmar toda esa grandeza y que ni los peros/pegas hicieran sombra alguna en la actuación es para quitarse el sombrero. Noché mágica e irrepetible en Bilbao.
Gracias Pink Tones por hacer esto posible.
Set List
Intro
One Of These Days
Breathe
On The Turning Away
Dogs
Shine On You Crazy Diamond (parts I-V)
Shine On You Crazy Diamond (parts VI-IX)
The Great Gig In The Sky
Atom Heart Mother
Money
Brain Damage
Eclipse
Is There Anybody Out There?
Wish You Were Here
Echoes
In The Flesh
Another Brick In The Wall (part 1)
The Happiest Days Of Our Lives
Another Brick In The Wall (part 2)
Another Brick In The Wall (part 3)
Goodbye Cruel World
Run Like Hell
Comfortably Numb
AUTOR: Bilboker
Última edición por ROCKANGELS el Miér 09 Dic 2009, 17:41, editado 6 veces
) pero se me pasó ponerlo en la crónica. 
