<<CRÓNICA>> AVANTASIA - Sziget Festival (13/08/2008) - Sziget Island (Budapest)

Caprichos del destino, mi estancia veraniega en Budapest coincidió con el hasta entonces desconocido para mí, Sziget Festival.

Echando un vistazo a su página web los días anteriores era fácil hacerse a la idea de lo enorme del festival, pero ni por asomo me imaginaba algo tan MASTODÓNTICO. No mienten cuando se autodefinen como “El festival más grande de Europa”. Impresionante. Una isla en medio del Danubio exclusivamente ocupada para el festival, tropecientos stages de todo tipo de ambiente, desde los escenarios más jebitrones, hasta los más hippys para tirarte en la hierba, pasando por carpas con DJs, íntimos conciertos de Blues o cálidos Jazzeros. Infinidad de servicios, puntos de información por todas partes con trabajadores atendiendo en cualquier idioma, decenas y decenas de puestos de comida con mesitas, posibilidad de acceder al festival en barco con 0 colas (0 Kelvin), fuentes de agua gratis, precios de la bebida en las barras más que comprensibles (medio litro de cerveza poco más de 1 euro), sonido impecable de los conciertos, la posibilidad de meter comida/bebida del exterior etc etc.

Sziget es más que un festival de música; tienen miles de pijadillas extra tipo una carpa enorme con 100 ordenadores de última generación con internet gratis, Karaoke chulísimo, discotecas, stands de un montón de marcas publicitándose con pequeñas actividades, puenting, tirolinas, pantalla gigante con hamacas para ver las Olimpiadas en vivo, cambio de divisa sin comisiones, cursos de húngaro gratis, charlas sobre Drogas, política, literatura, proyecciones de -por ejemplo- películas mudas húngaras de los años 20 (literal xd) y un sinfín de entretenimientos extramusicales. Si tienes intención de pasar unos ociosos días de verano sin que la música sea la única motivación, Sziget es tu festival.

En lo estrictamente musical, además de varios grupos en los escenarios pequeños Jazz/Blues y de conciertos que poco tienen que ver con Rockangels (Alanis Morrisette, Floging Molly…), presencié a Iron Maiden y el último concierto de la gira de Avantasia. Debido a que ya existe crónica del concierto de Moscú de la “Somewhere Back In Time Tour”, me centraré en la actuación de AVANTASIA.



Lo cierto es que en un principio no me ilusionaba en absoluto la actuación de Avantasia. Desde aquella primera ‘The Metal Opera: part I’ desconocía sus andanzas por falta de interés en un estilo saturado que terminó por aburrirme, pero he de reconocer que el concierto fue sencillamente excelente. Con una puesta en escena coqueta pero no todo lo recargada que esperaba por el hecho de tratarse de una Ópera-Rock, fueron desgranando su último álbum “The Scarecrew” con escrupulosa exactitud. Perfectamente acicalado para la ocasión, el maestro de ceremonias Tobias Sammet iba dando paso a sus célebres invitados, consiguiendo dar un punto de diversidad y evitando la tan típica monotonía en esta clase de bandas. Enorme acierto el situar a dos coristas (una de ellas Amanda Somerville) en una plataforma lateral acompañando en todo momento a los cantantes para maquillar las posibles imperfecciones, enaltecer los estribillos y –hay que reconocerlo- enriquecer el aspecto visual con su continuo headbanging. Excelente sonido e instrumentalmente más que correctos Sascha Paez y compañía. Incluso Tobias, que no es raro verle fallar en directo, mantuvo el tipo.

No me perdonaría pasar de acto sin previamente mencionar la actuación de Jorn Lande. Absolutamente magistral. En las cuatro veces que le había visto en vivo hasta el momento, tanto con Masterplan como con su banda, no colmó del todo mis expectativas, incluso llegando a la decepción en alguna de ellas. En esta ocasión clavó sus excepcionales registros de estudio en 'The Scarecrow' y 'Another Angel Down', alcanzando toda la fuerza que yo le exigía previamente. Supongo que no es lo mismo cantar dos temas, descansar, para volver a salir, que estar vociferando tras la distorsión de Roland Grapow durante todo un concierto. En cualquier caso, tremendo, la gran estrella de la noche. Brilló e hizo brillar a los temas en su conjunto.

'Prelude' encendió a los húngaros evidenciando la llegada de uno de sus himnos más reconocibles del primer álbum 'Reach Out for the light'. Con la ayuda de André Matos en los tonos más altos, la mayoría de la audiencia literalmente enloqueció como si uno de los temas de su vida se tratara. Sin que les quedara mal, el barullo en determinadas partes de la canción no permitió que se llegara a la perfección interpretativa de los temas del último disco, siendo esta situación la tónica general durante todo el concierto. .

Tras la tempestad, llegó la calma con la dulce 'The Story Aint Over', perteneciente al EP “Lost In Space”, a cargo de nuestro entrañable Bob Catley que cumplió y convenció entre músicos de una generación posterior a la suya, dejando latente su sello vocalmente y con sus característicos movimientos sobre el escenario. Junto con André Matos, cantó un par de estrofas de 'Shelter From The Rain', que perfectamente podría estar incluido en la primera parte de la ópera metálica, y se volvió a los camerinos con su imperecedera sonrisa ¡Qué crack!



Una vez Tobias acaparó de nuevo todas las miradas, prosiguió en solitario su repaso a “The Scarecrow” con 'I Don´t Believe in your Love' y el último single 'Lost In Space'. Este tipo de temas evidencian la evolución que ha sufrido Avantasia desde su primer lanzamiento. Y es que en 7 años el panorama musical europeo ha cambiado mucho. Quien ha incidido en la fórmula “doblebombo+melodíafacilona” no ha conseguido pasar el filtro de la crítica; Tobias Sammet ha sabido adaptar su música a los nuevos tiempos, o lo que es lo mismo, evolucionar manteniendo la esencia avantasiera.

De nuevo los irregulares clásicos de la banda como 'Avantasia' y 'Serpents in Paradise', con un Jorn arrollador, se metieron al público en el bolsillo. Parón de rigor y sorpresa general cuando los rayos gamma Kai Hansen y Henjo Richter salieron para iniciar el bis con 'The Toy Master', que sin la juguetona voz de Alice Cooper careció de sentido. Amanda Somerville tuvo la oportunidad de lucirse en la aclamada 'Farewell' y como broche final, tras un emotivo speach de agradecimiento y despedida – casualmente finalizaba la gira en Budapest-, Tobias fue llamando/presentando uno a uno a los artífices de, cito textualmente, “el sueño de un loco, mi sueño”, para terminar interpretando todos a coro una sensacional 'Sign of the Cross', sin lugar a dudas el tema mejor ejecutado de su Opera Prima y el momento cumbre de la noche. Espectacular. Hay algún video de ‘Sign of the cross’ circulando por la red y os aseguro que tiene un nivel muy inferior a lo que yo viví en Budapest.

En definitiva, podrán gustar más o menos –yo era de los del menos-, pero difícilmente se puede llevar de mejor manera esta obra a un escenario. Quizás tuve suerte y les vi en el mejor momento, con la banda completamente rodada y con la motivación extra de ser la última vez que iban a actuar juntos, quizás, pero yo me quito el sombrero ante Tobias. Al César lo que es del César. Si yo me lo pasé bien, al que le gustaran de verdad tuvo que alucinar.